capítulo 20.

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Ochako estaba desparramada en uno de los sillones con un batido de fresas en mano mientras chequeaba sus redes

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Ochako estaba desparramada en uno de los sillones con un batido de fresas en mano mientras chequeaba sus redes.

-CARA REDONDA ABREME!- ella suspiró.

-acaso no sabes tocar como una persona normal?!- con cuidado se tiró al piso, para una vez así pararse e ir a abrirle.

Lo encontró con bolsas de compras en una mano y en la otra los discos.

-se que no tienes una mierda para comer y si tienes, es todo chatarra. Ahora correte- ella se hizo a un lado mientras veía como se iba a la cocina.

-HOLA!- la castaña saltó y se agarró el pecho, no había visto a Kaminari y Kirishima.

-Hey! Cómo estás?- ambos le sonreían desde afuera.

-hola... No van a entrar?- ambos negaron.

-me acompañaron hasta aquí, YA PUEDEN IRSE- fue con un portazo que recibieron los hombres en la cara, lo que determinó que no eran bienvenidos.

-no puedes ser tan grosero Bakugo- él le saco el dedo del medio mientras iba a la cocina.

-me importa una mierda. Ahora pon la mierda de música- ella rodó los ojos mientras iba a colocar Mozart.

Cuando se aseguró que las canciones de Mozart sonarán hasta la cocina, agarró su batido, camino hasta allí y se sentó en la barra mientras lo veía cocinar.

-coloque Mozart- no respondió, al parecer las verduras eran más importantes.

-donde están los sartenes?- ella le señaló la alacena superior y rápidamente las agarró.

Mientras Bakugo cocinaba concentrado, Uraraka lo veía atentamente, él sabía lo que hacía.

-pon la mesa- rápidamente ella hizo lo que le dijo.

Minutos más tarde ya estaban sentados comiendo, él había preparado katsudon, Ochako gimió al darle el primer bocado.

-mmm esto está realmente bueno chef- le guiño el ojo con una sonrisa divertida, en respuesta rodó los ojos.

-quién es el que está sonando?- ella estaba comiendo, por lo que tuvo que esperar a una respuesta.

-mozart, te lo dije- no hubo respuesta a eso.

Estaban en un silencio, ambos comían, él la miraba con el ceño fruncido y ella lo ignoraba.

-ya joder, como es que te puedes seguir acostando con esa perra?- ella lo miró sonriendo.

-aún sigues enojado por qué no te hizo caso en aquella fiesta y más tarde nos terminamos besando delante tuyo?- el gruñó -oh cariño, a eso se le llama lesbianismo-

-tú no eres lesbiana- ella asintió.

-soy bisexual, muy bien- él nuevamente la miró profundamente.

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