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Yo: ¡No!, ¡Sebastian! ¡Aaaah!.

El se atacó de risa.

Yo: ¡Te voy a matar!.

Agarré la otra cubeta de agua que estaba del lado de la llanta y intenté mojarlo.

Solo le cayó en media cintura.

Aunque ya estábamos super empapados nos seguíamos mojando como locos.
Sebastian me dijo que lo ayudara a lavar su auto, pero en vez de eso nos terminamos lavando a nosotros, el auto ni siquiera estaba enjabonado.

Sebastian: ¡Oye!.

El empezó a perseguirme, me agarró por la cintura y me cargó.

Le acaricie su cabello y el agito su cabeza causando que su cabello sacará pequeñas gotas de agua. Eso me mojo un poco la cara.

Me reí y me di un beso.
Nos besamos después un par de veces.

El me bajo.

Sebastian: Voy a llenar de nuevo las cubetas...
Yo: Jaja okey.

Fui a la cochera por mi celular y en ese momento me entró una llamada de la universidad de NYU.
Mis nervios se penetraron en mi en ese instante.

Yo: ¿Si?.

Una mujer me contestó, era Michelle, la chica que nos había atendido la otra vez en la escuela.

Michelle: Buenas tardes señorita T/N, le marco de la Universidad de Nueva York, hago está llamada para comentarle que su solicitud para la entrevista a sido correspondida con éxito.

En ese momento una sonrisa se me salió del rostro y di un brinco.

Michelle: Las entrevistas se harán en su mismo colegio el próximo viernes, esperemos contar con su presencia y que estoy segura nos sorprenda con su talento...
Yo: Muchas gracias Michelle, estaré ahí por supuesto.
Michelle: Gracias por hacer la solicitud con nosotros señorita T/A, la veremos la próxima semana.
Yo: Estaré ahí, gracias...
Michelle: Hasta pronto...

Colgué el teléfono y no podía creerlo, me habían aceptado otra entrevista, ya tenía de Oxford y de Pensilvania y de NYU.

Me di la vuelta con una sonrisa y después vi a Sebastian atrás de mi.
Ya no podía hacer nada porque había visto la sonrisa delativa de mi rostro.

Sebastian: ¿Quién te llamo?.

Ya, tenía que decírselo, no podía ocultarselo.

Yo: Seb... Tengo algo que contarte.

El me miró confundido.

Sebastian: ¿Que sucede cariño?.

Nos sentamos en la banca pequeña de la cochera y Sebastian me miró fijamente.

Sebastian: ¿Me dirás qué es lo que pasa?.

Di un suspiro.

Yo: Okey... No se cómo lo vallas a tomar pero... Tengo que decírtelo...

Narra Sebastian.

En cuanto ella dijo eso me asusté, pensé que me diría una cosa terrorífica o algo parecido, algo como "te engañe con alguien" o "bese a otro", no lo sé me imaginaba lo peor, aunque suene bastante dramático.

T/N: Escucha... Hace unas semanas hice admisiones para las universidades... Y... Ya tengo tres respuestas para entrevistas y... Me da miedo decirtelo porque, no se cómo lo vallas a tomar...

Wow, me sentí realmente feliz por ella, y debo admitirlo fue la primera vez que lo pensé... Mi novia se iría a la universidad. Más pronto de lo que llegue a imaginar.

Yo: ¿Estás bromeando?, Cariño ¡es increíble!.

Vi una sonrisa de luz y de alivio formarse en ella.

T/N: ¿Lo... Lo dices enserio?... ¿No te molestas?...
Yo: ¿Que? Por supuesto que no, ¿Porque me molestaría?...
T/N: Bueno no lo se... Ammm... A veces las parejas se pelean cuando se enteran de que quieren ir a estudiar al otro lado del pais...

Cuando oí esa frase de "al otro lado del país" entonces lo supe, ella no quería quedarse.

Yo: ¿A qué universidades te postulaste?.
T/N: Ammm no ha muchas pero... Recibi respuestas de Pensilvania, Oxford y... Ahorita fue NYU.

Ninguna de esas universidades estaba en los angeles y Oxford estaba del otro lado del mundo.

Y en ese instante supe que esto nos separaría, pero solo a la distancia porque estoy seguro de que jamás la dejaría de amar.

Yo: Ay amor es de verdad estupendo... Estoy muy orgulloso de ti...

Le acaricie su pequeña y suave mano.

T/N: ¿De verdad estás de acuerdo?...
Yo: Si... Obvio que si... Oye, esto me hace demasiado feliz, yo quiero verte feliz... No importa si quieres irte a estudiar a otro planeta...

Ella soltó una carcajada.

Yo: No va a ver nadie tan orgulloso como yo cuando sepa... Que quedaste en una de esas universidades...

Ella me sonrió tiernamente.

T/N: Gracias por apoyarme...
Yo: Siempre...

Nos besamos.

Yo: Vas a arrasar en tus entrevistas, te lo prometo.

Ella me volvió a besar.

Esto me ponía triste debo admitirlo, pero ella era mi felicidad y nunca quise que esa sonrisa tan brillante de su rostro se apagará jamás y menos por culpa mía.
Así que haría todo por verla bien y feliz, no importa si debo morir en el intento o si debo perderla. Daría todo, absolutamente todo lo que tengo para que ella tenga lo que se merece, porque mi T/N... Mi pequeña, se merece el universo entero.

Mi Psicólogo. (Sebastian Stan y tú). 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora