capítulo 52

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Cuando Ochako salió hacia planta baja, iba maldiciendo por lo bajo y limpiándose como podía sus lágrimas

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Cuando Ochako salió hacia planta baja, iba maldiciendo por lo bajo y limpiándose como podía sus lágrimas.

Realmente le dolió que él pensara así de ella, aunque una gran parte creía fielmente que le mintió sobre lo que pensaba de ella, otra parte mínima le decía que no mentía.

Y en estos momentos le creía a esa minoría.

-Uraraka que sucedió?- Sero, Kaminari y Kirishima se acercaron a ella.

Sin darle tiempo a Sero de reaccionar le dió una sonora bofetada.

-eres un idiota. Son unos idiotas- dicho eso, y dejando confundidos a los hombres, siguió su camino, tenía cosas más importantes de las que ocuparse.

Cuando llegó a planta baja, antes de entrar pegó su oreja a la puerta, estaban hablando de algo.

-cuando tú mueras y tu hija tome el mando, será muy fácil manipularla para que haga lo que queremos, sabes? Yo volveré a liderar y Shigaraki me ayudara. Las mujeres no sirven para cumplir roles importantes...- le tocaron la espalda por detrás, haciendo así que saltase y viera a Toru, Mina y Tsuyu detrás de ella notablemente preocupadas.

-no nos dejan ingresar y la puerta está cerrada- la castaña asintió.

-solo deberían estar tu padre, abuelo, los Todoroki, Shigaraki y uno más en la puerta ahí dentro, aunque esa es la teoría-

-okey, entraré yo sola, debo estar ahí.- las contrarias asintieron.

-escuchen, quiero que esto lo sepan todos los que llevamos a cabo nuestra misión. Yo entro ahí, si sucede algo entran, si no escuchan ningún ruido, desaparecen. Nunca conocieron ni vinieron a este viejo edificio. No tienen relación con la yakuza y siguen su nueva vida.- pudo presenciar como las mujeres están a punto de replicar -es una orden.-

Sin más, Ochako tomó aire, se giró y golpeó la puerta delante de ella, los murmullos se detuvieron y Kurogiri se asomo por la puerta.

-señorita Uraraka... pase sola- la castaña asintió, ingresó sin expresión en su rostro y con sus puños cerrados.

-Que bueno que ya te nos unes niña, ¿Por qué tardaste tanto?- el falso tono de felicidad que portó su abuelo le desagrado.

-tuve un asunto.- caminó con una postura firme hasta lograr ubicarse detrás del sillón individual de su padre, colocando sus manos en el respaldo para apoyarse.

-parece que el asunto fue fascinante.- la castaña miró al pelinegro frunciendo el ceño.

-estoy aquí no? Me pueden explicar que sucede de una buena vez?- Shigaraki sonrió.

-quiero los códigos y la yakuza.-

Desde que había entrado, Ochako notó fácilmente como los Todoroki y su padre estaban atados a sus lugares, además que la habitación estaban Dabi y Toga también, afuera debería estar plagado de secuaces de Shigaraki, esperando justo el momento para atacar. Un movimiento en falso y se morían todos.

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