Mi Psicólogo. (Sebastian Stan y tú). 1

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Narra T/N.

Regrese de la escuela a caminata yo sola. Ya que Sebastian me fijo que no podía pasar por mi ya que tenía demasiado trabajo.
Y lo entendía perfectamente, no quería interrumpirlo así que le dije que no había problema.

Mientras iba caminando hacia la casa de Sebastian iba con los audífonos puestos escuchando "Holy" de Justin Bieber.
El día estaba muy despejado así que la canción quedaba perfecta para bailar un poco y tener muy buena vibra.
A veces la música era como un pequeño lugar seguro, me hacía olvidarme de todos mis problemas.

Al llegar a casa de Sebastian tuve que abrir la puerta con sus llaves. Aunque ya tenía que decirle que me diera un duplicado, lo iba a necesitar por un tiempo.

Deje mis cosas en la sala y despues me diriji al baño. Mi periodo al fin había terminado, de nuevo podría tener sexo con Sebastian.
Ya extrañaba mucho esa sensación de estar dentro de el.

Tenía demasiada flojera para hacer mi tarea ahora, así que me fui a acostar un rato a la cama de Sebastian.
Antes de hacer eso saque a Toby de su pequeña jaula y lo acosté conmigo.
Al acurrucarme en las almuadas el olor de Sebastián se impregnó en mi nariz y se me salió una sonrisa.
Toda su cama era cómoda y suave, pero lo mejor es que olía a el y nada se podía sentir mejor.

Y me quedé dormida abrazando al pequeño de Toby y pensando en el amor de mi vida.

(...)

Narra Sebastian.

Llegué a casa con la peor energía de mi vida, nunca me había sentido peor. El cielo estaba despejado pero todo era gris.
No podía sacarme de la cabeza el hecho de que tendré que romperle el corazón a la chica que amo más que a nada en este jodido mundo.
¿Hay alguna manera de renunciar a esto?.

Entre a casa y vi las cosas de T/N en el sofá, supe que ya estaba aquí.
Pero no la veía por ningún lado, así que subí.

Al entrar a mi habitación la vi acostada en mi cama abrazando su conejo.
Era tan tierna y bella al dormir, me daban ganas de abrazarla y darle besos mientras sacaba cada respiración.
Eso mejoro un poco las cosas, al verla a ella las cosas ya no se sentían tan mal, vacías, sin ningún sentido.
Ahí estaba ella, nadamas importaba.

No quería despertarla, pero accidentalmente lo hice.

Sus pupilas se abrieron y de inmediato una sonrisa se creo en su rostro al verme.

T/N: Hola...
Yo: Lamento despertarte... Duerme.
T/N: ¿Cómo te fue?.

Nada bien.

Yo: Bien.

Lo se, pero ahora en este momento, no quiero decirle lo que pasó y a lo que su padre me condenó a hacerle.

Ella se paró y fue a dejar a Toby a su jaula y después se dirijio hacia mi.

T/N: Te extrañe todo el día.

Puso sus manos en mi cuello he hizo que me pegará a sus labios y nos besaramos.
Amaba el rose de sus labios con los míos, eran tan suaves y tan deliciosos.

T/N: Lo prometiste... Dijiste que hoy lo haríamos...

Dijo entre palabras, a milímetros de mis labios.
Hoy sería tal vez la última noche que la tocaría, que la haría mía. No podía dejarlo pasar, una noche por toda una vida valdrá demasiado y puede pasar.

Sin pensarlo dos veces le seguí el beso y no paramos.
Antes de arrojarla a mi cama le quite toda la ropa al mismo tiempo que ella me quitaba la mía.
Le di un beso profundo y me encime en ella dándole suaves besos en su cuello y al mismo tiempo empezando a tocar sus pechos suavemente.
Amaba cada parte de su pequeño cuerpo, no estaba tan desarrollada ni tan poquito, era de acuerdo a su tamaño y eso la hacía totalmente perfecta.

Al follarla intenté ser lo más tierno y suave posible, quería que esté momento fuera memorable para nosotros. Porque sería tal vez el último juntos.

Solo veía esos ojos color castaño mirándome llenos de deseo y placer brillando. Ella me amaba demasiado, de eso no tenía la menor duda.

