Katsuki se quería ir a la mierda.
Estaba en la fiesta de bienvenida de la estúpida, ya sabia como eran estás fiestas, siempre era lo mismo con la misma gente y siempre se hacía lo mismo.
Todo era una hipocresía de trabajos sucios bajo la mesa, no había otra cosa, por lo que con su padre casi nunca socializaban con nadie.
Eran contadas las personas que ya habían saludado, se habían encontrado con el Sr. Uraraka y el empresario Enji Todoroki junto con sus hijos, Fuyumi y Shoto Todoroki, hablaron con su padre pero él no presto atención a las conversaciones.
Fue cordial con el mitad mitad por los mayores y la mujer presente, de otra forma seguramente lo hubiera amenazando con matarlo como en los viejos tiempos.
-viejo voy por algo de tomar- el mayor asintió y siguió en su lugar, Katsuki camino hasta el bar que había para pedir un poco de agua.
-Bakugo, te estaba buscando- el menor de los Todoroki se acercó a él por detrás.
-que quieres bastardo?- el medio albino también pidió agua y miro las escaleras a su derecha.
-nada, solo que ella te está evitando- el bicolor señaló las escaleras y el rubio estúpidamente miró hacia allí.
Bajando las escaleras, vestida impecablemente, con una sonrisa en su rostro y como si fuera un angel negro, estaba Ochako Uraraka.
A la mujer realmente le habían caído bien los años, no pudo evitar notar que estaba mejor desarrollada y que ya no tenía esa cara de niña que tenía la última vez que la vió, aunque seguía teniendo la cara redonda pero no tanto.
Hicieron contacto visual antes de que ella desviará la mirada e increíblemente tome otro camino buscando a alguien.
-auch, tanta tensión sexual para que se vaya a buscar a otro- el rubio rodó los ojos perdiendo su paciencia.
-eres un estúpido idiota- el contrario solo se encogió de hombros.
-solo dije la verdad- Katsuki comenzó a caminar de vuelta con su padre seguido del bicolor.
Cuando llegaron con Masaru este estaba hablando con el Sr. Uraraka, ambos hombres los integraron a la conversación.
-saben me alegra de verlos, los años les han quedado bien a ustedes- los menores asintieron.
-gracias señor- el mayor le restó importancia, aunque a Masaru en un momento se le apareció una sonrisa en el rostro y los ojos le brillaron.
-esa es Ochako-chan?- el resto de los hombres miraron en dirección que marcaba el castaño.
-sip, ese es mi orgullo- Katsuki quiso gritarle lo doble moral que era ese comentario de mierda.
Ochako solo era el orgullo del hombre en reuniones sociales o cuando hacia cosas bien, él sabía de primera mano como trataba tan mal a la mujer puertas para adentro o cuando cometía un mínimo error.
A la chica la habían agarrado un par de señoras que no conocía a decirle algo que no entendía, aunque cuando vió al sr. Bakugo se disculpo y salió huyendo de ahí.
No tardó en ver a la compañía del hombre, e ignorando magistralmente a todos fue a abrazar a Masaru, quien la recibió también con un fuerte abrazo.
-te había extraño Ochako, estás preciosa- la castaña rió mientras se separaban.
-gracias Masaru-san, yo también lo había extrañado- se separó y se colocó al lado de Todoroki, haciendo una ronda entre ellos.
-Ochako ya saludaste a Katsuki-kun?- la castaña miro a su padre como si quisiera matarlo, para luego mirar al cenizo, quien la veía con cara de pocos amigos.
-hola Bakugo- disimuladamente Masaru le dió una patada al cenizo.
-hola- los padres sonrieron, al menos no se mataban entre ellos, se amenazaban o se ignoraban.
Todoroki al estar en el medio de ellos y sentirse un poco en peligro, retrocedió.
-es un placer verlos a todos, pero creo que Fuyumi me está buscando, espero volverlos a ver nuevamente, si me disculpan...- y con una rápida reverencia el joven fue el primero en huir.
-que raro su hermana estaba en la barra hablando con Dabi... Oh Ochako, él está en el jardín- la castaña miro con enojo a su padre y los Bakugo no entendían.
-me lo podrías haber dicho antes, cincuenta vueltas di buscándolo y me secuestraron unas señoras para hablar de no se que de la política, del vestido, que mostraba mucha piel y no se- los mayores rieron al escucharla, dejo de hablar al agarrar una copa de champagne que le ofrecían -en fin, voy a salir a buscarlo, espero verlo de nuevo Masaru-san- con una rápida reverencia la castaña se fue.
-quien es "él"?- Masaru veía curioso en la dirección que se fue la menor.
-un idiota que se quiso pasar de listo- los Bakugo se miraron de reojo antes de abandonar el tema.
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Vinilos Y Disparos
Fanfiction¿Que sucedería cuando dos viejos conocidos de reencuentran? No tienen nada personal en común, no son adolescentes, no deben dejar de lado sus obligaciones, se soportaron toda su vida, la rivalidad nunca los abandonó. Entonces... ¿por que ya no sie...