capítulo 29.

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Katsuki no supo nada de Uraraka hasta una semana después, cuando su padre ingresó a su oficina y le pidió que la busque ya que ni siquiera sus guardaespaldas sabían de ella

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Katsuki no supo nada de Uraraka hasta una semana después, cuando su padre ingresó a su oficina y le pidió que la busque ya que ni siquiera sus guardaespaldas sabían de ella.

Masaru le explicó que el domingo había desaparecido, todos los integrantes de la yakuza la estaban buscando, pero nadie daba con ella.

Era una molestia, pero el viejo prácticamente lo obligó y lo liberó de trabajar durante diez días, en los cuales debía buscarla.

Los primeros dos días estuvo investigando y siempre parecía golpearse contra una pared.

Ashido, Asui y Hagakure estaban histéricas buscándola. Kirishima, Sero y Kaminari estaban un escalón por debajo en la escala de histeria.

Ni siquiera Camie, Midnight o el viejo de la tienda sabían de ella.

Era de madrugada y no avanzaba en nada. Se recostó en el sillón y comenzó a pensar en algún lugar o recuerdo clave. 

-mejillas por qué siempre estás dando saltos? Debes hacer la tonta tarea- la niña castaña se cruzó de brazos haciendo un puchero.

-oye! Que grosero, estoy bailando, no dando saltos- él le saco la lengua.

-es lo mismo. Contesta- ella le sonrió y fue corriendo a poner música.

-bailar junto con la música me ayuda a concentrarme-

Lo único que podía sacar de ahí es que podía estar bailando posiblemente y tramando algo, ¿Pero qué?

-MEJILLAS POR QUE CARAJO TE ESCONDES AQUÍ?! TE CONVERTISTE EN COBARDE?! DEJA DE BAILAR JODER- Katsuki adolescente entró de un momento a otro, sin importunarla en lo más mínimo.

-sabes, eres más grande en edad pero creo que yo soy la más madura de los dos- Ochako estaba escribiendo algo en una mesa, él avanzó a zancadas hacia ella.

-QUE MIERDA DIJISTE?!- ahora lo miró directamente a los ojos.

-que soy más madura que tú. Ahora largó, necesito terminar unas cosas y me interrumpes con tu presencia- ella prácticamente lo había hechado.

Él salió enojado de aquella pequeña bodega abandonada que ella había reclamado como suya y la había decorado a su gusto.

Katsuki estuvo unos momentos más analizando el último recuerdo antes de levantarse e inmediatamente salir de su departamento a buscarla.

En el camino llamó a Kirishima y le dijo que le avisará a los demás, le mando su ubicación para que no lo jodan y silenció el celular.

A mitad de camino ya dos autos lo seguian, se dió cuenta que eran Kirishima y Ashido conduciendo porque le hicieron señas de luces.

Estaban casi llegando cuando captaron a personas corriendo en medio de la carretera, los tres autos frenaron y todos estaban listos para disparar.

Grande fue la sorpresa al ver a la castaña bañada en sangre, disparando con la mano izquierda y con el brazo derecho colgando como si estuviera dislocado.

Bakugo se bajó de su auto con su arma en mano y corrió a protegerla, escuchó pasos detrás suyo, entre él, Sero, Kaminari y Kirishima comenzaron a disparar a los hombres y a proteger a la castaña.

-chicos debemos irnos, le sale chorradas de sangre por la cabeza y tiene el brazo derecho dislocado y quebrado por todos lados- escucharon a Mina por medio de los comunicadores.

Sero y Kaminari terminaron de matar a todos, los hombres corrieron a ver a la castaña, la cuál no la podían hacer ingresar a los autos, ya que quería ir en dirección a donde venía antes.

-Uraraka debemos irnos- la chica estaba balbuceando.

-n-no... niña...- Kirishima miró a su alrededor, vió algo que se movía de entre los arbustos e inmediatamente se puso en guardia con Kaminari.

De los arbustos salió una niña albina, estaba llorando, tenía los brazos y las piernas vendadas, Kirishima bajó el arma y fue a hablar con la niña.

Minutos después decidieron llevar a la castaña en el auto de Bakugo en el asiento trasero, Kirishima lo acompañaría, eran los únicos que podían ingresar al hospital sin que sus cabezas tengas precio.

La niña fue en el auto de las mujeres y Sero junto a Kaminari los seguían por detrás, avisándole al señor Uraraka de lo último ocurrido.

Ochako iba en el auto media conciente, Kirishima le hablaba para que no pierda la conciencia.

-Bakugo... creo que lo arruine...- los hombres se miraron de reojo y el mencionado aumentó la velocidad.

-que arruinaste Uraraka-chan?- la mujer se rió sarcásticamente.

-ya estoy muerta... me van a matar...- ella no dijo más, pero se mantenía mirando al techo del auto.

Al llegar al hospital, el señor Uraraka junto al señor Bakugo ya los estaban esperando, atendieron a la castaña de emergencia y la llevaron a la sala de operaciones.

Daichi Uraraka detonaba nervios por todo su ser, Katsuki le había dicho lo que había ocurrido y le dejó en claro que no sabían más.

Estuvieron una hora todos esperando noticias, cuando el doctor salió pedir hablar en privado solo con el padre o esposo de la joven, todos protestaron ante eso eso pero aceptaron.

Vieron como trasladaban a la castaña hacia alguna habitación, tenía la cabeza vendada y el brazo derecho con un yeso, hasta sus dedos estaban tapados.

Cuando volvió Daichi les dijo que la chica no despertaría hasta el día siguiente y luego se fue, Katsuki tuvo una leve idea de dónde iba por la poca amigable expresión del hombre.

Los amigos de la castaña, a pesar de que el propio doctor les dijo que no podían ingresar a la habitación, se quedaron en el pasillo esperándola.

Masaru había ido a buscar ropas nuevas para todos y comida.

La niña estaba también en otra ala del hospital aislada, con solo pase para Uraraka.

A Katsuki mientras esperaba había algo que lo estaba irritando bastante.

¿Dónde estaba el bastardo?

¿Dónde estaba el bastardo?

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