Joder Sebastian ¿De verdad quieres hacer esto? ¿De verdad le romperas el corazón a la chica que amas?.

Me regañe mentalmente.
Esto me estaba matando, mi mente decía que debía hacerlo pero mi corazón no, mi corazón quería permanecer con ella para siempre.
Se que estaba siendo muy egoísta, pero era su futuro y no permitiría que se arruinara solo porque este conmigo.
Si eso obstruia sus planes y sus otros sueños yo estaba dispuesto a quitarme del camino. Despues de todo nunca fui un deseo o un sueño para ella.
Y aunque nos separemos estoy seguro de que en mi corazón siempre vivirá ella y su amor que alguna vez le di y me dio. Aunque para ella, seguramente, solo sea un mal recuerdo en algún futuro.

Me recoste de lado de su brazo izquierdo, ella me acarició la barbilla y le di un beso en su pequeña y suave frente.

T/N: Se sintió increíble... Nunca lo sentí mejor...
Yo: ¿Me esforze está vez ah?.

Ella se rió.

T/N: Si... Si lo hiciste.

Termine riéndome con ella.

Recargue mi cabeza en mi hombro que estaba recargado en el colchón y mi otra mano estaba acariciando su mejilla.

T/N: No puedo esperarme a ir a vivir a Nueva York contigo... Será mejor de lo que pude haber imaginado... Lo mejor de todo es que estaremos juntos.

Y la sonrisa de mi rostro desapareció de repente.
No será así, dios esto se sentia horrible me aplastaba el maldito pecho. Yo, ¡Yo! La persona en que confiaba, que literalmente dejo todo por mi, la persona que le quedaba y sobre todo, que tenía la idea que la amaba incondicionalmente le rompería el corazón y ese, vuelvo a repetir, era yo.
En ese momento deseaba ser cualquier otra persona menos yo, no quiero saber que seré yo el que destruirá cada parte de su frágil corazón, el que destruirá todas sus ilusiones de la idea del amor.
Preferiría que me clavaran mil cuchillos, preferiría irme al infierno, preferiría que mi alma se quemará. Preferiría todo menos eso, menos romperle el corazón a mi pequeña.

Pero está, era mi realidad, nuestra realidad. Ojalá y fuera de esas historias ficticias que puedes cambiar la historia del cuento.
Pero lamentablemente en este "cuento de hadas" no es así, no puedo cambiar nada porque es la única opción que tengo.
Y ya me daba absolutamente lo mismo que pasará conmigo, solo quería que ella estuviera bien. Que tenga todo lo que merece, que vuele alto.

Di un suspiro y le di un beso.

Yo: Si...

Dije intentando finjir.

Ella me dio una sonrisa calida y despues me acosté bien y se acurrucó en mi quedando abrazados completamente, desnudos. Sintiendo su sudor y calor en mi pecho y su respiración entrar y salir.

¿Podía un momento durar por siempre? Porque quería que esté lo fuera. Solo quedarnos así, por siempre olvidarnos de el mundo.

T/N: Te amo cariño.
Yo: Te amo T/N.

Lo dije con la mejor sinceridad que jamás pude haber dado.
Sentí los ojos ponerse cristalinos, jamás había sentido tanto, no así, T/N se llevaba varias primeras experiencias, y lo se, puede resultar raro para un hombre de 36 como yo.
Una de ellas era sentir tanta vulnerabilidad, culpa y pena.
Pero trataba de ver el lado positivo de esto.

Ella estará bien Sebastian,
ella será feliz,
solo dejala ir, tienes que hacerlo
si la amas de verdad, hazlo.

Mi conciencia me habló.
¡Mierda! ¿Porque era tan difícil?.

Porque la amas.

Eso era cierto.

Y porque la amas... Debes de dejarla ir.

Escuché nuevamente la voz de mi conciencia.
¡Joder, te odio maldita conciencia!.
Pero tenía razón, tenía la puta razón.
Y quiera o no, lo haría, lo haré.

Perdoname por todo lo que haré.

Le dije a mi pequeña, a mi T/N. Pero solo a mis adentros, esperando que mi conciencia conecte con la suya y le pase por la mente.
Pero simplemente era imposible, tenía que decirle las cosas como iban y eran.