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Sebastian me había estado ayudando para mí examen. Había pasado por mi después de la escuela y fuimos a su casa.

Yo: Soy un asco para geometría... Apenas y podré pasarla.
Sebastian: Ey, no digas eso, yo te voy a ayudar.

Le di una sonrisa y le agarre su barbilla.

Yo: Eres el mejor cariño.

El me robo un beso y yo se lo seguí.

Me pare a la cocina y me serví un vaso frío con agua.
El se paró enfrente de mi.
Me abrazo pegándome por completo a el.

Note como su nariz estaba tocando con la mía.

Sebastian: ¿Me acompañarás mañana a la fiesta cierto?.
Yo: Está vez si... Lo prometo...
Sebastian: Tu eres la mejor...

Me cargó hacia la mesa de nuevo y me sentó en una silla.

Yo: Ja, pensé que me tirarias en ella.
Sebastian: Amor, ahora hay que terminar de que estudies.

Le sonrei.
En realidad creo que si le preocupaba.

El se sentó a lado mío.

Yo: De acuerdo profesor sexy... ¿Que me enseñará está vez?.

El se puso sus lentes, JODER ¿con que derecho Sebastian?, El era tan hermoso, tierno y sexy con lentes.
Sus ojos brillaban más y eran un poco más grandes.

Yo jugué con mi lengua pasándola por mis labios.

Sebastian: ¿Que?.

El soltó una carcajada mirándome extrañado.

Yo: Estoy completamente y locamente enamorada de ti... Joder... Me haces perder la maldita cabeza.

Puso sus ojos fijamente en mi.

Sebastian: Concéntrate ¿Quieres?.

Le voltie los ojos jugando.

Sebastian: Ven...

El se dio una palmada en su pantorrilla y eso indicaba que me sentará en el.
Yo obedecí.

Me senté sobre el y mi otra pierna estaba subida en su otra pantorrilla.

Empeze a ponerle atención a mi guía cuando oí que Sebastian no hablaba. De hecho voltie y lo vi tan concentrado en mi mirada.

Yo: ¿Ahora que?...
Sebastian: Shhh...

Me hizo mi cabello para el otro el lado y sus labios rápidamente estaban sobre mi nuca.

Esta bien, lo deje que me besara, yo puse atención a mi guía.
Note que íbamos en la parte de biología.

Yo: El nombre de la especie que tiene relaciones interpecificas del tipo mutualismo ¿es?.

Sebastian no me respondió.
El cosquilleo de sus labios en mi nuca estaba tan presente.

Yo: ¡Sebastian!.

Sebastian: Ya la había leído... Respuesta D... Anémona y hongo.

Lo dijo entre besos que apenas y le entendí.

Leí como otras 3 preguntas que no tenía respondidas, y lo mismo tuve que hablarle dos veces.

Yo: ¿Oye me ayudarás a estudiar o a tener marcas de tus labios por mi nuca?.

El se rió y me miró.

Sebastian: Pero te gusta ¿O no?.

¡Agh! Había veces que odiaba que tuviera razón.

Yo me voltie dándole con solo mi mirada la razón.

Estuve leyendo mientras seguía haciendo lo mismo.
Solo que está vez sus manos ya estaban por dentro de mi blusa apunto de tocar mis pechos.

Joder, esto me estaba exitando que no podía concentrarme.
Me queje bajo y lo mire.

Yo: Oye... No me estás dejando concentrarme... ¡Ni siquiera me estás ayudando!.
Sebastian: Solo cinco minutos ¿Te parece?.

El me miró con su sonrisa sexy.

Yo: Tu dijiste que teníamos que hacer esto primero.
Sebastian: Pequeña... Escucha, las personas siempre cambian de opinión, lo hacen todo el tiempo.

Lo mire sería.

Sebastian: Cinco minutos... Cómo ir al baño... Aparte es bueno tomarte un descanso pequeño mientras estudias.
Yo: Esto no va a ser un descanso Sebastian.
Sebastian: Bueno, ¿Podrías verlo así?, ¿Por mi?, Tu me diste la idea.

Me mordí el labio.
El era mi puta debilidad.

Yo: Bien...

Me sonrio.

Yo: Solo cinco minutos eh...

Al subir a su habitación seguramente ya habían pasado los "cinco minutos", nos quedamos en la escalera besándonos como dos malditos desesperados y quitándonos la ropa de encima.

Sentí que lo habíamos hecho como  4 minutos, pero en realidad habían pasado 3 horas.
Cuando estaba con el y más cuando hacíamos el amor el tiempo se pasaba como un chasquido.

Sebastian: Habías dicho cinco minutos...
Yo: Tu dijiste eso.

Dijo mirando su reloj de mano.

Estaba enrredada en las sábanas.

Yo: ¿Qué hora es?.
Sebastian: 7:43.
Yo: Ja... Creo que me equivoqué.

Nos reímos.

Yo: ... Tengo que irme a casa...

El voltio a verme haciendo una mueca. Sabía que no quería que me fuera.

Sebastian: Quédate... Vamos...
Yo: Sabes que no puedo... Es miércoles, papá no me dejara.

El gruño.

Yo: Perdón...

Dije obligando a qué me mirara y acariciando su mejilla.

Sebastian: No es tu culpa... En realidad no tienes elección, y lo entiendo.

Pegue mi frente con la suya.

Yo: Lo se...

Le susurre.
El me dio un beso en la punta de mi nariz.

Sebastian: ¿Te llevo a casa?.
Yo: No... Shawn pasará por mi...
Sebastian: Bien...

Me pare de la cama y me vesti.

Yo: Te veré mañana... No llegues tarde.
Sebastian: Seré puntual...

Me encime una última vez y le di un beso apasionado.

El me subio el cárdigan rosa que traía puesto al hombro.

Yo: Ja... Gracias...
Sebastian: Te amo.
Yo: Yo a ti.

Salí de la casa y me subí al auto.

Shawn me miró y sonrió.

Shawn: ¿Que sucedió allá adentro? Estás demasiado roja.
Yo: Cierra la boca.
Shawn: Ja... Vamos a cenar tacos ¿Te parece?.
Yo: Me gusta la idea.

Shawn arranco y nos fuimos.

Mi Psicólogo. (Sebastian Stan y tú). 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora