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Narra T/N.

Desperté.

Me toque la cabeza inmediatamente, sentí un dolor inmenso de migraña.
Y después recordé todo lo que había pasado anoche, eso me hizo suspirar pero también me dio risa.

Me senté y no vi a Sebastian en la habitación.
Me pare, me amarre el pelo y fui al baño.

Al hecharme agua en la cara y secarmela oí un "despertaste" de una voz bastante conocida.

Yo lo mire y le sonreí.
El se acercó a mi, me rodeo con sus brazos creado un abrazo y recargue mi cabeza en su pecho.

Yo: No me vuelvas a dejar tomar...
Sebastian: Tranquila... Tengo tu remedio, ven...

Me tomo de la mano llevándome de nuevo a la cama.

El me dio una manzana y me hizo tomarme una pastilla con agua.

Yo: ¿Chris no se molestó porque dormimos en su habitación?.
Sebastian: No... Dijo que estaba bien.
Yo: Bien...

Me dio un beso.

Sebastian: ¿Cómo te sientes?.
Yo: Me duele la cabeza horrible...

Dije haciendo una voz chillona de súplica y me recargue en su hombro.

Sebastian: Espera a qué la pastilla haga efecto.
Yo: No puedo regresar a casa así... Papá me descubrirá y va a matarme, aparte sabe que no me fui con Rebe porque estuvo con Hiddleston, y... Le dije que iría con Shawn y Patrick.
Sebastian: Ja, ya entendí porque no vino Tom...

Me reí.

Sebastian: Tranquila, iremos a mi casa, te darás una ducha y en la tarde te llevaré a casa.
Yo: Sabes que no puedes llevarme.
Sebastian: Te dejaré una cuadra atrás de tu casa, no quiero que te vallas así.
Yo: Después del baño me sentiré mejor.
Sebastian: Vamos a qué comas otra cosa.

Me tomo de la mano y bajamos, fue un largo camino para llegar a la cocina.
Vimos a Chris preparando algo junto con Anthony.

Nos saludamos y Sebastian se acercó a ayudarles.
Me fui a sentar en el pequeño sofá y en eso me entró una llamada de papa.
No tuve opción, tenía que responder.

Yo: ¿Hola?.
Papá: ¿Dónde estás?.

El sonó con voz de enojado.

Yo: Pa... Estoy bien, estoy en la casa de Shawn, y... Estamos desayunando.
Papá: Sabes que no me gusta que te quedes en otra casa que no sea de Rebeka, ni siquiera me avisaste.
Yo: Lo... Lo siento ¿Okey?, Pero estoy bien.
Papá: Te quiero esta misma tarde en casa a las 6 EN PUNTO, ni un minuto más ¿Entendido?.
Yo: Si... Si... Llegaré a tiempo.
Papá: Cumple tu palabra.

Iba a decir algo más pero para mí suerte ya había colgado el teléfono.

Mierda, sabía que estaba en problemas.

Sebastian: ¿Que sucede?.

Me acerque a el y volví a pegar mi frente con su pecho.

Yo: Mi papá llamo, se molestó porque no llegue a casa a noche y quiere que esté en casa antes de las 6.
Sebastian: Bien, estaras en casa antes de las 6, solo por ahora vamos a desayunar, necesitas comer.
Yo: Si...

Desayunamos.

Después de desayunar ayudamos a Chris a limpiar un poco la casa después de la fiesta de anoche.
Y nos fuimos nuevamente a la casa de Seb.

Al llegar yo me sentía completamente agotada, eran las 3:26 de la tarde, aún tenía tiempo de bañarme.

Sebastian: Tus ojos son de sueño...
Yo: Estoy demasiado agotada...
Sebastian: Vamos a darte un baño y después... Puedes quedarte dormida en mi pecho como siempre lo haces... Mientras yo te recuerdo lo mucho que te amo.

Le di una sonrisa y el me besó varias veces.

