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"¿Sabes por qué el café sabe tan bien cuando le agregas azúcar, Gaia?"
Tras la muerte de Mike Zacharius, Gaia hace el intento por continuar con su vida cargando con el dolor de haber perdido al ultimo miembro que quedaba de su familia. Una ta...
Todos nos habíamos reunidos en grupo a la hora de comer, se nos había dado guiso de lentejas con verduras y pequeños trozos de carne para que alcanzara para todos. En ese momento me pude reunir con Kairos, es cierto, estuvo un poco nervioso al verme porque consideraba que aún debía guardar descanso. Pero lo contradije y aseguré que estaba bien.
Estaba muy guapo, su cabello estaba ligeramente alborotado con una pañoleta amarrada a su frente para que el sudor no le estorbase, se había recogido las mangas y abierto algunos botones de su ropa para refrescarse. Algunas mujeres le coqueteaban discretamente, o eso pensaban ellas, pero Kairos las rechazaba gentilmente diciendo que se encontraba complacido pero tenía novia.
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Y me dolió en el pecho porque recordé que a como de lugar, tendría que romper con él.
Pero es que le tengo tanto cariño...
-Gaia ¿Me estás escuchando? - preguntó.
-¿Ah? No, perdón ¿Qué decías?
Suspiró dramáticamente – Aaahhh, que luego de tanto tiempo sin vernos, ni siquiera un besito puedes darme...
-Te abracé y besé tu mejilla, Kairos, hay gente que nos mira – le di un golpe juguetón en el hombro.
-¡Pero soy tu novio, que se aguanten! ¡Es su culpa por estar solteros! - lloriqueó haciendo berrinche. Sé que estaba jugando, lo cual me contagió de risa también.
-Presumir de tus bienes es malo – le pinché el estómago con el dedo haciéndolo reír – Ya en serio ¿Qué estabas diciendo?
Este me sonrió acariciando mi cabeza por encima de la pañoleta – Te preguntaba cómo lo has estado llevando estos días. No he tenido tiempo de leer tus cartas. Lo siento.
-Oh, ya veo. Pues... he estado bien, por el momento trabajo en una posada como mesera, no me va mal – me encogí de hombros – Y Levi ha estado cuidándome y ayudando a construir un nuevo invernadero.
Kairos pareció sorprenderse un poco por lo dicho, su mirada se apagó muy ligeramente pero aún así lo noté - ¿Ah, sí?... me gustaría estar ahí para ayudarte.
Posé mi mano en su hombro – Ya estás haciendo mucho aquí – dije y miré hacia la granja ya casi terminada – Estás ayudando a construir un techo para darle a todos esos niños un hogar donde vivir tranquilos ¿No te parece eso suficiente?
Su mano se posó sobre la mía, pero sólo para bajarla de su hombro – Sé que lo es... pero quiero servirte de algo a ti... Gaia, yo...
-¡Teniente Hilmore! - Hanji se acercó a nosotros limpiando su boca con su antebrazo – Lamento interrumpirlos, par de tórtolos, pero si ya terminaron de comer, debemos continuar trabajando. Los niños serán transportados mañana y hay que terminarlo todo hoy.
-¿Ma-mañana? - Kairos y se levantó con su tazón vacío en las manos – Pero eso es demasiado pronto, esto podríamos terminarlo mañana y buscar a los niños el siguiente día.
