Mi Psicólogo. (Sebastian Stan y tú). 1

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Nos tiramos en su escritorio, el estaba encima de mi, me tocaba mi V tan despacio y yo gemia a la vez, nos estábamos besando apasionadamente.
Yo le estaba desabrochando el cinturón mientras el me besaba el cuello.
El me bajo mi calzón y me cargó.
Su P y mi V se tocaron.
Joder.
Lo empezamos a hacer rápidamente, estábamos tan desesperados.

Sebastian: Te quiero más que nunca...

Lo mire.

Yo: Te quiero más que nunca...

Lo seguíamos haciendo.

Desperté.

¡Mierda!.

Habían pasado 4 días y 3 noches soñando húmedo con el.
Esto era tan raro.
De un momento a otro deje de excitarme.

Me pare a mi baño.
Prendí a la luz y me vi al espejo.

Y empeze a hablar conmigo misma.

Yo: ¡No, estás loca! ¿Cómo carajo te lo piensas follar? El es mucho mayor para ti... ¡Es mejor amigo de tu padre! ¡Controlate!.

Saque dos pastillas para la presión y me las tomé.

Regrese a mi cama.
Solo pensaba en ese jodido doctor, imaginando como sería si me lo follara.

Recordé cuando una vez mamá me dijo...

Yo: Todos vamos a morir y nadie te va a recordar... Así que... Cagala...

Lo dije en voz alta.
Y me reí.
Sentía que estaba drogada, pero en realidad estaba loca y desesperada por no tener al doctor Stan aquí tocandome.
Era un hecho, la próxima vez que lo vea me lo iba a follar.
Estaba tan fuera de contexto que me empeze a manosear imaginando que lo hacía el, me tocaba mis partes pensando que mis manos eran las manos de mi psicólogo.
Joder, estaba realmente mal en ese momento.

(...)
Narra Sebastian.

No podía dormir pensando en T/N.
Joder es que ella me atraía tanto.
Pensaba en todo, sabía que esto iba a ser ilegalisimo y sobre todo si se entera Carlos, mi mejor amigo, el padre de mi hermosa T/N me iba a mandar directo hacia la puta mierda.
Porque su hija es tu tesoro más preciado.
Pero estaba tan desesperado que no me importaba un carajo, tenía una cosa clara la iba a ser mía antes que nadie en este mundo.