PABLO
Me desperté con el roce de unos dedos sobre mi piel y me sobresalte al fijar mi mirada en la de Arima que parecía algo confusa y cansada.
-Pablo...-susurró.
Miré mi brazo en busca del tubo transparente y me sorprendí al no verlo por ningún lado.
¿Cuando había venido la enfermera?
-Arima.. -susurré esta vez yo sin saber que decir.
Ella miró a su alrededor algo mareada y se llevó la mano a su vendaje.
-¿Y el resto de
Agaché la cabeza y ella se quedó en silencio interpretando perfectamente mi gesto. No era capaz de contarle que todo su equipo había muerto en aquella masacre a la que llamaban batalla.
Se incorporó quedándose sentada en la cama y me dio la espalda soltando un fuerte soplido.
-¿Hemos ganado al menos? -preguntó dejándome escuchar su voz algo quebrada.
Suspiré y levantándome caminé hasta quedar en frente de ella, pero entonces escuché unos pasos acercarse a la puerta.
Agarré a Arima con fuerza del brazo y aprovechándome de su estado de confusión entramos en un estrecho armario que había empotrado en la pared.
La puerta del cuarto se abrió de golpe y con rapidez tapé la boca de Arima con mi mano mientras ella me miraba sin entender nada.
-¿Se puede saber donde cojones están? -la voz de Kano interrumpió en la habitación congelando mi aliento.
Sabía que si nos encontraba no dudaría en matarnos.
Escuchamos un fuerte golpe y unos pasos cada vez más cerca del armario.
Arima se intentó zafar de mis brazos pero apreté mi cuerpo contra el suyo en un intento de que no escapara y cuando levanté la cabeza para advertirla con la mirada me quedé bloqueado.
Tenía su rostro a escasos centímetros del mío y podía escuchar a la perfección su respiración agitada bajo mi mano.
Reaccionando al fin le hice un gesto con la mano para que se quedará en silencio.
-¡Arima! -gritó Kano sobresaltándonos -¡Buscad a esa imbécil, la necesito ver muerta antes de que caiga la noche!
Ella dentro del armario clavó su ojo en mi y apartó mi mano de su boca que ya no ejercía ningún tipo de presión.
-¿Matarme? -susurró.
Asentí con nerviosismo.
Escuchamos los pasos de Kano y sus acompañantes y de un solo portazo nos quedamos solos.
-¡¿Se puede saber que ha pasado?! -espetó ella saliendo del armario.
-Yo..yo te encontré herida y
Arima me miró llena de decepción.
-¿Y qué hiciste..? -volvió a preguntar en un hilo de voz.
Tragué saliva.
-Te saqué de la batalla -sentencié.
Ella se acercó a mi y me cruzó la cara con un fuerte bofetón.
-¡¿Sabes lo que has hecho?! -sus ojos se inundaron de lágrimas y me propinó un empujón, era evidente que aún estaba muy débil – me acabas de arruinar la vida..
Me mordí el labio sintiéndome culpable y di un paso hacia ella, pero frené en seco cuando Arima retrocedió.
-No quería que murieras como

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GAZOKS (parte 1)
RomancePablo, chico corriente que vive sumergido en sus problemas cuando se muda a vivir con su padre después de la perdida de su madre, descubre nuevos mundos y personas de la mano de una chica. Arima, chica no humana que vive sumergida en un mundo lleno...