Yo: Solo que no pase de las 6... Porfavor...

Nos reímos.

Sebastian: Bueno...

Lo bese un par de veces.

Yo: ¿Te puedo pedir un favor?...
Sebastian: Claro.
Yo: Bañate conmigo...

El me sonrio.

Sebastian: No... Está vez no...
Yo: ¿Porque?.

Dije jugando con mi mirada mientras lo besaba.

Sebastian: Tu necesitas bañarte de verdad... Y sabes que...

Lo interrumpí.

Yo: ¿Y quién dijo sexo?.
Sebastian: Tu... Tu lo acabas de decir.
Yo: No tenemos que hacerlo... Solo, bañate conmigo y tócame... Solamente quiero eso...
Sebastian: No... No, no no.

El se apartó de mi.

Yo: Vamos cielo... Solo está vez...
Sebastian: No, no lo haré, no lo haremos y esa será mi última palabra.

Me metió al baño a la fuerza y antes de que cerrará la puerta le saque la lengua intentando darle un insulto como una niña de cuatro años cuando le quitaban su paleta.
No funcionó, el se burló de mí.

8 minutos después.

Yo: ¡Sebastian!...

Solté un gemido gritando.
Sebastian estaba mordiendo mi cuello como un maldito vampiro de esos que vivían en castillos y te chupan la sangre, follandome bruscamente.

¿Porque siempre hacíamos esto?, La cosa de decir "no", y al final siempre terminar aceptando. Bueno, creo que era cosa de nosotros, pero en realidad está vez fue el quien lo hizo.

La agua estaba tan caliente que no sentía que la piel se quemará, el calor y Sebastian a dentro de mi me hacían olvidar el hecho de que mi piel podría ser rostizada.

Sebastian: Dilo...
Yo: ¡Sebastian!...
Sebastian: No pares...
Yo: ¡Sebastian!...
Sebastian: ¡Grita!...

Y en eso el me forzó más, se movía mucho más rápido dentro de mi y me tocaba bruscamente.
Joder, amaba esto, amaba la sensación de que el estuviera dentro de mi.

Eso me hizo concederle el hecho de gritar tanto como el quería.

Cuando se separó de mi me undi en el agua por un segundo.

Yo: Gracias...

El se rió.

Sebastian: Al final siempre logras convencerme.

Al salir de ducharme estaba en la cama sentada desnuda, Sebastian me estaba ayudando a hidratar mi piel con crema en la espalda.
Y no solo eso, me daba masaje que era tan reconfortante.

Después me vesti y estuve hablando con el un buen rato, sobre mi escuela, que ahora jugaré Voleibol y sobre la universidad, el me contaba sobre su trabajo.
La pasaba genial con el, en ningún momento me aburria.

Yo: Ya tengo que irme...
Sebastian: Lo se...

Voltie a ver en el tocador y me di cuenta que ya nos faltaba poco para acabar el libro.

Yo: Nos falta un poco para acabar boulevard.
Sebastian: ¿Que te parece si el viernes después de tu partido lo terminamos de leer?.
Yo: Me gusta la idea, pero iré a comer con papá y mis amigos...
Sebastian: Bueno entonces el sábado.

Lo bese.

Sebastian: Sabes que te amo ¿Cierto?.
Yo: Lo se pero... Síguemelo recordando todo el tiempo.

El me acarició mi mejilla.

Yo: Recuérdamelo... Hasta el último día de mi vida...

Vi como sus ojos se guiaron en los míos.

Sebastian: Lo haré...

Me susurro.

Quería amarlo hasta el último dia de mi vida, quería que el hiciera lo mismo.
Quería quedarme con Sebastian Stan por el resto de lo que durará mi jodida vida, ya no quería a ninguna otra persona, solo quería a ese hombre mucho mayor que se había robado por completo mi corazón.

Mi Psicólogo. (Sebastian Stan y tú). 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora