capítulo 44.

167 24 9
                                    

-Ochako- ella estaba a su lado, usaba el brazo del rubio como almohada pero no sé abrazaban

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Ochako- ella estaba a su lado, usaba el brazo del rubio como almohada pero no sé abrazaban.

-que sucede?- lo miró con sus grandes y hermosos ojos marrones.

-alguna vez perdonarias a alguien si te traiciona?- lo miró en silencio por unos segundos.

-normalmente no creo ni doy segundas oportunidades Katsuki... por qué la pregunta?- él se encogió de hombros.

-vi al inútil de Deku saliendo de tu departamento, recuerdas?- ella arrugó la frente.

-no entiendo por qué eso te molesta- Ochako le colocó su dedo índice entre sus dos cejas -estas más lindo cuando no frunces ese ceño tuyo- él frunció con más fuerza y ella rió.

-no jodas. Me molesta porque es Deku él estaba en tú departamento. Además, a los minutos entre, luego de él, te encontré teniendo un squirt- el tono de la cara de la castaña era alarmante.

Para suerte de la avergonzada chica, justo habían tocado la puerta.

-debe ser Kirishima con las cosas de la sopa- antes de que la pueda agarrar, ella salió corriendo de ahí.

Bakugo escuchaba murmullos en su departamento, quería ir a ver, pero realmente estaba cansado.

-...si, pasa si querés, está en cama-

-vaya, es raro verlo enfermo-

-si, pero creo yo que fue por el cambio de temperatura, refresco de golpe y anoche andaba muy inquieto-

-durmieron juntos?-

-si... no pongas esa cara! No sucedió nada-

Habían bajado la voz, dejando que solo llegasen murmullos inentendibles a la habitación.

Momentos después Kirishima entró, Uraraka estaba por detrás, con una seria expresión y sosteniendo dos bolsas de compras.

-Blasty!- eso bastó para irritarse.

-largo! Cof cof cof vete maldito cof pelo de mierda- al parecer la tos falsa hizo que el hombre detenga sus pasos, pero no convenció a la mujer.

-pensé que no tenía tos Uraraka-chan- Kirishima giró su rostro para verla con duda y preocupación.

-no tenía. Aunque supongo que es por la gripe, iré a preparar el armuerzo, quieres quedarte a comer?- el pelirrojo negó y sonrió.

-no gracias, tengo una cita con Ashido-chan!- la castaña sonrió y levantó las cejas.

-bien! Ya era hora- el hombre asintió, aunque rápidamente un sonrojo le inundó la cara.

-Uraraka-san podrías dejarnos solos? Solo unos momentos- ella, por alguna razón inentendible para el rubio, entrecerró los ojos. Kirishima juntó sus palmas sobre su pecho -por favor-

Vinilos Y Disparos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora