Tu y Yo y todo lo que vino después...

39 - Donde empezar

Nuestras niñas estan creciendo y con la familia a punto de aumentar, nada como un hogar para ellas no? 

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Los exámenes se acabaron y la aprobación llego como un bálsamo sobre Luisita y Amelia. Cuando vio su nombre y lo adjetivo "aprobado" al lado Amelia dio un grito y un salto tan grande que sintió su panza removiendo.

-Perdón mi niño. - Acarició la barriga algunas veces. - Mamá ha conseguido pequeño. - Las lágrimas bajaron por sus mejillas al mismo tiempo que Luisita llegaba para ver también su nombre aprobado en la lista. Avistó la morena hablando "sola" y se fue a ella.

-Amooooor, hemos conseguido.

-Si. - Amelia se lanzó a sus brazos y Luisita la levantó del suelo por algunos segundos. - Sabia que conseguiría.

-ufff. Ay Luisi. Mismo con todo, mira, hemos conseguido. Estoy muy orgullosa de nosotras.

-Yo también.

Posaron sus frentes una en la otra, las manos de Luisita sobre la barriga de Amélia, la morena con las suyas en sus mejillas y una sonrisa genuinamente feliz en sus labios.
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Luisita avistó Amelia tumbada sobre el césped una semana después del final de las clases. Aún quedaban unas tres semanas hasta la ceremonia y por ello la morena pasaba largas horas leyendo cosas sobre bebés, partos, comprando cosas por internet o ayudando revisar contractos del hotel para su madre. Justificando así el dinero que Devoción le pagaba cada semana.

Hoy el sol había aparecido y por ello, la morena estaba con su camiseta de Rolling Stones atada bajo el sujetador, dejando expuesta su panza de cinco meses.

-Hola amor. - Dijo Luisita tapándole el sol

-Hola Luisi. - Respondió sonriente. -Mi dosis de vitamina D.

-Lo veo. – Dejó de hacer sombra y la morena volvió a cerrar los ojos por la luz. - Dios, que guapa estás. - Su mirada iba de la panza a la cara de su chica.

Las mejillas de Amelia se quedaron un poco más rojas y una sonrisa bobalicona le apareció en la cara. - Tú crees?

-Si creo? Estoy segurísima amor, eres el ser más lindo que he visto nunca.

-Exagerada.

-Te puedo sacar una foto?

-Sí.

Luisita tomo una distancia y con el móvil saco unas tantas fotos de su morena sobre aquella sabana improvisada en que estaba tumbada.

Amelia mejoro las fotos posando las dos manos sobre la panza cuando se reía de un chiste pésimo de su novia, se tumbó de espaldas y sonrió, a Luisita le encharcaban los ojos, saco varios cliques de aquella imagen antes de tumbarse a su lado y llenarle la cara de besos.

-Dios! Mujer, como puedo quererte tanto.

-Te amo Luisita. - Sonrió aún más, la besó aún más.

-Que estaba haciendo antes? -Quiso saber Luisita después de un rato entre besos y caricias. Se sentó detrás de la morena y le ato el pelo para soplar su cuello un poco sudado.

-Estaba mirando a pisos, en Madrid.

-Ah. ¿Y has visto algo interesante?

-Sí unos cuantos muy buenos, algunos cerca de la casa de tus padres, pero lo que más me ha gustado es más cerca del centro. Pero es precioso, tiene un comedor muy bien alumbrado, dos dormitorios y un tercero más pequeño, que podíamos hacer un escritorio, el salón tiene mucho espacio, y el baño, mejor te enseño.