ARIMA
Bajé las escaleras lentamente y caminé descalza hacia la entrada de aquella lujosa casa.
Abrí la puerta y respiré el olor a tierra mojada que había dejado la lluvia a su paso. Me alejé de la entrada comenzando a mojarme a causa de la lluvia y sonreí olvidándome de parte de mis problemas con aquel hermoso paisaje, guié mis pasos hacia la hierva recién cortada y me agaché acariciando los pétalos de las flores que adornaban el jardín delantero.
Llevaba luchando demasiado tiempo para poder convertirme en una profesional y así vivir momentos como el que estaba viviendo. Mi felicidad se reducía al simple hecho de ver la lluvia caer mientras mojaba mi rostro, y eso para mi no tenía precio alguno.
-Vas a acabar enferma -la voz de la humana interrumpió mis pensamientos.
Me levanté y giré mi cuerpo para observarla detenidamente, solo entonces me fijé en su rostro que cambio de sosegado a asombrado en cuestión de segundos. -Tus ojos… -susurró sin salir del asombro.
-¿Por qué tienes los ojos similares a los de Pablo?
-Pablo me dijo que no te pusiese una mano encima -caminé decidida hacia la entrada intentando contener mis impulsos Gazoks -no tientes a la suerte.
-¿Sois algún tipo de secta satánica? -ignorándome corrió detrás de mi sin perder tiempo.
-¿Secta qué…? -pregunté frenando mis pasos cuando llegué al salón intentando procesar su pregunta.
-Adorar al diablo y esas cosas -ella puso los ojos en blanco y sonrió de medio lado.
Nuestra conversación concluyó cuando Pablo bajó trotando las escaleras con el pelo aún mojado, y tras posicionarse al lado de la humana, se cruzó de brazos y me miró.
-Mientras me estaba duchando he caído en la cuenta de que aquí los profesionales no pueden hacernos nada -señaló a la humana y continuó hablando – delante de humanos no podrán actuar.
Negué con la cabeza deseando que aquello fuera cierto.
-No los conoces a todos… -con una mano me eché el pelo hacia atrás y suspiré resignada -hay profesionales capaces de todo con tal de vengar al hijo del líder.
-¿Profesionales? -preguntó la humana soltando una carcajada – ¿Alguien me explica algo?
Ignorándola por completo me acerqué a Pablo cruzando los brazos al igual que él -ahora lo más importante es alimentarnos, si no lo hacemos no hará falta que vengan los profesionales a matarnos.
-¿Tenemos que ir a por la flor Ika? -preguntó esta vez con gesto preocupado.
-Tenemos que ir al lugar donde te secuestraron -contesté dándole la espalda y caminando de nuevo hacia la estantería repleta de libros -solo ahí encontraremos la flor Ika.
Escuché los pasos de Pablo detrás de mi y pude percibir su respiración algo agitada.
-¿Seguro que no hay otro sitio?
Era obvio que ese sitio le preocupada demasiado. Me giré quedando a escasos centímetros de él y analicé su rostro. -No pasará nada -desvié la vista esta vez hacia su mirada y pude notar el miedo que recorría todo su cuerpo, solo entonces caí en la cuenta de que él presencio el ataque de los huesudos que mataron a varios Gazoks seguramente delante de sus ojos – no habrá nadie..
La humana dio un paso hacia nosotros obligándonos a dejar de tener la mirada clavada el uno en el otro.
-Yo puedo dejarte ropa si vas a salir en busca de esa flor -desvié la vista hacia ella -al final soy cómplice de todo lo que hagáis.
Asentí y dejando a Pablo en el salón caminé detrás de la humana que caminaba a grandes zancadas hacia las escaleras.
-No os conozco muy bien -la chica me miró de reojo mientras subía los peldaños -pero quiero que quede claro que todo esto lo hago por mi querido padrastro.
Se paró al llegar al piso de arriba y solo entonces se giró para mirarme.
-A diferencia de Pablo, yo entiendo que su padre quisiera rehacer su vida.
Esa chica estaba agotando mi paciencia y no sabía cuanto tiempo iba a aguantar.
-Yo entiendo a Pablo -me sinceré al recordar lo que le había escuchado decir a Pablo mientras me duchaba -nosotros solo nos comprometemos con una persona en la vida y si esa persona fallece nos quedamos solos para siempre.
La humana soltó una carcajada que me irritó y me golpeó el brazo haciéndome sentir tensa de inmediato.
-¿Vosotros? -volvió a reírse mientras retomaba el paso -hablas como si no fueras de este planeta.
Retomé mis pasos y entré tras ella en una gran habitación donde mis ojos se clavaron de inmediato en un gran reloj en forma de fresa que colgaba de la pared.
Intenté contener mis lágrimas y me distraje examinando con rapidez su cuarto.
-¿Quieres ir sexy, casual o formal? -preguntó abriendo su gran armario de par en par. Me sorprendí al ver la gran cantidad de ropa que albergaba en su interior y contesté cruzándome de brazos:
-Casual.
Ella me sonrió y sacó un vestido de manga corta de un solo color que llegaba más o menos hasta las rodillas.
-¿Te gusta? -preguntó entregándomelo.
Sin contestar se lo arrebaté de las manos y caminé hacia el baño de Pablo.
-Puedes cambiarte aquí -la humana frenó mis pasos mientras salía de la habitación haciéndome un gesto con la mano para que volviera a entrar.
Asentí algo incomoda y cerré la puerta volviendo a clavar la mirada en aquel reloj. Agitando la cabeza para olvidarme de la nave me quité la sudadera y el pantalón que me quedaba algo grande. Con calma me puse el vestido grisáceo y miré mi reflejo en el gran espejo que ocupaba toda la puerta de su armario.
-¿Ya? -preguntó la chica abriendo la puerta y entrando sin ningún tipo de respeto dándome un repaso de abajo a arriba.
-Wow – cogió unas deportivas de otro mueble y me las extendió -eres un completo bombón.
Me sonrió y me propinó un ligero empujón con su brazo. -Tienes que tener a todos los chicos como locos -arrugó los labios y volvió a sonreír de inmediato.
Intenté ignorar sus comentarios y me senté en la cama dispuesta a ponerme las deportivas mientras veía como ella se sentaba justo a mi lado.
-Pablo necesita hablar con su padre, y no te ofendas pero creo que si no lo hace es por tu culpa -su cambio de conversación tan repentino hizo que dejara las deportivas en el suelo y levantase la vista para mirarla.
-¿Perdón?
-Él se fue de aquí después de una discusión muy fuerte con su padre y… llegáis ahora los dos llenos de secretismos que creo que no le hacen bien a él.
Me quedé quieta intentando asimilar la situación, ¿aquella chica de qué nos conocía para juzgarnos de esa forma?
-Ese individuo no es padre de Pablo -dije intentando contener las ganas de lanzarla por los aires.
Ella ofendida se levantó de la cama y me apuntó con su dedo.
-¡Podrás asesinarme si quieres pero no pienso permitir que digas que…
Sus gritos cesaron en cuanto la figura de Pablo apareció por la puerta.
-Elena -la fulminó con la mirada y la echó de la habitación con un gesto de cabeza -dejame a solas con Arima.
Elena clavó sus ojos furiosos en los míos y salió de la habitación sin decir nada más.
Él en cambio con gesto más apagado cerró la puerta y se apoyó en la pared.
-Zafir no es mi padre -confesó -cuando me capturaron me hicieron una prueba en la que resultó que yo era portador de la flor Ika, por suerte no les dio tiempo a hacerme más pruebas para saber si realmente yo era ese hijo que tanto buscaban.
Se quedó en silencio esperando alguna respuesta por mi parte , pero no pude decir absolutamente nada, estaba completamente en shock.
-895 me dijo que si quería seguir con vida no me quedaba de otra que engañar a todos hasta conseguir la forma de escapar.
Me puse de pie esta vez llena de rabia y cogiendo un zapato del suelo se lo lancé con furia.
-¡No quería morir! - esquivó el otro zapato que le lancé e intentó acercarse a mi.
-¡Has mentido a todo el mundo y si cabía la minúscula oportunidad de que nos perdonaran la vida por ser tú el hijo de Zafir acaba de desvanecerse! -grité fuera de si.
Con rapidez abrí la puerta de la habitación y bajé las escaleras.
-¡Arima!
Haciendo caso omiso a lo que decía terminé de bajar las escaleras y Elena me cerró el paso de inmediato estirando sus dos brazos para no dejarme pasar.
-Unos profesionales os buscan y tú me das completamente igual pero no pienso que pongas en peligro la vida de mi nuevo hermanastro.
Frené en seco y me giré para mirar a Pablo que desde las escaleras me suplicaba con la mirada.
No me costaba nada acabar con la vida de los dos y escapar lejos de ahí, pero algo me lo impedía y no lograba saber lo que era. Al fin y al cabo solo podía confiar en Pablo aunque me hubiese mentido en aquel momento. Resignada volví a subir las escaleras mirando de reojo a Pablo y caminé decidida hacia su cuarto.
Cerré la puerta a mis espaldas y cogí un cigarrillo de su escritorio mientras caminaba hacia la ventana.
-Arima.. -escuché la puerta abrirse y me giré para observar a Pablo aún sin encenderme el cigarrillo que llevaba en la mano.
Él en silencio caminó hasta llegar a la cama y se sentó soltando un largo suspiro.
-Me secuestraron -se quedó de nuevo en silencio para después continuar hablando -iban a matarme y solo vi esa salida.
-Te llevamos a la Batalla de los Guerreros -dije dejando el cigarrillo y acercándome a él – podrías haber muerto y aún así fuiste el único que sobrevivió.
Pablo me miró detenidamente mientras ya más calmada me sentaba a su lado.
-Tú también sobreviviste.. -susurró mirándome fijamente. Negué con la cabeza.
-Me salvaste, que no es lo mismo -tragué saliva recordando la batalla – nadie hubiese hecho lo que tú hiciste por mi, nadie se hubiese saltado las normas.
Pablo se acercó más a mi rozando su rodilla con la mía y bajo mi mirada atenta me apartó del rostro un pelo colocándomelo detrás de la oreja.
-Me hubiese saltado cualquier norma por no dejarte morir.. Antes de poder seguir con la conversación escuchamos unos gritos y carcajadas sonoras en el piso de abajo.
Los dos de inmediato nos pusimos de pie y frenamos nuestros pasos cuando la música a todo volumen comenzó a sonar.
-En que momento decidí venir aquí.. -Pablo se llevó las manos al pelo y suspirando agarró el cigarrillo que minutos antes yo había dejado.
Después de tantas veces mirándole, era la primera vez que lograba verle.
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GAZOKS (parte 1)
RomancePablo, chico corriente que vive sumergido en sus problemas cuando se muda a vivir con su padre después de la perdida de su madre, descubre nuevos mundos y personas de la mano de una chica. Arima, chica no humana que vive sumergida en un mundo lleno...