ARIMA
Abrí los ojos cuando el despertador de Abril comenzó a sonar.
Desvié la vista hacia ella y aún en la oscuridad de la habitación pude fijarme en su rostro enfadado.
-Buenos días -me levanté de al cama y me dirigí al baño intentando ignorar su gesto lleno de desaprobación.
Sabía que se le pasaría a lo largo de la mañana así que cerré la puerta del baño y me apoyé en ella cerrando los ojos e intentando asimilar todo lo que estaba viviendo.
Iba a ser un día complicado, quedaban dos días para la Batalla de los Guerreros y aún tenía que enseñar a un novato lo básico para que no perdiera la vida a manos de un huesudo o a manos de cualquier Gazok sediento de victoria.
Tragué saliva y abriendo los ojos comencé a desprenderme del pijama.
¿Debía centrarme en mi equipo y dejar que el nuevo muriera en la batalla?, De todos modos él lo tenía todo perdido teniendo en cuanta que no sabía seguramente ni sujetar una daga, y si no nos centrábamos en él podríamos tener posibilidades de ganar.
Suspiré y caminé hacia la ducha, abrí el grifo y me introduje debajo dejando así que el agua recorriera mi cuerpo desnudo.
-¿Sigues dándole vueltas? -la voz de Abril irrumpió haciendo que diera un brinco.
-¿Se puede saber como has entrado? -pregunté cubriendo mi cuerpo con la cortina de color azul celeste.
-Cambio de forma, ¿lo recuerdas? -puso los ojos en blanco y se apoyó en la pared cruzándose así de brazos -sabes muy bien que lo que te dijo ayer Eros es una autentica estupidez, no puedes dejar al hijo del líder morir.
Corrí la cortina y cogí el bote de champú. No quería hablar del tema con ella porque sabía de sobra que me llevaría la contraría en absolutamente todo.
-Sabes de sobra que si no le protegemos, acabará muerto-continuó hablando.
Era evidente que tenía que pensar muy bien lo que hacer, no podía dejar que uno nuevo acabara estropeando lo que tanto tiempo me había costado conseguir.
Y si eso conllevaba dejarle morir....
Me enjuague el cabello y alargué la mano en busca de la toalla, tras agarrarla me cubrí con ella el cuerpo y corrí de nuevo la cortina.
-Si lo haces por tu orgullo
Ignoré sus comentarios y me acerqué al espejo, pasé por encima uno de mis brazos para deshacerme del vaho y miré el reflejo de Abril que seguía hablando con semblante serio.
¿No pensaba callarse?
-¡No le mataré! -grité girándome de golpe y consiguiendo que se callara.
Ella esbozó una sonrisa y abrió la puerta del baño.
-Como hemos llegado a un acuerdo, me iré para dejarte terminar -me lanzó un beso sin borrar la sonrisa de su rostro, satisfecha con lo que había conseguido, y mientras yo ponía los ojos en blanco ella cerró la puerta dejándome completamente sola.

ESTÁS LEYENDO
GAZOKS (parte 1)
RomancePablo, chico corriente que vive sumergido en sus problemas cuando se muda a vivir con su padre después de la perdida de su madre, descubre nuevos mundos y personas de la mano de una chica. Arima, chica no humana que vive sumergida en un mundo lleno...