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"¿Sabes por qué el café sabe tan bien cuando le agregas azúcar, Gaia?"
Tras la muerte de Mike Zacharius, Gaia hace el intento por continuar con su vida cargando con el dolor de haber perdido al ultimo miembro que quedaba de su familia. Una ta...
No había descansado tan bien en mucho tiempo, quizá dormir en una cama sí era diferente pero por cuestiones de la vida a diario se quedaba en una silla a dormir poco tiempo. No quería levantarse de allí, pero había algo que faltaba... extendió su mano y la deslizó por las sábanas buscando ese algo, al no encontrarlo, abrió los ojos perezosamente.
Gaia...
Ella no estaba en la cama, se despertó solo, cosa que lo frustró un poco. La primera vez que durmió con ella, recordaba que se quedó dormido en sus brazos recibiendo cálidos besos y que se había despertado con ella mirándolo. Anoche... se durmió sintiendo el palpitar de un corazón deprimido, y despertó en soledad ¿Qué la habría puesto triste...?Se estiró echando un bostezo, había tanta comodidad en aquellos sábanas. Olían delicioso, como ella, solo quería acurrucarse de nuevo, pero no si Gaia no estaba allí.
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Se preguntaba a veces ¿Que era lo que tenia esa chica que lo sacaba del plano donde se encontraba? Estaba fascinado con las cosas que esa mujer de verdes ojos le hacía. Respecto a dormir, nadie había podido lograrlo antes, eso de convencerlo para que duerma más. Y ahora se sentía como un niño buscando su peluche favorito para acostarse. Es que ella... Mierda... Estaba haciendo estragos con la mente del Capitán, nunca abandonaba sus pensamientos y siempre se encontraba en el centro de estos. Ella lo hacía sentir fuera de él mismo, como si estuviese ebrio... No, Levi no se embriaga, ella es mas poderosa que el alcohol, logra tenerlo a su merced sin ningún impedimento...
Drogado... Tan alto... Ella actuaba en Levi como una droga... ¿Por qué? Nunca le había gustado alguien ¿Asi se siente? Que esa persona te tenga dando vueltas a su alrededor todo el día... Sí, era como una droga, de esas que no puedes evitar tomar...
Por eso quería despertar y encontrarse con ese angelical rostro dormido, pero no estaba.
A duras penas se levantó de la cama pasando una mano por su alborotado cabello y recorrió la habitación con la mirada. No estaba. Luego de asearse y vestirse de nuevo salió en su búsqueda, por la casa no se percibía ningún aroma por lo que concluía que no estaba en la cocina. Hasta que pasó por delante de la habitación de Mike, que se encontraba con la puerta abierta.
-¿Podrá ser...?
Sólo por curiosidad, asomó un poco su rostro a aquella habitación. Olía a limpio al igual que toda la casa, ése cuarto en específico fue el único que Levi no limpió por respetar el deseo de ella de que no entrara. Pero ahí estaba ella, sentada en el piso recostada de la cama, con un libro entre sus manos. No parecía haber tenido intenciones de dormir, la vela en la cómoda se había derretido por completo por lo que dedujo que Gaia esperó a que él se durmiera para venir, ella sólo quería estar en el cuarto de su hermano y leer. Levi conocia soldados que trataban de escapar de la dura realidad leyendo novelas y otros libros solo para olvidarse de lo dura que era la vida con ellos.
¿Eso fue lo que trataste de hacer...? Penso el pelinegro. ¿Querías escapar?
-Tonta... Te vas a enfermar... - Levi entró silenciosamente a la habitación observando los alrededores. Había un estante con libros, un escritorio con una silla, un armario vacío, una cómoda y una cama. Podría hacerse pasar por una habitación cualquiera, de no ser por el ramo de rosas blancas en medio del escritorio y la chica durmiendo al pie de la cama.
