🌻🗡FLORES_y_CUCHILLAS🗡🌻(Levi x Lectora)

🌻🗡️ Capítulo 49🗡️🌻

Mareado, aturdido, atrasado a todo lo que ocurría a su alrededor. Así podría describir Levi como se sentía. Definitivamente no regresará a Bryony en un tiempo, eso estaba seguro. El efecto de esa cosa que le cayó encima le estaba haciendo realmente mal, durante segundos perdía la consciencia y pensaba que estaba en otro lado antes de volver a espabilar y darse cuenta de que seguía en casa... Pero esperen... ¿No estaba él en el cuartel general hace un momento? No, tal vez estuvo en las montañas de expedición... ¡No, no! Acaba de volver de Bryony, sí era eso, estuvo de paseo comprando un buen obsequio para Gaia.

Si seguía teniendo breves alucinaciones y mareos, es probable que se desmayase en algún momento o perdiera los estribos. Ya ni siquiera reconocía lo que sostenía en su mano, si era un pan o una taza de té, solo sabe que si no fija su agarre ahora podría caersele. Pero es que... Casi no siente control sobre su propio cuerpo.

Sin duda, estaba drogado. Que rabia.

-¿Sucede algo con Gaia? - escucho preguntar al panadero cuando su esposa regresó y en su lugar, se fue Hanji.

Miró débilmente como la mujer negaba con la cabeza - No lo sé, cariño, pero se ve que algo le preocupa.

-¿Ga...ia...? - balbuceó el pelinegro.

Rose lo escucho y lo miró - ¿Usted sabe algo, Capitán? Ella se ha puesto seria de repente - luego palmeó el hombro de su esposo - ¡Claro! ¿Recuerdas el chico que vimos anoche en la ventana de esta casa? Creo que Gaia lo conoce, se ha asustado luego de decirle.

Tan pronto como su mente proceso esas palabras, sus ojos grises como el metal se agrandaron como un par de huevos tibios recordando la fechoría de la noche anterior. No sólo eso, tuvieron que enterarse justo los más allegados a Gaia, y ahora ella lo sabe.

Levi presiente que la noche esta por ponerse pesada

La taza en su mano (o lo que sea que tuviese en ella) se tambaleó, pero antes de que pudiera hacer o decir algo, el resonar de unas zapatillas llegando a la sala le erizaron la piel. Se había puesto nervioso, bueno en el momento no le dio importancia y honestamente no pensó que ella se enteraría... Pero es que tampoco se aseguró de tomar medidas para que ella no lo descubriese, ni mucho menos se ideó una respuesta en caso de que...

Aguarda... ¿Y por qué temer de Gaia?... ¿Por qué temer a arrepentirse de una decisión? ¡No estaba arrepentido! Ni siquiera un poco, pues pensaba que, si quería que su relación funcionara, debía alejar al cobrizo de ella ¡Por favor! No es como si lo hubiera matado.

El efecto del incienso lo tenía fuera de sí pero podría jurar que cuando Gaia apareció en la sala, sus ojos parecían un par de antorchas dispuestas a quemar todo lo que pudieran alcanzar... Y lo miraban a él.

Qué miedo.... Pensó.

Muy cierto, lucía aterradora viéndolo así, pero Levi no apartó la mirada sino que trató de leerla, descifrando qué sentía ella. Bueno, la ira se notaba a kilómetros de distancia pero había algo más ahí que hacía a la ira chisporrotear en esos orbes verdes tan brillantes como el sol.

La traición. El dolor de una confianza quebrantada era todo lo que el Capitán no podía entender que sentía ella.

Ante el incómodo ambiente, el panadero hablo con su típico buen humor - ¿Que pasa, cumpleañera? Pronto será la medianoche.

Pero Gaia solo respiró hondo, tenía las manos apretadas en puños. Cuando habló, su voz sonaba como otra.

-... Por favor, salgan de mi casa...

Tras decir esas palabras, nadie respondió nada pero se quedaron viendo a la pareja de un lado a otro, como entendiendo en su cabeza lo que estaba por ocurrir. Para sorpresa de Levi, todos recogieron sus cosas, se despidieron y salieron en silencio, dejándolos solos. Claro, nadie se opuso a la petición, no querían ser testigos de lo que iba a pasar.