Ochako estuvo tres días más en el hospital, cuando le dieron el alta se volvió a vivir con su padre, muy a regañadientes de parte de los dos Uraraka a decir verdad.
Ahora Ochako estaba sola, leyendo un libro en la sala y completamente tranquila.
Cuando escuchó la puerta abrirse y pasos pesados junto al de un bastón, cerró el libro y miro al anciano fastidiada, de verdad debía volver al asilo.
-que te hiciste en el brazo?- el hombre de tercera edad se sentó en un sillón individual frente a ella.
-en su mayoría son dislocaciones o quebraduras menores, no van a tardar mucho en sanar- el hombre asintió y no dijo más, Ochako se acomodo y volvió a su lectura.
-no quiero pelear, pero me deshonra que seas la desendiente- y ya comenzaba el sermón -ya sean diez, cincuenta, cien, doscientos, la cantidad de gente que fuese, debes aprender a poner orden y matar a mano fría, debes estar mínimamente tres pasos adelante de todo el mundo- la castaña solamente lo miraba en silencio.
-estas confiando en las personas incorrectas, todo esto va a explotar y quién más van a estar perjudicados van a ser tú y tu padre. Ambos son idiotas con buen corazón, pero sabes que? No todas las personas son buenas, en su mayoría todas son unas hipócritas, infelices, egoístas, malditas, ratas del puto drenaje. Si no me escuchas ahora te va a llegar solo, recuerda que el karma existe niña- la castaña no aguanto más y se levantó sin dirigirle más la palabra.
-Ochako- ella se detuvo frente a la puerta -recuerda que el diablo sabe más por viejo que por malo- sin más salió de ahí.
Caminó hasta su cuarto, dónde les envío un mensaje a sus cómplices para reunirse en exactamente una hora.
Todos confirmaron y terminaron por estar ahí a la hora dicha.
Mina, Tsuyu, Toru, Kaminari, Sero, Camie y Momo.
Todos eran de confianza y sabía que la seguirían haga lo que haga, aunque Ochako tuvo sus dudas sobre si unir a Kirishima o no, aunque finalmente desistió por Bakugo, él no debía enterarse de nada.
Ahora todos sus cómplices estaban en una misma sala aislada, nadie podía escuchar ni verlos de afuera.
-para que nos llamaste Ochako-chan?- la castaña sonrió.
-tengo unos cambios sobre el plan- todos le prestaron atención.
-pensé que ya lo habíamos terminado de ajustar- Camie estaba confundida.
-sí y no, últimamente sucedieron varias cosas, que si no cambiamos ajustes nos van a salir en contra- todos le prestaron especial atención.
Ochako comenzó a explicar los cambios del plan que estaban llevando a cabo, entre todos terminaron de ajustar detalles sueltos y perfeccionaron todo.
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Vinilos Y Disparos
Fanfiction¿Que sucedería cuando dos viejos conocidos de reencuentran? No tienen nada personal en común, no son adolescentes, no deben dejar de lado sus obligaciones, se soportaron toda su vida, la rivalidad nunca los abandonó. Entonces... ¿por que ya no sie...