CAPITULO 19

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PABLO

Me desperté con el roce de unos dedos sobre mi piel y me sobresalte al fijar mi mirada en la de Arima que parecía algo confusa y cansada.

-Pablo...-susurró.

Miré mi brazo en busca del tubo transparente y me sorprendí al no verlo por ningún lado.

¿Cuando había venido la enfermera?

-Arima.. -susurré esta vez yo sin saber que decir.

Ella miró a su alrededor algo mareada y se llevó la mano a su vendaje.

-¿Y el resto de

Agaché la cabeza y ella se quedó en silencio interpretando perfectamente mi gesto. No era capaz de contarle que todo su equipo había muerto en aquella masacre a la que llamaban batalla.

Se incorporó quedándose sentada en la cama y me dio la espalda soltando un fuerte soplido.

-¿Hemos ganado al menos? -preguntó dejándome escuchar su voz algo quebrada.

Suspiré y levantándome caminé hasta quedar en frente de ella, pero entonces escuché unos pasos acercarse a la puerta.

Agarré a Arima con fuerza del brazo y aprovechándome de su estado de confusión entramos en un estrecho armario que había empotrado en la pared.

La puerta del cuarto se abrió de golpe y con rapidez tapé la boca de Arima con mi mano mientras ella me miraba sin entender nada.

-¿Se puede saber donde cojones están? -la voz de Kano interrumpió en la habitación congelando mi aliento.

Sabía que si nos encontraba no dudaría en matarnos.

Escuchamos un fuerte golpe y unos pasos cada vez más cerca del armario.

Arima se intentó zafar de mis brazos pero apreté mi cuerpo contra el suyo en un intento de que no escapara y cuando levanté la cabeza para advertirla con la mirada me quedé bloqueado.

Tenía su rostro a escasos centímetros del mío y podía escuchar a la perfección su respiración agitada bajo mi mano.

Reaccionando al fin le hice un gesto con la mano para que se quedará en silencio.

-¡Arima! -gritó Kano sobresaltándonos -¡Buscad a esa imbécil, la necesito ver muerta antes de que caiga la noche!

Ella dentro del armario clavó su ojo en mi y apartó mi mano de su boca que ya no ejercía ningún tipo de presión.

-¿Matarme? -susurró.

Asentí con nerviosismo.

Escuchamos los pasos de Kano y sus acompañantes y de un solo portazo nos quedamos solos.

-¡¿Se puede saber que ha pasado?! -espetó ella saliendo del armario.

-Yo..yo te encontré herida y

Arima me miró llena de decepción.

-¿Y qué hiciste..? -volvió a preguntar en un hilo de voz.

Tragué saliva.

-Te saqué de la batalla -sentencié.

Ella se acercó a mi y me cruzó la cara con un fuerte bofetón.

-¡¿Sabes lo que has hecho?! -sus ojos se inundaron de lágrimas y me propinó un empujón, era evidente que aún estaba muy débil – me acabas de arruinar la vida..

Me mordí el labio sintiéndome culpable y di un paso hacia ella, pero frené en seco cuando Arima retrocedió.

-No quería que murieras como

GAZOKS  (parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora