¿Que sucedería cuando dos viejos conocidos de reencuentran?
No tienen nada personal en común, no son adolescentes, no deben dejar de lado sus obligaciones, se soportaron toda su vida, la rivalidad nunca los abandonó.
Entonces... ¿por que ya no sie...
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Sero se mantuvo conduciendo hasta las afueras de la ciudad, dónde luego de un rato, comenzaron a acercarse a una mansión americana, Katsuki rápidamente la identificó y se sintió estúpido al olvidarla.
Había ido una sola vez allí, fue unos días antes del accidente entre familias, sus padres los habían llevado un fin de semana para pasarlo juntos en la playa y divertirse.
Tenía muchas fotos ahí con la madre de Ochako y su propia madre.
Cuando Sero estacionó, solamente Ochako bajó, arrastrando a Katsuki con ella. En cuanto estuvieron a una distancia prudente, se despidieron de los hombres, antes de que ellos les tocaran bocina e irse.
Una vez solos, la chica suspiró y caminó hacia la entrada, el rubio la siguió por detrás.
Ninguno dijo nada hasta llegar a la cocina, donde la castaña fue directo a tomar agua, ofreciéndole y él negando.
-pensé que la habían vendido- ella lo miró antes de suspirar.
-lo hicimos, pero la volví a comprar y bueno... ahora vivo aquí- él asintió.
Nuevamente se quedaron en silencio, ella mirándolo y él inspeccionando el lugar con la vista.
-lo siento.- eso le llamó la atención y la miró, un sonrojo le cubría sus lindas mejillas -lamento alejarte y tratarte tan mal...-
Bakugo se acercó a ella y le limpió con sus pulgares las lágrimas que amenzaban con salir, él no le respondió verbalmente, simplemente la besó aceptando su disculpa silenciosamente.
La acción la hizo soltar un sollozó y liberar sus lágrimas, con sus brazos abrazó el cuello del mayor acercándolo aún más a ella.
Al separarse él levantó su cabeza para besarle la frente, ella sonrió y se permitió ser.
-Katsuki...- el tarareó -quieres salir conmigo? De verdad está vez y sin acuerdos previos-
-mierda se supone que yo te lo tendría que decir- ella sonrió.
-lo siento- él gruñó.
-no te disculpes tonta- dicho eso la volvió a besar.
Eran todos besos totalmente inocentes los que se daban, estaban disfrutando del otro, tal como quisieron por mucho tiempo.
Aunque está vez ya no había trapos sucios, ya no había mentiras, no había nada que ocultarse entre ellos.
Está vez estaban juntos y siendo totalmente sinceros con el otro.
Es por eso que cuando él le pregunto sobre que había ocurrido luego de ese día, ella le comentó que había pedido ayuda de un ladrón y amigo de Midnight para ayudarla a qué todos vayan a distintos países a administrar las distintas mafias que tenían allí, dándoles libertad a cada uno junto a sus pagos.
Asimismo le comento que personas como Camie, Momo, Sero o Kaminari habían optado por quedarse y ayudarla aquí en Japón, por lo que acepto.
También le contó sobre la señora Chiyo y el señor Torino, los principales responsables que se ocupaban de hacer aún más grande su cargo de conciencia de alejarlo a él y a Masaru, con la única finalidad de que los vaya a buscar y pedir perdón.
Además, le contó que ella ya planeaba todo desde hace mucho tiempo, sabía sobre Monoma y Kendo, sobre las claves, estaba informada sobre los Todoroki y Deku, sabía que planeaba Iida, sobre la traición de una de sus matonas y como planeaba integrar a Kirishima en todo.
Le contó y relato cómo era que en muchas cosas estaba bastante pasos adelantada y que solo fingia.
Pero también le comento sobre que sus sentimientos hacia él, muchas veces le jugaron en contra, haciendo así que varias cosas se le salieran de las manos en reiteradas oportunidades.
Katsuki le contó sobre cómo era que había terminado involucrado con los Todoroki, cómo era que estaba tan mal con Deku, le informo que muchas veces él mismo junto a Shoto inventaron cualquier cosa falsa para que Hisashi Midoriya se despiste, incluso le contó sobre lo que hacía los fines de semana o cuando desaparecía de la nada en el departamento y su aparición en el viejo edificio.
Mientras habían hablado sobre eso, Ochako lo había llevado a la playa detrás de la casa, dónde se sentaron al lado del otro y se sostenían de las manos mientras miraban el mar frente a ellos.
-realmente somos idiotas...- él sonrió y apoyo su cabeza sobre la cabeza de ella.
-cuida ese vocabulario cara de ángel- ella se rió abiertamente.
-por favor Katsuki, no me lo puedes decir tú- el rubio le apretó el agarré, ella le devolvió el apretón.
-...al final nunca viajamos para tu cumpleaños- ella sonrió.
-podemos hacerlo para el tuyo aún...-
-estoy bien aquí ángel-
-aquí dónde?-
-contigo.-
Él se alejó un poco de ella, solamente para poder besarla de nuevo.
De a poco el beso iba tomando intensidad, aunque se arruinó cuando sin querer la mano en la que se sostenía Ochako se deslizó, haciendo así que ambos se cayeran.
Ella de espaldas a la arena y el con medio cuerpo sobre ella.
Sin poder evitarlo, Ochako se carcajeo de la cara de confusión de Katsuki.
Cómo venganza, le comenzó a hacer cosquillas.
Al final, tal vez si fue buena idea aceptarlo y llevarlo con ella.
Ochako seguía teniendo miedo, al igual que Katsuki en algún punto, pero sabían que estarían bien si se tenían para apoyarse mutuamente.
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Con ustedes, el último capítulo:
Cuéntenme, les gustó?
Que tal la historia?
Mañana seguramente ya les suba el epílogo sobre estos dos cabeza dura.
Aún faltan algunas cosas más que quiero subir acá, pero este es el último capítulo de la historia.
Gracias a todos los que leyeron y siguen leyendo Vinilos y Disparos.
