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Al día siguiente los chicos y yo teníamos una fiesta en la playa, organizada por los de la escuela.

Rebeka: ¿Y enserio no vas a perdonarlo?.
Yo: Ahhh... Por ahora no quiero hablar de eso ¿Okey?.
Rebeka: Como quieras amiga...

Rebe se refería a Sebastian. La verdad es que lo extrañaba y siendo sincera me sentía mal ya que tal vez si era verdad lo que me dijo a noche en el kiosco.
Pero no quería pensar en eso ahora, solo quería disfrutar de la fiesta.

Rebeka: Ahí está mi hombre.

Vi a Tom caminar hacia nosotros.

Yo: ¿Enserio lo invitaste?.
Shawn: Yo le dije lo mismo.
Rebeka: ¿Que? ¿Les molesta?.
Yo: No, para nada... Solo que, no lo esperaba.
Rebeka: Bueno pues... Los veré al rato.

Rebe se fue con Tom y Shawn y yo caminamos por la playa.

En la tarde comenzó la fiesta.

Hubo una resbaladilla de agua de tapete.
Shawn y yo competimos y fue un empate.

Hicimos competencia de shots, mi equipo y yo ganamos.

Anduvimos por lanchas toda la escuela casi en toda la playa.

Nos aventamos clavados de una roca gigante.

Nos mojamos con demasiadas botellas de champagne.

Y en la noche hicieron una fogata enorme frente a mar, todos seguían bebiendo.
Shawn y yo estábamos con Lauren, Noah y Olivia, otros amigos de la preparatoria.

Yo: Oye Shawn... Creo que ya es un poco tarde, tengo que irme.
Shawn: ¿Enserio?, Te llevo a casa.
Yo: No no... Estoy bien, me iré caminando es una linda noche.
Shawn: De acuerdo...
Yo: Me despides de Rebe.
Shawn: Ella ya se fue con Tom jajaja.
Yo: Wow, ni me había dado cuenta.

Nos reímos.
Me dio un beso en la frente, me despedi de los chicos.

Salí de la playa y empecé a trotar por el camino.
De regreso a casa me puse a pensar en Sebastian, no podía evitar sentirme mal.
Todo el día gracias a la fiesta y lo divertida que estaba me había olvidado por completo de el, pero ahora que estoy sola volví a sentir ese pequeño vacío.

Y en eso por arte de magia un auto se paró a lado de mi.
Yo voltie y era Sebastián, joder.

Sebastian: Sube, te llevo a casa.
Yo: ¿Estabas siguiéndome?.

Fue lo único que se me ocurrió.

Sebastian: Solo sube.

Yo le di un no con la cabeza.

Sebastian: Vamos pequeña, sabes que tú padre me mataría si te dejo aquí.

Suspiré.
Al final acepte, me subí a su auto.

Mientras el iba manejando el único ruido que escuchaba era como las llantas rodaban, y un poco la radio que seguramente estaba a volumen "1".
Ninguno de los dos hablaba hasta que me di cuenta de algo.

Yo: Oye está no es la ruta a mi casa.
Sebastian: Quiero mostrarte algo...

Yo no le respondí, solo miraba a la ventana.

Sebastian: Oye... Enserio lo lamento, ¿Pero crees que quise enamorarme de la hija de mi mejor amigo?.

Voltie a verlo y de nuevo nos miramos a los ojos.
No volví a responder.

(...)

Sebastian me había llevado a las letras de "Hollywood" en lo alto de la montaña.

Estábamos sentados y de nuevo sin decir ni una maldita palabra.

Suspiré.
Decidí romper el hielo.

Yo: ¿Aquí también has traído a Peyton?.

El me miró.

Sebastian: Aquí no había traído a nadie, hasta ahora...

Me hizo su maldita mirada sexy.

Yo: Jajaja... Ay enserio no puede ser, de verdad tienes talento.

Soltó una carcajada.

Yo: Eso suena extraordinariamente bueno cuando lo dices, ¿Debes saberlo no?.

El me hizo cara de "no".

Yo: Eres un patán... No cambia nada... Dime ¿Cuál es la diferencia entre lo que sucedió y....?

Me interrumpio.

Sebastian: La diferencia eres tú.
Yo: ... Estás loco...
Sebastian: Estoy loco por ti T/N...

Tal vez eso me hizo ver muy niña pero se me salió una sonrisa que hizo que me mordiera el labio.
Joder, si tiene talento.

Los dos soltamos carcajadas.

Lo mire.

Yo: Okey... Okey... Te perdono...

Eso lo dije mirándolo a los ojos.

Yo: Pero esto es lo que vamos a hacer... Reglas...

El me puso atención.

Yo: No más secretos, me dirás la verdad siempre...
Sebastian: Okey...
Yo: Y si en realidad hacemos esto, nadie lo puede saber... A excepción de mis amigos claro.
Sebastian: Ja, de acuerdo...

Nos sonreímos.

Sebastian: De verdad eres tan linda cuando mandas...

Mire hacía abajo sonriendo, después nos miramos y volví a mirar esos brillantes y grandes ojos azules.

Yo: ¿Lo prometes?...
Sebastian: Eyyy...

Me empezó acariciar el cuello.

Sebastian: Lo prometo...

Dijimos esas palabras susurrandonos.
Nos dimos una mini sonrisa y nos besamos.

El después se alejo de mi y se paró.

Sebastian: Tengo que preguntarte esto antes de que sea tarde...

Me miro.

Sebastian: Porque si de algo estoy seguro... Es de que no quiero perderte jamás...

Yo me pare y fui con el.

Sebastian: T/N... ¿Te gustaría ser la novia de este hombre mayor que tu?.

Y de repente mi corazón de estar roto paso a sonreír y a brillar en cuanto Sebastian hizo esa pregunta.
No pude ocultarle mi sonrisa.

Yo: Si... ¡Si!... Me gustaría más que a nada.

El me dio la sonrisa más grande del mundo.
Vi como esos mares clistalinos azules atrapados en esos ojos crearon olas enormes.

Me cargó y me besó.

Sebastian: Te amo...
Yo: Te amo yo a ti...

Nos besamos de nuevo, fue el beso más hermoso que Sebastian me había dado.

Después de eso hicimos el amor en la montaña de Hollywood, arriba literalmente de toda la cuidad de los angeles.

Y esa noche se volvió una de mis noches favoritas de las que había pasado con Sebastian.

Mi Psicólogo. (Sebastian Stan y tú). 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora