Bakugo bloqueaba la salida cruzado de brazos y Uraraka había desistido de usar la fuerza para salir, se miraban fijamente y estaban a tan solos centímetros del otro.
-déjame salir.- el rubio tenía el ceño fruncido.
-no me voy a ir hasta que me escuches- la castaña se mordió la lengua y fue a sentarse en la cama -que te traes con el cara plana y el pikachu?-
-Sero y Kaminari? Son mis empleados- el ceño del rubio se profundizó.
-antes vinieron aquí, hace unas horas. Para que?- la chica sonrió.
-celoso de que este con otros hombres?- el rubio caminó hacia ella.
-por qué debería tener estúpidos celos?- la castaña al darse cuenta que esto iba para rato se acostó en la cama, colocando su yeso sobre ella.
-claro... últimamente a cualquier hombre que se me acerca le andas gruñendo, pareces un perro- Katsuki se sentó a su lado.
-oi no soy un perro!- le golpeó suavemente su rodilla con la de él, ella le devolvió el golpe.
-ven, acuéstate al lado mío- sin saber la razón, él lo hizo -quien buen chico? Tu lo eres Kat-Kat- ella le dió suaves palmadas en sus brazos.
-OI MALDITA MEJILLAS- él le quitó la mano, pero no se movió, ella se carcajeo.
-es mi venganza, por lo de la pierna- el chasqueo la lengua nuevamente.
-estúpida- ella sonrió.
Estuvieron unos momentos en silencio.
-por qué tanto interés en lo que hago con otros?- ella miraba al techo, había levantado su brazo sano y movía sus dedos en el aire.
Bakugo no respondió, solo levantó la mano y le agarró la mano a ella, la castaña lo miró asombrada pero él miraba sus manos fijamente.
-son peligrosos y no los conozco lo suficientemente bien. Te pueden poner en peligro por dinero- está vez si la miró a los ojos.
-y tú? No eres peligroso para mí?- el rubio estaba serio.
-no te dije que me irritan las preguntas estúpidas?- ella sonrió.
Estaban hombro a hombro, con sus brazos aún extendidos y agarrándose las manos, mirándose fijamente a los ojos.
-...por qué haces esto?- ninguno desviaba la mirada del otro.
-por qué no?- él noto como ella tragaba y se humedecia los labios.
-Bakugo no lo quiero arruinar más... por qué haces esto?- ahora fue él quien tragó duro, lentamente con su mano desocupada le corrió un mechón de cabello que tenía en el rostro.
-quiero cuidarte y ser egoísta.- ella frunció el ceño, el dolor se hizo presente en sus ojos y se soltó bruscamente de él.
-hay que bajar.- se levantó e intento caminar hacia afuera.
-oi! Que dije?- él la agarró del brazo.
-dije que hay que bajar- Bakugo nuevamente le bloqueó la salida antes de que ella llegara.
-que mierda dije?- la chica se veía dolida.
-no dijiste nada! Eso querías escuchar? No dijiste nada malo, solo soy yo, ahora muévete- el rubio frunció el ceño y se acostó en la puerta -Bakugo hay gente abajo...-
-no.- la chica suspiró y trato de recuperar su paciencia.
-Katsuki Bakugo, por favor hazte a un lado para pasar porque tengo invitados en el piso de abajo y no me quiero enfadar- él no movió ni un músculo -OH VAMOS BAKUGO MUÉVETE Y DÉJAME SALIR DE UNA VEZ-
-Uraraka-san estás bien?!- la castaña sonrió.
-Momo-san podrías decirle a Kirishima-kun que me empuje la puerta? Se me trabó y no puedo moverla con un brazo enyesado- él rubio le saco el dedo del medio, ella le sacó la lengua.
-estoy aquí! De casualidad Blasty está contigo??- el rubio fue quién sonrió.
-si?- la castaña lo miraba con sospecha.
-bueno, te molesta quedarte con él? Nosotros vamos a salir! Le queremos mostrar a Jiro-chan y Yaoyorozu-san algunas cosas. Se pueden dejar juntos sin matarse? Nos vamos todos, de hecho ya se nos hace tarde, adiós!- la castaña se tardó unos minutos en procesar lo dicho por el hombre.
-NO ESPERA KIRISHIMA-KUN- escuchó un auto arrancar, fue hasta la ventana y ellos ya se estaban yendo.
-ahora me vas a escuchar Ochako.- sin saber bien porque la castaña tragó duro.
Katsuki le explicó a la chica lo que quería hacer, en un inicio ella se negó rotundamente.
Estuvieron alrededor de tres horas para llegar a un acuerdo entre ellos, realmente la idea del rubio no era mala y los podría beneficiar a ambos, por lo que terminaron aceptando luego de que cada quién ponga sus condiciones.
Ya era de noche cuando terminaron de acordar todo. Ahora Ochako junto a Katsuki estaban sentados en la sala esperando al señor Uraraka.
La tensión era palpitable en el aire y a ninguno le terminaba de agradar.
-joder si tanto te molesta me voy ahora y terminamos con esto- la chica suspiró.
-no es eso Bak...Katsuki, no es eso.- escucharon como el portón se habrían e inmediatamente la castaña se enderezó.
Unos minutos después el señor Uraraka ingresaba a la casa.
-papá.- el hombre los miró y se sorprendió de ver al rubio.
-Katsuki que haces aquí? No sabía que venías...- el mayor miró de reojo a la castaña.
-Señor vine de improviso, quiero pedirle algo... si me concede el honor- el hombre levantó una ceja.
-que sucede hijo? Normalmente si quieres algo no lo pides- el rubio suspiró y la castaña aguantó el aire.
-quiero pedirle su bendición para salir con su hija.-
Daichi Uraraka abrió los ojos como platos.
Ochako Uraraka estaba mordiéndose la lengua y evitando tragar duro.
Katsuki Bakugo estaba tenso y serio.
ESTÁS LEYENDO
Vinilos Y Disparos
Fanfiction¿Que sucedería cuando dos viejos conocidos de reencuentran? No tienen nada personal en común, no son adolescentes, no deben dejar de lado sus obligaciones, se soportaron toda su vida, la rivalidad nunca los abandonó. Entonces... ¿por que ya no sie...