-entonces me vas a matar?- preguntó él con su nuez de Adán rozando el filo de aquella navaja.
-entonces me vas a decir la verdad?- réplica ella estando encima de él y con un arma directamente apuntandole sobre su corazón.
-ya te la dije- la chica ejerció presión sin llegar a cortarle en su cuello.
-...por qué no eres sincero conmigo?- la decepción y desilusión se notaban en los ojos de la chica, pero ni siquiera así dejaba de estar a nada de matarlo ni aflojar la presión.
-porqué me usarías y manipularias como ya te vi hacerlo antes con otras personas- ahora la tristeza inundó las facciones de ella.
Se separó del hombre y con dolor en su rostro habló.
-no eres otras personas, tú eres de quién me enamore, de quién mataría y moriría si fuera necesario... Y no tienes ni idea de cuánto te odio por eso, por hacerme sentir todo.- el hombre quedó plasmado ante sus palabras, él también se había enamorado.
Al no ver respuesta, caminó hacia la salida, no bajaría la cabeza ni dejaría ver lo mucho que le dolía no tener respuesta.
Salió de la habitación y a los minutos llegaron hombres con trajes negros, camisas blancas y corbatas.
-señor lo lamentamos, no pudimos detenerla, se encuentra bien?- el contrario no respondió.
-oye...- su mejor amigo y guardaespaldas lo llamó, pero solo pudo levantarse e ir hacia la ventana.
-creo que la amo- los recién llegados se miraban extrañados entre ellos, mientras que él miraba hacia la nada.
Si, Bakugo Katsuki se había enamorado, nada más y nada menos de la única mujer que ya lo había podido matar reiteradas veces y que acababa de confesarsele delante de él, Uraraka Ochako.
Buenass
Les trago otra historia Kacchako
Está vez si hice prólogo;)
En fin, si les gustó los invito a comentar, votar y compartir la historia
Sin más que decir, espero que les guste la historia y que estén bien
Baibai ✨
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Vinilos Y Disparos
Fanfiction¿Que sucedería cuando dos viejos conocidos de reencuentran? No tienen nada personal en común, no son adolescentes, no deben dejar de lado sus obligaciones, se soportaron toda su vida, la rivalidad nunca los abandonó. Entonces... ¿por que ya no sie...