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Estaba muy feliz, salí de mi entrevista de la NYU y creo que me fue bien.
Dijo el chico que me entrevisto que le encantó la forma en que pienso, mis metas y que solo soy yo misma y que eso era lo importante.
Ojalá y se me diera la oportunidad, pero a un faltaba hacer el examen.

Me explicaron que podía elegir en hacer un examen de admisión o una carta de solicitud de admisión.
Tome el consejo que Sebastian me había dado. Dijo que era mejor que hiciera el examen de admisión que una carta ya que muchas de las veces las cartas ni siquiera las leen y solo te lo niegan, mientras que un examen se da por lo que obtuviste y me dijo que si, sería un poco complicado pero si me iba bien podrían aceptarme.

Sentir el apoyo de mi novio me daba más motivación para seguir, el me hacía querer darlo todo y no rendirme, estaba tan agradecida que me esté apoyando en esto.
Amaba tanto a Sebastian Stan.

Hoy papá fue por mi al colegio, lo acompañe a su trabajo y después nos regresamos a casa.

Estábamos en la sala, yo estaba jugando un juego de canicas digital que Shawn había descargado en mi celular para jugar en clase.
Ya que le habían restringido el suyo ahora usaba el mío en clases.

Hoy no podía ir con Sebastian aunque lo extrañará demasiado... Solo nos veíamos los días que tenía "terapia" con el y por supuesto los fines de semana.

Papá: Oye faltan ya muy poco para tu cumpleaños número 17... Deberíamos de empezar a organizar tu fiesta.

Papá tenía la costumbre de cada año hacerme una fiesta grande por mi cumpleaños, era una tradición en la familia, a mi hermana le hacían lo mismo cada año, y ahora seguía yo.

Yo: Ammm si... Tenía pensado invitar a la gran mayoría de la escuela, ¿Estaría bien?.
Papá: Claro, es tu último año y también obvio a la familia.
Yo: Si, estaría excelente...

Lo mejor de esto es que yo cumplía el 1 de Enero, lo que significaba que en la noche celebrabamos año nuevo y en conjunto mi cumpleaños.
Y como venía toda mi familia, más mis amigos y también amigos de papa era muy divertido.
Y tampoco era porque me tocaran regalos dobles.

Papá: La haremos aquí en la casa ¿Te parece?.
Yo: Sip, ay demasiado espacio.
Papá: Bien...

Vi que papá se paró.

Yo: ¿A dónde vas?.
Papá: Bueno, tal vez sea un poco tarde para decirtelo pero... Tengo una cita.

Yo me quedé con la boca abierta ¿Enserio papá?.

Yo: Ah si, ¿Con quién?.
Papá: La madre de tu amiga.

Ay no puede ser.

Yo: ¿¡Rebe!?, Ay papá... No jodas...

No me enoje, me reí.

Papá: Oye, cuida como hablas.

Yo le voltie los ojos.

Yo: Perdon es que... Ahhh... No olvídalo, ve, te doy permiso.

La verdad es que como hija de un padre viudo nunca imaginé ver a mi padre amar a alguien más que no sea mamá.
Supongo que me hago ganar el apodo de "egoísta" pero no era fácil.
Aunque obvio no podía oponerme, después de todo es mi padre, y tiene derecho a hacer su vida, como cualquier otra persona en este mundo.

Papá: ¿Ah tu me das permiso? De acuerdo señorita mandona, no llegaré tarde... Llegaré a las 2 de la mañana como alguien que tengo enfrente.

Eso me ofendió, pero solo era de broma.

Yo: No más tarde.

Papá se rió.

Papá: De acuerdo...

Yo: ¡Te quiero!.
Papá: ¡Te quiero más!.

Solté una carcajada cuando papá cerro la puerta de la sala.

Después de eso fui al patio y estuve leyendo un rato con mis audífonos puestos.

Mi Psicólogo. (Sebastian Stan y tú). 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora