Mi Psicólogo. (Sebastian Stan y tú). 1

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Hoy era navidad.
Una de mis épocas favoritas del año, pero ya faltaban menos de cinco días para mi fiesta de cumpleaños, y estaba realmente emocionada.

Baje a desayunar y todos estaban arreglando cosas y llendo de un lado hacia el otro.

Yo: ¿Abra una revolución aquí o porque todos están corriendo como locos?.
Josh: Es navidad tienen que preparar las cosas.
Yo: ¿Y papá?.
Josh: En su estudio.
Yo: Ire a saludar.

Fui al estudio de papá.

Yo: Hola...
Papá: Hola cariño, buenos días.
Yo: Ja, ¿Estás aquí en vez de ayudar a tu gente a preparar las cosas?.
Papá: Bueno, para eso los contraté... Para que lo hagan por mi.

Me reí.

Papá: Oye... Tengo que hablar contigo.
Yo: Dime.
Papá: ¿Te sientes... Realmente cómoda cuando vas a terapia con Seb?.

¿Que significaba eso?.

Yo: Si... Quiero decir, al principio creí que sería bastante incómodo pero resulta que no fue así, me gusta ir con el.
Papá: Entiendo... Es que, no se... Hija ¿Hay algo que yo no sepa?.

Mierda.

Yo: ¿Que no sepas de que?.

Dije en tono bromista.

Papá: No se... ¿Esta pasando algo con Seb?.

Me reí intentando parecer que me fue ofensivo.
Pero en realidad los nervios entraron en mi en ese momento.

Yo: Pa... Seb es mi psicólogo, solo eso, ¿Que crees que más pasaría entre nosotros?.

El soltó una carcajada.

Papá: Si tienes razón, lo siento... No se que pensaba... Perdoname si te ofendi.
Yo: Sabes que si Sebastian me hiciera algo ya te lo hubiera dicho, no me quedó callada.
Papá: Si... Seb es como tu tío, se que el jamás se atrevería a tocarte o hacerte daño ¿Verdad?.

Hacerme daño no... Pero lo otro si, hay dios cada que le mentía a mi padre era como meterme una hacha al maldito cuello.

Yo: No, para nada.

Dije tratando de sonar tranquila y sincera.

Papá: Bien.. ve a desayunar algo con Josh y Angela.
Yo: Si...

Estaba apunto de irme cuando dijo algo.

Papá: Oye, invite a la mamá de Rebe y a ella a qué vengan a la cena de hoy ¿Esta bien?.

Que Rebe viniera era genial, aunque no creo que esté tan convencida de venir, ya que Emma estaba aquí.

Yo: Si, porsupuesto... Así que... ¿Ya tienes algo con ella no?.
Papá: Ja, apenas estamos conociéndonos.
Yo: Bien... No me quejo, pero recuerda que tienes hora de llegada.

Papá se rió.

Papá: De acuerdo señorita mandona.

Sentí un deja vu, Seb a veces me llamaba así.

Yo: Bien, te veo al rato.

Me fui con Josh y Angela a desayunar.

(...)

Estábamos aburridos y decidimos armar el árbol tercero de la casa entre Josh, papá y yo.

Papá: No dejes que tú hermana se suba a la escalera.

Regaño a Josh.

Yo: Déjame, estaré bien.

Yo iba a poner la estrella en la punta del árbol.

Yo: ¡Ya está!.

Baje y nos abrazamos.

Papá: Quedó hermosa cariño.
Josh: Primera vez que no la pones chueca.
Yo: ¡Quieres superarlo, tenía 8 años!.

Le di un golpe suave en la cabeza.
El solo se rió.

Yo siempre he puesto la estrella en el arbol, pero Josh me dijo eso ya que papá siempre me cargaba de hombros cuando estaba más pequeña para ponerla, y siempre la ponía chueca.

Papá nos abrazó por la espalda.

Papá: Me alegra que estemos los tres juntos aquí.
Josh: Si... Estos momentos se disfrutan.
Yo: Aunque... Faltan dos personas...

Me refería a mamá y a mi hermana.

Los tres suspiramos.

Josh: Lo importante... Es que nos disfrutemos mientras estemos vivos.
Yo: Eso... Sonó muy sabio...
Josh: ¿Verdad? Hasta yo me sorprendi.

Nos reímos.

Nos quedamos viendo al árbol.
Ese era un momento muy bonito y memorable con mi familia, pero en eso Emma vino a interrumpir, tenía que ser.

Emma: Primita, querida ¿Puedo hablar contigo en privado un segundo?.

Voltie a verla.

Yo: No puedo ahorita Emma...

Quise concentrarme de nuevo en lo que estaba pero sentí como me susurro.

Emma: Mira que estoy siendo lo bastante prudente... Porque no te va a gustar que tú padre escuché lo que voy a decirte.

Mi cara se volvió sería.
No tenía opción, fuera lo que fuera no podía arriesgarme.

Yo: Vuelvo en un segundo...

Emma me tomo de la mano y me llevo a un pequeño rincon.

Yo: Emma... ¿Que quieres?.

Ella me miró.

Emma: ¿Sabe que Sebastian y tú se estan follando?.

Mierda.
La agarre de los hombros tratando de hacer que se callara.

Yo: ¡Cállate!.
Emma: Ja, aquí las órdenes las daré yo.

Ella se soltó de mi.

Yo: ¿Cómo lo supiste?.
Emma: Esto... Me ayudó un poco...

Ella saco mi diario de su bolso.

Yo: Así que tu lo tenías.
Emma: Si, y sinceramente te lo iba a dar ayer pero... Tenía que decirte esto primero.

Maldita perra.

Yo: Y... ¿Ahora que?... ¿Le diras a papá?.
Emma: Se me ocurre algo mejor.

La mire.

Emma: Quiero que rechazes tu beca para Nueva York.
Yo: ¿¡Porque!?.
Emma: ¡Porque me gusta molestarte!, Porque no puedes ser mejor que yo, y si hay alguien que va a arruinarte la puta vida esa sere yo, te lo advertí T/N tu nunca... Te librarás de mi.
Yo: Eso no te incumbe Emma...

Ella se rió.

Emma: Si no lo haces... Tendré que contarle a tu padre que su hijita es una completa zorrita adolescente con hormonas... Y que ya probó su primera polla, ¡De un hombre muchísimo mayor!, Y lo peor... De su mejor amigo... Que lástima.

No respondi, ni siquiera sabía que decir.

Emma: Que te echen de casa... Te envíen a un internado fuera del país como tú hermana, o Sebastian... Aunque también a el lo perderás.
Yo: ¡No metas a mi hermana en esto!, Eso no te lo permitire.

Ella se rió falsamente.

Emma: Bueno ya tranquila.

Maldita desgraciada.

Emma: Tu eliges cariño... ¡Feliz navidad!.

Emma se fue y yo me quedé en el puto rincon.

Me sentía tan impotente y tan estúpida, quería haberle dicho algo, defenderme.
Decirle que no lo haría, pero simplemente no pude.
Una lágrima se me salió del ojo en ese momento.

¿Ahora que carajo haría?.