Exhausto de tanto viaje, regresó a Trost cuando anocheció para dirigirse directamente a la zona de atención y tomar a Gaia en brazos para llevarla a casa.
-Tenga cuidado – recomendó una de las enfermeras – Logramos curar las heridas superficiales. Afortunadamente no tiene nada roto pero ¿Puede decirnos donde la encontró?
-Debajo del techo de su invernadero – dijo Levi observando a la joven aún dormida - ¿Por qué no ha despertado?
-Oh, estuvo despierta hasta hace poco, reacciona bien al dolor pero sus extremidades carecían de circulación, debe haber sido por el peso que tuvo que soportar su cuerpo – respondió la amable mujer y suspiró mirando al Capitán – No puede moverse muy bien por su cuenta, usted tendrá que encargarse de los cuidados básicos hasta que ella pueda hacerlo.
-¿Cuidados básicos...?
-Así es, quiero decir asearla, vestirla, darle de comer – explicó pacientemente haciéndole una seña para que la levantara, otro paciente se avecinaba. Levi se espantó un poco al verlo, su cara era irreconocible y le faltaban el brazo y la pierna izquierdo, se sintió aliviado por el estado de Gaia en comparación a ese pobre hombre – Cuídela muy bien. Hay otra zona por allá donde están los refugiados en caso de que ella haya perdido su casa.
Agradeciendo, se retiró con Gaia en sus brazos aún inconsciente. La habían limpiado un poco, pero no por completo, debieron haber estado muy ocupados con la cantidad de muertos y heridos. Al llegar a la casa de la joven florista, escaló un poco los escombros para entrar por la puerta del invernadero que lo llevaba hasta el hogar. Esta se encontraba a medio abrir, Levi supuso que ella la abrió tratando de huir del derrumbe, pero no dejó de lado la idea de que alguien pudo haberse metido.
Entrando a la desordenada casa, acostó a la florista en un mueble y recorrió ambos pisos asegurándose de que no había nadie, así que cerró con seguro todas las puertas. Claro, que si podía recoger algo para dejarlo en su sitio, lo haría. Abrió la puerta de la habitación de Gaia y bajó de nuevo a la sala para subirla. Al dejarla en su cama, se sentó junto a ella para afincar los codos en las rodillas y suspirar tirando su cabeza al frente. Realmente habían sido demasiadas emociones por hoy.
-Entonces...- murmuró para sí mismo – Ackerman...
Escondiste mi apellido para protegerme, mamá... pensó masajeando sus sienes. Estaba mentalmente agotado, ni siquiera quería estar sentado, quería tumbarse de espaldas junto a la joven para descansar un poco. Entre el descubrimiento de la historia tras su apellido, la muerte de su tío Kenny Ackerman de quien nunca pensó ser familiar, el hallazgo del suero de titán, los derrumbes en Trost y Karanese y el susto que lo hizo pasar la Zacharius, había
llegado a su límite.La miró, su rostro lucía angelical aún cuando seguía cubierto de sangre y moretones.
Acarició su mejilla limpiando un poco de tierra – Llegué a tiempo... si tardaba un poco más, no habrías... - tomó aire y suspiró. Le alegraba internamente saber que había logrado salvarla, porque nadie la hubiera encontrado. Pero a pesar de haber evitado muchas muertes antes, impedir la de ella era un logro personal – Ahora tengo que cuidarte...
Perfecto, ahora era niñero. Pero estaba bien, suponiendo que lo único que necesitaban era que Hanji estudiara bien el suero de titán y asistir a la coronación de la reina Historia, pensó que podría descansar mejor estos días... pero la incertidumbre lo estaba carcomiendo vivo ¡¿Qué otras cosas hay escondidas que aún no puede descubrir?! Malditos titanes ¡¿De quién fue esa idea de transformar humanos?! Rebuznó ofuscado, realmente quería tomar un baño justo ahora.
Bajó el bolso que durante todo este tiempo cargó en su espalda y sacó algo de ropa. Vigilando que ella aún estuviese dormida, se desvistió y entró al baño de la joven, debía ser ahí puesto que no podía quitarle el ojo de encima. No tardó mucho, fueron los acostumbrados tres minutos de baño que toma en el cuartel... no porque le guste sino que se había adaptado a que el agua debía alcanzar para que se ducharan todos los soldados entonces cada uno debía medir tres minutos para asearse. Salió del baño, aromático a jabón de rosas por haber utilizado los productos de ella... sólo unos segundos después se percató de su propio aroma y de lo que había hecho.
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🌻🗡FLORES_y_CUCHILLAS🗡🌻(Levi x Lectora)
Fanfic🌻🌻🌻 "¿Sabes por qué el café sabe tan bien cuando le agregas azúcar, Gaia?" Tras la muerte de Mike Zacharius, Gaia hace el intento por continuar con su vida cargando con el dolor de haber perdido al ultimo miembro que quedaba de su familia. Una ta...