3

4.6K 257 8
                                    

Llegó el día.
Hoy por fin iba a ver a mi maldito psicólogo que me traía casi casi de rodillas.

Esta vez papá no me iba a acompañar, iba a ser Maya, la secretaria de papa que también me cuidaba de vez en cuando.

Estábamos apunto de subirnos al carro cuando de repente vi a papá salir de la casa bajando las escaleras muy apresurado.

Esta era nuestra casa

Esta era nuestra casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yo: ¡Pa!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yo: ¡Pa!.
Papá: Sisi Evans te lo voy a llevar en unas horas... Dile a Kate que no haga nada hasta que yo llegue okey? Te dejo estoy ocupado.

Papá estaba hablando por teléfono.

Papá: Lamento no poder acompañarte cariño, pero esto nunca acaba.
Yo: Lo se, no te preocupes pa.
Papá: Salúdame a seb de mi parte ¿Okey?.
Yo: Claro.
Papá: Cuídate mucho.

El me dio un beso en la cabeza y se fue caminando hacia su coche.

Maya: Señorita, ya estamos listos.

Yo voltie y le sonreí.
Me metí al carro.

Maya iba atrás conmigo y nos fuimos.

(...)
En el camino iba viendo el diario de el doctor Sebastian que me había dado para que escribiera estos 6 días, carajo, no tuve mucho que decir.
Pero en la última hoja que escribí, ya que también tenía la aprobación de mis 2 mejores amigos, le escribí a Sebastian una indirecta bastante directa, creo, y mi número de teléfono.

Estaba nerviosa, no sabía si querer arrancar la hoja o si dejarla porque puede que las miradas que me hizo el doctor seb sean normales y cuando lea esto pensara que estoy loca. Y no solo eso, le dirá a mi padre y no solo ahora me llevará con un psiquiatra si no yo creo a un internado en Alemania. Cómo quería hacerlo con mi hermana.

Joder, bueno me iba a arriesgar.

Llegamos a la clínica.
Yo me baje del auto con Maya.

Estábamos en el mostrador y yo sentía que las manos me empezaban a sudar, mi cuerpo me temblaba y me daban ganas de ir al baño.

Yo: Maya tengo que ir al baño.

Le susurre.

Maya: Claro, ve, pero no se demore señorita.
Yo: No...

Me acerque a una enfermera.

Yo: Disculpe ¿el baño más cercano por aquí?.
Enfermera: Es a la derecha, en el fondo.
Yo: Gracias.

Encontré el baño y me metí rápido.

Me baje los pantalones y mi ropa interior.
Suspiré y mire hacía el techo.

Ya no podía con esto, así que le marque a Rebe.

Yo: ¡Contesta carajo, contesta!.

Rebe respondió.

Rebeka: Hola, ¿Que pasa Barbie latina?.
Yo: Estoy en crisis Rebe, ya estoy en la clínica.
Rebeka: Jajaja joder, y ¿Ya vas a pasar con tu psicólogo sexy?.
Yo: Ya, ya casi, estoy en el baño apunto de arrancar la hoja donde dice que quiero que me folle.
Rebeka: ¡No! No lo hagas.
Yo: Rebe, ni siquiera se si es legal esto.
Rebeka: Obvio que esto es ilegal, pero haber ponte a pensar, las miradas que te hace ese hombre, un hombre de 35 no son para una niña de 16, es obvio que quiere follarte.
Yo: Pff...
Rebeka: Vamos amiga... Solo Inténtalo una vez y ya, si pasa algo...
Yo: ¡Si pasa algo mi padre se va a volver loco!.
Rebeka: Tu no te preocupes por eso... ¿Recuerdas? En las jodidas, vamos a apoyarte hasta el final Shawn y yo.
Yo: .... Esta bien...
Rebeka: Eso guapa, bueno entonces ve y conquistalo primor.
Yo: Te llamo más tarde.
Rebeka: Quiero que me cuentes cada detalle.
Yo: Si...
Rebeka: Buena suerte primor.

Le colgué el teléfono a Rebe.

Respiré profundamente y después salí del baño.
Regrese con Maya y me dijo que el doctor ya me estaba esperando.

Ella me acompaño hasta el consultorio de Sebastián.

Narra Sebastian.

Ya en unos minutos la vería, literalmente cancele todas mis citas para pasar un buen rato con ella.
Joder estaba tan nervioso, pero enserio quería hacerla mía.

Cuando la fui a recibir la vi con una mujer, no era su padre quien venía con ella, MIERDA.
Pero no era problema, de todos modos, no dejaría que pasará con ella.

Joder, T/N estaba tan preciosa, traía una falda de mezclilla con una mini blusa que me hacía ver su pequeño ombligo.
Su blusa hacía que sus pequeñas bubis resaltarán y con esa falta me hacía ver sus tan hermosas y perfectas piernas.

Mierda sentía que se me caía la baba de solo verla ahí.

Narra T/N.

Tenía la mano atrás cruzada con dedos de changuito para que porfavor no dejará pasar a Maya.

Maya: Hola soy Maya, la secretaria y cuidadora de la señorita T/N ¿Le molestaría si me quedo con ella?.
Sebastian: Mucho gusto señorita Maya, y lamento decirle esto pero las sesiones solo son con ella, espero no le moleste pero si gusta puede ir a la sala de espera.
Maya: Oh de acuerdo, no hay problema.

Gracias al cielo.

Maya: Entonces... Te veré más tarde T/N.

Yo le sonreí a Maya.

Sebastian me pasó y cerro la puerta.

Mi Psicólogo. (Sebastian Stan y tú). 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora