capítulo 48.

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Para calmar a su hija y distraerse de la reciente partida de su viejo amigo, Daichi comenzó a bromear en el auto, haciendo así descargar la tensión que amor cargaban

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Para calmar a su hija y distraerse de la reciente partida de su viejo amigo, Daichi comenzó a bromear en el auto, haciendo así descargar la tensión que amor cargaban. Aunque antes de ingresar, Ochako colocó su mejor sonrisa y Daichi su cara más seria e inexorable.

Los Uraraka fueron los primeros en llegar al elegante restaurante, seguidos de ellos llegaron los Todoroki, luego Chisaki y Shigaraki, el ex jefe de la yakuza y por último Hisashi Midoriya.

Al ya estar todos sentados en su mesa, la única mujer se levantó con su copa en mano.

-ya se los dije, pero les quiero agradecer a todos sus presencias... de verdad que les agradezco mucho. Esta cena, es principalmente para agradecer, todos y cada uno de ustedes caballeros.

Son y siempre fueron muy importante para la yakuza, sin ustedes nada sería lo que es hoy... todos los presentes cumplen y cumplieron un rol fundamental e invaluable... por eso quiero proponer un brindis por ustedes y su impecable trabajo- ella levantó su copa de vino y tomó, el resto rápidamente la imitó.

Con cuidado la castaña se volvió a sentar al lado de su padre, sin desviar el contacto visual que había hecho con el medio albino, quién estaba justo enfrente.

-debo decir, que hiciste un excelente trabajo... te ves como toda una mujer madura- la castaña desvío la mirada, solo para sonreír y asentir hacia el señor Midoriya, internamente maldiciendolo al ver qué su vista se posaba momentáneamente en su escote.

-gracias, es un gran halagó viniendo de usted señor- en vez de Momo, quién paso a servir más vino fue Kaminari, la castaña tensó la mandíbula disimuladamente mientras lo veía.

-entonces... ya tienen fecha para la boda? Será magnífico, no es así?- su abuelo comenzó a hablar con Chisaki, mientras que la castaña entraba se comenzaba a poner nerviosa por ver al rubio ahí, el bicolor intentaba deducir quien era.

-disculpa... te conozco?- Shoto había agarrado el brazo de Kaminari y le susurró lo suficientemente alto como para que apenas sea audible fuera de la conversación sobre la boda.

-lo lamento señor Todoroki, no nos conocemos- dando una reverencia y mirando de reojo a su jefa el rubio se fue.

-Ochako ya elegiste el lugar de la boda?- la castaña parpadeó confundida hacia su abuelo antes de entender la pregunta.

-de hecho no, eso es algo que debería hablar con mi prometido...- el claro odio en la voz de la chica los hizo tensarse a todos menos al mayor.

-deberías ya saberlo niña, eso es lo que te hace una buena esposa, además de que faltan dos meses...- y comenzó con un discurso demasiado machista para que Ochako lo escuchará.

Ella solo giró la cabeza y rodó los ojos, se inclino en su asiento alejándose aún más del hombre.

La chica sintió una patada, iba a replicar cuando vió a su padre hacerle señas faciales disimuladas para ver a su izquierda, ella lo hizo para ver tanto a Sero, Kaminari, Kirishima y Momo con bandejas en sus manos entrando a la habitación, inmediatamente se enderezó.

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