-Hey... ¿Aún duermes? Debes ir a la escuela.
-¿Escuela?... pero... fue destruida...
-¿Entonces a dónde irás?
-¿Qué?
Mis hombros fueron sacudidos con fuerza - ¡TIENES QUE DESPERTAR!
Al despertar fue como si me hubieran lanzado un balde de agua fría encima. Mi cuerpo estaba temblando, estaba toda adolorida y mi respiración agitada al igual que mi corazón. Estiré los brazos en la cama y miré en todas direcciones.
Seguía en mi cuarto ¿Qué había sido eso...?
Independientemente del sueño tan extraño que haya tenido, era un nuevo día y eso significaba trabajar. Aunque hoy literalmente no tenía ganas ni de salir a la puerta, el mero pensamiento de tener que estar detrás del mostrador todo el día me daba jaqueca. Pero ya nada, no era lo que yo quisiera sino lo que debía hacer.
Con algo de dificultad me levanté de la cama, porque aparte de tener calor mi cuerpo se sentía extremadamente pesado. Siento que estoy olvidando algo. Perezosamente camine hacia el baño para cepillar mis dientes y tomar una ducha. Pero no había dado ni dos pasos cuando me atacó un dolor agudo en el vientre, un dolor inconfundible que conocía bien desde hace cierto tiempo y que no trae nada bueno consigo. Sólo al sentir ese dolor podía entender porqué amaneciendo estaba de malhumor y acalorada...
Pero esperen ¿Que fecha es hoy...? No, no, no, no...
Me abracé al abdomen - Por favor no... - dije volteando lentamente a ver mi cama, y las manchas rojas en mis sábanas. Tiré la cabeza hacia atrás mirando el techo - ¿Por qué...? - lloriqueé.
Ni siquiera me digné en mirar el actual estado de mi ropa, sólo me desnudé ahí mismo y aceleré el paso al baño para poder bañarme. Me daba tanta rabia cuando mi menstruación empezaba si yo estaba dormida. Porque manchaba pijama y manchaba sábanas, de paso es despertarse de la peor forma.
Esta es una de las principales desventajas de ser mujer.
¿Pues ya qué? Una vez aseada y bien arreglada para trabajar, primero limpié mi habitación y tiré todo lo sucio a una canasta para lavarlo mañana cuando mis dolores disminuyeran. Y hablando de dolores, si no me tomaba algo ahora me arrepentiría durante el resto del día.
Apenas saliendo de mi habitación, tropecé el marco de la puerta y se salió mi zapatilla. Apreté los dientes indignada y de mala gana me la volví a poner.
Okey, no era nada grave pero se que, como toda mujer, soy emocionalmente sensible estos dias y cualquier cosa va a alterar mi ánimo. No puedo molestarme por una simple zapatilla...
El caso es que estaba pensando algo y haciendo todo lo contrario...
-Estúpida puerta... estúpida zapatilla... estúpida menstruación - refunfuñé bajando las escaleras - Aarrgh, odio todo...
Bien, hablemos solas un momento y recordemonos que soy torpe de nacimiento ¿Que me cuesta atravesar una condenada puerta sin tener que tropesarmela? Con razon me vivo lastimando ¡Si siempre estoy chocando con las cosas! No tengo con quien molestarme mas que conmigo misma, considerare visitar al doctor para conseguir un par de anteojos. Aparentemente me urgen. Idiota cegatona.
Antes de llegar al invernadero, pasé frente al espejo de la sala y quedé espantada con lo que miré.
Esta es otra cosa que mandaría mi dia al caño.
-¿Me veía tan mal ayer o esto es de hoy?- me tomé la cara entre las manos mirando mi rostro - ¡Qué ojeras son esas! Aaaggghh, y mi cabello... ¿No pude peinarme mejor? Las flores ni siquiera van con el vestido ¿Qué idiota se pone flores azules con un vestido amarillo? Que estupida... No, Gaia, tu no eres estúpida. ¡Lo que pasa es que no tienes cerebro! - me di una palmada en la frente y luego me volví a mirar - Dios, me veo horrible... - mis ojos se humedecieron.
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🌻🗡FLORES_y_CUCHILLAS🗡🌻(Levi x Lectora)
Fanfic🌻🌻🌻 "¿Sabes por qué el café sabe tan bien cuando le agregas azúcar, Gaia?" Tras la muerte de Mike Zacharius, Gaia hace el intento por continuar con su vida cargando con el dolor de haber perdido al ultimo miembro que quedaba de su familia. Una ta...