PABLO
Llegué a la gran sala que estaba en la planta principal de aquella guarida y me mezclé entre la gente que bailaba y reía sin parar mientras yo intentaba colocarme bien la pajarita.
Los huesudos eran tan diferentes a los Gazoks que cada vez me sorprendían más.
¿Quién iba a decirme que los huesudos eran más de bailar que de matar?
Sonreí para mis adentros y alejándome de la gente hasta llegar a una de las esquinas de la gran sala observé mi alrededor con detenimiento. El lugar con una ligera luz tenue, como si solo fuese alumbrado por velas, hacia que todo cogiera una tonalidad más romántica.
-Estás hecho un pincel -Nime se acercó a mi y sin dejar de sonreír puso sus manos encima de mi pajarita-¿no habías visto una pajarita en tu vida?
Sonreí y negué con la cabeza mientras ella terminaba de ponérmela de una forma más decente. -Ahora mismo los nervios pueden conmigo… -confesé.
-Ya verás como todo saldrá bien -dijo ella sujetando la mano de Lorcan que acababa de llegar. Suspiré recordando las palabras de Zuko, “Tu sangre se pudrirá”
-No estoy preparado para liderar nada -suspiré de nuevo -solo hay que verme, yo no puedo ayudar a nadie a defender nada.
Puse los ojos en blanco y continué hablando:
-Sin contar que hace nada era un humano que no sabía ni sujetar una daga entre sus manos.
-No necesitamos que nos defiendas -Nime se acercó más a mi para que su voz no fuese opacada por la música – necesitamos que nos lideres .
En ese momento nos quedamos en silencio cuando Zuko y Abril se unieron a nosotros con el rostro repleto de felicidad, era evidente que todo aquello era lo que llevaban buscando desde hacía bastante tiempo. Habían conseguido someterme a su voluntad y me habían dejado sin opción a elegir que era lo que realmente quería hacer.
-Estás muy guapo -Abril se acercó a mi y sujetó mi mano bajo mi atenta mirada -podríamos bailar un poco.
-Todos esperan ver a nuestro próximo líder bailar con alguien y sentirse uno más de ellos -dijo Zuko analizando mi reacción.
Aparté la mano de Abril molesto y negué con la cabeza.
-No soy de bailar.
-Creo que lo que necesita Pablo es un Ikras -Nime se alejó a paso rápido hacia la barra improvisada que habían montado.
-¿Un Ikras? -pregunté frunciendo el ceño.
-Una bebida que preparamos aquí -contestó Zuko sin dejar de examinar cada gesto que hacía -está elaborado a base de flor Ika.
Nime a los pocos segundo apareció con dos vasos.
-Te gustará -me ofreció el vaso y desviando la vista le entrego el otro a Lorcan que lo aceptó de inmediato con una sonrisa en el rostro.
Sonreí aún extrañado y me llevé el vaso a la boca.
Di un largo sorbo a la bebida y escupí de inmediato.
-¿Esto que coño…
-Te acostumbrarás -Zuko me quitó el vaso de entre las manos algo molesto.
Limpie mi boca con la mano algo asqueado y cuando levanté la vista mis ojos se cruzaron con los de Arima que desde el marco de la puerta que daba entrada a la sala me miraba fijamente. Tragué saliva con nerviosismo olvidándome del horrible sabor de aquella bebida y me fijé en el vestido negro con una gran abertura en una de sus piernas que la hacía lucir extremadamente atractiva.
Y ya era decir.
-Arima.. -susurré.
Todos giraron sus cabezas para fijarse en ella y sin poder evitarlo di un paso hacia delante, como si al verla no pudiese controlar mi cuerpo. Su belleza eclipsaba al resto, y cada paso que daba hacia ella sentía que iba perdiendo el aliento.
-Estás preciosa.. -susurré armándome de valor sabiendo que por mucho que la música sonara a todo volumen, ella me escuchaba a la perfección.
Me volvía completamente loco,me hacia perder el norte y el sur y ya era difícil de ocultar.
¿Como había conseguido eso en tan poco tiempo?
-Arima -repetí ya más cerca.
Ella agachó la cabeza con timidez y se llevó una mano al brazo causándome cierta ternura.
-Siento haberte ocultado..
-Siento haberte tratado así -la interrumpí sorprendiéndome de haberla escuchado con tanta facilidad.
Solo entonces volvió a levantar la vista para clavar sus pupilas en las mías.
-Jamás lo hice con intención de hacerte daño.. -confesó.
En ese momento dejó de existir para mi el resto del mundo, estando suficientemente cerca de ella, rocé su pelo castaño y largo con mis dedos. Desvié sin poder evitarlo mis ojos a sus rosados labios y tuve que contenerme para no lanzarme y besarla. En lugar de eso, tiré de su mano y la llevé al centro de la sala.
-Me han dicho que para no hacer el feo a los huesudos debo bailar con alguien -sonreí pasando mi mano por su cintura -no pensaba hacerlo hasta que te vi entrar por esa puerta.
Ella me devolvió la sonrisa y acercó su boca a mi oreja.
-No tengo ni idea de bailar…
Esta vez fui yo el que aparatando el pelo detrás de su oreja comenzó a hablar:
-¿Crees que yo sí?
Soltamos una carcajada sonora y recé con todas mis fuerzas por que aquello no fuera un sueño. Apoyó su cabeza en mi pecho bajo mi atenta mirada .
¿Desde cuando se comportaba así conmigo?
-¿Te pasa algo? -pregunté soltando una pequeña carcajada -¿fiebre o algo?
Arima me fulminó con la mirada y me pegó un suave manotazo en el brazo.
-Me he dado cuenta de que no quiero perderte… -se quedó en silencio y volvió a apoyar la cabeza en mi pecho mientras nos movíamos al ritmo de la música – no firmes ningún acuerdo.
-¿Por qué no debería hacerlo? -Abril se acercó a nosotros rompiendo la magia de aquel momento. Los dos nos separamos y la miramos.
-Que su madre haya sido vuestra líder, no quiere decir que él también deba serlo -dijo Arima cambiando por completo el tono de voz.
-Lo he decidido yo -confesé.
Ella me miró y con gesto enfadado dio un paso hacia Abril.
-Jamás conseguirás destruir a Zafir.
Rápidamente me coloque entre las dos y clavé la mirada en Arima.
-Este no es el momento.. -susurré levantando la vista y fijándome en como Zuko se acercaba a nosotros con una amplia sonrisa en el rostro.
-¡Llegó el momento! -alzó la voz y la música cesó de inmediato.
Arima me suplicó con la mirada cuando todos los huesudos centraron la vista en mi.
Era evidente que ella temía que acabáramos con la nave y todos los suyos, pero jamás iba a dejar de luchar por matar a los que acabaron con mi madre.
Dejé de mirarla y caminé detrás de Zuko hasta llegar a una plataforma algo elevada que me permitía ver a todos los huesudos congregados en aquella sala. Mis nervios se dispararon cuando al fin observé encima de una mesa redonda un pequeño pergamino doblado al lado de una pequeña daga. -Estamos aquí reunidos para proclamar líder a Pablo, hijo de Neferet.
Zuko en medio de la plataforma se posicionó en frente de mi y me hizo una reverencia a la que no tardaron en sumarse el resto de huesudos.
-Neferet antes de morir nos dejó una misión clara -esta vez dándome la espalda se dirigió a los huesudos -proclamar líder a su hijo y hacer justicia matando al fin a Zafir.
-¡Justicia! -gritaron los del fondo.
Sentí mi corazón latir a mil por hora y mi cuerpo comenzó a temblar sin poder evitarlo.
¿Estaba realmente seguro del paso que iba a dar?
Busqué a Arima con la mirada y me mordí el labio al no encontrarla entre la gente que me apoyaba. -En cuanto Pablo haga caer su sangre sobre el pergamino será oficialmente nuestro líder supremo y nuestra llave a un futuro mejor.
Todos comenzaron a aplaudir y a corear cuando Zuko me señaló la daga.
Tragué saliva y armándome de valor la agarré entre mis manos.
-Es hora de que abras el pergamino y leas la primera frase -se acercó a mi y me dedicó una sonrisa - esa frase deberás llevarla grabada en tu mente hasta tu muerte.
Con la respiración agitada y las manos sudorosas abrí el pergamino sin soltar la daga y comencé a recitar:
-Yo, Pablo, hijo de Neferet juro liderar con honestidad, lealtad, respeto y confianza hasta el final de mis días.
Solté el pergamino y con la daga aún en la mano abrí el puño y hundí ligeramente la punta en la yema de mi dedo. Inmediatamente la sangre comenzó a brotar.
Todos se quedaron en silencio esperando el momento exacto en que mi dedo sellara aquel pergamino.
Volví a buscar a Arima y tras decepcionarme de nuevo, y algo seguro de lo que hacía sellé el pergamino comprometiéndome de por vida a liderar a un grupo al que hace unos días temía más que nada en el mundo.
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GAZOKS (parte 1)
RomancePablo, chico corriente que vive sumergido en sus problemas cuando se muda a vivir con su padre después de la perdida de su madre, descubre nuevos mundos y personas de la mano de una chica. Arima, chica no humana que vive sumergida en un mundo lleno...