CAPITULO 18

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PABLO

Abrí los ojos aún algo mareado y observé mi alrededor.

¿Dónde me encontraba?

Miré la cama en la que me encontraba cubierto de sábanas blancas en conjunto con las paredes en las que no había ni un cuadro colgado y solo entonces me percaté del pitido continuado que salía de la maquina que tenía colocada justo a un lado de la cama.

-Arima.. -susurré recordando como dos enfermeras se la llevaban en una camilla justo después de conseguir salir del laberinto con vida.

La puerta del cuarto donde me encontraba se abrió y apareció Kano con semblante serio.

-Tienes suerte de ser el hijo del que manda -clavó su mirada en mi y caminó hasta llegar a mi lado sin dejar de cruzar los brazos con gesto algo amenazante – si por mi fuera te cortaría la cabeza ahora mismo.

Fruncí el ceño y quitándome los cables que cubrían mis brazos intenté levantarme mientras me concentraba en no perder el equilibrio.

-¿Se puede saber a

Antes de que terminara la frase, Kano me agarró con fuerza de la camiseta y me acercó más a él aprovechando mi confusión.

-Has sacado a Arima de la batalla, ¿Tienes idea de lo que has hecho?

Negué con la cabeza y él me lanzo con fuerza encima de la cama.

-¿Arima está bien? -pregunté gimiendo de dolor al golpear mi cuerpo adolorido con la cama.

-A ti ella no te tiene que interesar para nada -me fulminó con la mirada como respuesta y caminó hacia la puerta decidido a irse.

Con rapidez me levanté y corrí tras él.

-Arima -dije aún sintiéndome muy débil.

Él de un manotazo me apartó casi sin esfuerzo y salió de aquella habitación murmurando algo que no logré entender.

Trague saliva preocupado.

¿Ella estaría a salvo?

Agité la cabeza intentando quitarme los malos pensamientos que me rondaban y solo entonces me percaté de la presencia de alguien más en la sala.

-Hola Pablo -una chica de pelo castaño y ojos azules me miró con gesto simpático mientras se levantaba de un pequeño sillón blanco.

Mientras se acercaba a mi solo pude fijarme en sus dos grandes ojos azules, ojos iguales a los de 895.

-¿Estás bien? -preguntó ella cuando estuvo suficientemente cerca.

-¿Sabes donde puedo encontrar a Arima? - pregunté esta vez yo ignorándola por completo.

-Arima está dos puertas mas allá -señaló el pasillo y me sonrió -ahora debes descansar.

-Necesito -tragué saliva sabiendo que no estaba preparado para formular la pregunta – necesito saber si ella esta viva..

La enfermera cerró la puerta de la habitación y me hizo un gesto con la mano para que fuera hacia la cama.

- Lo único que sé de Arima es que está en ese cuarto acompañada de otra compañera mía -se llevó un dedo al mentón mientras recordaba algo y me sonrió de inmediato – creo que está con 457.

Me senté en la cama preocupado y ella pasó una mano por mi hombro.

-Ahora descansa Pablo, ya habrá tiempo de poder verla -caminó hacia la puerta y volvió a abrirla -no te preocupes por nada.

GAZOKS  (parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora