🌻🗡FLORES_y_CUCHILLAS🗡🌻(Levi x Lectora)

🌻🗡️ Capitulo 71🗡️🌻

Para antes de despertarme, había un lento movimiento en la cama que activo mis sentidos y me hizo abrir los ojos. Uriel trataba lo más sigilosamente posible bajarse de entre las cálidas sábanas sin que yo me diera cuenta, así que para cuando lo logró fingí estar dormida para que me diera la espalda... Entonces hice mi movimiento.

-¡Te tengo! - dije atrapandolo por detrás y envolviéndolo en mis brazos para devolverlo a la cama.

-¡WAAAHH!... Eh?¡Mami! - entre sorprendido y quejándose, se echó a reír cuando lo tuve de nuevo a mi lado.

Di unos cuentos toques a su nariz con mi dedo:- ¿Que decimos siempre de caminar descalzos?

Inflando sus mejillas, me esquivo la mirada:- Que puedo pisar algún insecto peligroso o resfriarme porque el piso está frío.

-¿Y que haces bajando de la cama si todavía es de noche?

Uriel señaló la ventana:- El gallo siempre se levanta muy temprano para cantar. Quería decirle que podía tomarse un descanso porque no íbamos a trabajar hoy.

No pude evitar evitar reírme, la inocencia de mi hijo era incluso más grande que el (no había mucho que decir al respecto, dado que es algo pequeño para su edad) pero no dejaba de ser adorable con sus comportamientos y algunas opiniones que no tenían sentido. Lo tome de nuevo y lo meto bajo las sábanas para que se acurrucara junto a mí.

-No le quites su trabajo a Don Gallo, mi vida, está muy feliz cantando temprano todos los días - dije echando su pelo para atrás.

-¿Lo hace para impresionar a las gallinas? - sus grises ojos curiosos me observaban bien abiertos.

-Digamos que si ... Tal vez.

Luego su carita se frunció como si no estuviera de acuerdo:- Pero no es muy toqueto que despierte a las gallinas cuando están dormidas.

-¿Que puedo decirte, cariño? Los hombres hacen cosas raras cuando están enamorados. No más preguntas, a dormir para crecer.

***

Esto ya era algo común de todas nuestras mañanas juntos, yo preparaba el desayuno mientras Uriel cantaba o reía por la casa. El sonido de su voz riendo y resonando por el hogar alegraba mi existencia. Me hacía sentir viva y con motivos para quedarme por muchisimo más tiempo.

Las rutinas eran comunes. Dado que ahora tenía un estilo de vida distinto que no dependia de las flores ni de los productos que vendiera, sino de lo que lograra producir de mi propia tierra era como estar ocupado pero estando libre a la vez. No sabría cómo explicar, pero siempre nos tomábamos estos días libres si no había nada que hacer. Incluso paseábamos por la ciudad teniendo cuidado.

A mi pequeño retoño le encanta viajar a los distritos, ve muchas más personas, tiendas, restaurantes y alguno que otro parque. No es que le desagrade el bosque; sin embargo prefiere la civilización.... Ojalá mi bebé pudiera entender por qué hago todo esto.

-Juguemos en el bosque mientras el lobo no está~ juguemos en el bosque mientras el lobo no está~ ... ¿Lobo, estás?

Deje los panqueques casi listos a un lado y me giré, asomándose mi cabeza por la puerta hacia la sala de estar, donde Uriel se escondía tras la mecedora.

-Grrr, estoy cocinando - dije moviendo mis uñas como garras - Que sabroso está todo. Me lo voy a comer yo sola~

-¡No! ¡No! ¡No! ¡Yo también!