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Estaba en clase de arte.
Rebe y yo íbamos en el misma clase, Shawn iba en otro junto a Patrick.

Estábamos sentadas hasta atrás, dónde el Sr. Thomas no nos vería.

Rebeka: ¿Y enserio tu padre va a ir a la boda?, Wow no me lo creo.
Yo: ¡Lo sé!, Es ridículo, ¿Porque ahora hace esto? ¡Ah! ¿¡Crees que ya lo sepa!?.

Rebe mientras se lamía sus uñas me voltio a ver con una sonrisa seca.

Rebeka: Amiga no seas tonta por el amor de dios, si tú padre ya lo hubiera sabido, ¿Tu crees que actuaria normal contigo y con Sebastian?.

Solté un suspiro en el aire.

Yo: Rebe... Cada maldito día que pasa se que las consecuencias de esto se vuelven más grandes...
Rebeka: Cierto, pero amiga date cuenta que tú decidiste amar a Sebastian, decidiste estar con el, y tú padre no es el dios del amor para decidir a quien tienes que amar.

Rebe tenía razón en cada una de sus palabras, era cierto, pero sabía que al final del túnel no iba a terminar bien.

Rebeka: Si alguna vez se lo llegas a contar... Tendrá que aceptarlo, le duela o no.

Yo pase mi lengua por mis labios varias veces viendo hacia todos lados.

Rebeka: Pero ahora no te estreses por eso, supongo que aún no tienes planeado decirle ¿O si?.
Yo: No... Por ahora solo quiero pensar en una forma de evitar que valla a la boda.
Rebeka: Déjame pensar...

Yo seguí trabajando en mi dibujo.

Rebeka: ¡Ya se!.
Yo: ¿Que?.
Rebeka: Okey mira... Ya se que tal vez suene muy ridículo pero... Mi mamá y tu papá se llevan bien y... He notado que tu papá le coquetea mucho a la mía... Entonces que tal si hacemos que salgan ese día de la boda.

Yo me quedé viendo a Rebe.
La verdad no estaba en desacuerdo, la madre de Rebe me caía muy bien, me trataba como si fuera su hija así que por ese lado no tenía ningún inconveniente.
Pero tenía que admitirlo eso me pondría celosa.

Yo: ¿No se te ocurre otra idea?.
Rebeka: Ay vamos, solo será por un día y ya, dale que con esto te librarás y llegarás a la boda del brazo con tu novio.

Suspiré.

Yo: Aghhhh de acuerdo...

Ella me sonrió.

Rebeka: Pero tu convences a tu padre que a mi madre merece que la inviten ¿Okey?.
Yo: Ja, okey...

(...)

Sebastian y yo estábamos subidos en el techo de su casa.
Tenía mi cabeza recargada en su hombro.

Sebastian: Cielo, no te preocupes si no puedes ir a la boda, yo lo entiendo.
Yo: No... De que puedo puedo, el problema es mi padre.
Sebastian: Ya se, si tú no vas yo tampoco iré, te llevaré a un autocinema y pasaremos la noche juntos ¿Te parece?.

Yo le di una sonrisa.

Yo: Ay cariño eso suena increíble pero... No quiero que faltes a la boda de uno de tus amigos por mi... Aparte Rebe y yo ya tenemos un plan.
Sebastian: Cielos cariño... ¿Pero con que facilidad mienten ustedes?.
Yo: Ja, créeme mucha.

Nos reímos

Sebastian: Ja y descuida Chris ya se ha casado como tres veces.
Yo: ¿Y está es la cuarta vez?.

Lo mire curiosa.

Sebastian: Si...
Yo: Wow.

Nos reímos.

Yo: ¿Tu alguna vez pensaste en casarte?.
Sebastian: Siendo sincero si... Pero planeado jamás, nunca encontré a la mujer indicada... Pero si alguna vez lo hago deseo más que a nada en el mundo que sea con la mujer que tengo justo enfrente.

Yo voltie a ver burlándome de lo que dijo buscando a una mujer.

El se rió.

Sebastian: No seas tonta cielo.
Yo: Ah... ¿Acaso me dijiste tonta?.

Dije con tono de ofendida.

Sebastian: Si, lo dije...

Se burló de mí.

Le di una pequeña bofetada.
El solo se rió.

Sebastian: No seas maleducada.
Yo: No me llames tonta.
Sebastian: Solo besame...

Nos besamos un par de veces.
Sentía como las manos de Sebastian tocaban mi cuello suavemente.

Vi que el sol ya se estaba poniendo, tenía que regresar a casa.

Yo: Tengo que irme, papá no tarda en llegar...
Sebastian: Ay quisiera que te quedes... Extraño dormir y despertar a tu lado...
Yo: Yo también lo extraño, pero ya sabes...

Me interrumpio.

Sebastian: Si... Esto tiene que ser así...
Yo: Lo lamento cielo...
Sebastian: No es tu culpa amor... Esto lo sabíamos desde el inicio...

Nos miramos a los ojos.

Sebastian: Sabes que te amo.
Yo: Y sabes que yo a ti.

Lo bese.
El me dio una ligera sonrisa.

Después me fue a dejar a mi casa.
No quería que se fuera, quería que se quedará aquí conmigo pero no sé podría.

Yo: Regresa con cuidado.
Sebastian: Lo haré...

Nos besamos.

Al salir del auto el me dio una pequeña nalgada.
Traía la falda de la escuela y era un poco corta, Sebastian me decía que le gustaba porque así podía admirar mi trasero.
Eso en ves de incomodarme me daba risa.

Le di una mirada de que no me hacía gracia y el solo puso de nuevo su mirada sexy.

Me despedi oficialmente y entre a casa.

Mi Psicólogo. (Sebastian Stan y tú). 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora