Capítulo 12

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El restaurante elegido se llamaba Fuego, el cual era bastante conocido por ser un lugar de reunión para los universitarios que querían pasar un rato agradable y no gastar mucho dinero.

—Supuse que solo seríamos nosotros dos —declaró Maika viendo fijamente a Ezra, el cual no respondió solo se limitó a sonreír.

—Vamos Bennet siéntate, nadie debería rechazar una deliciosa barbacoa coreana, además tendrás el honor de que cocine para ti.

Maika aún permanecía parado, pero su estómago le recordó que ocupaba comer y el olor de la carne sobre la parrilla era delicioso, así que no tuvo otra opción que sentarse al lado del beta a regañadientes.
La mesa se encontraba llena de entradas y diferentes cortes de carne.

—Me siento mal que seas tú quien cocine, se supone que serías el invitado principal —decía Ezra con una cara de preocupación mirando a Luka.

—Me encanta cocinar, así que no pienses en eso y mejor dime ¿qué tal sabe? —preguntó tomando un pedazo de carne y dándolo a comer a Ezra, quien se encontraba frente a él del otro lado de la mesa.

—Delicioso —el alfa quien seguía mirándole fijamente no pudo evitar sonreír al oír aquellas palabras.

—Bennet sírvete y admira mi forma de cocinar —Maika había notado la forma en que el alfa veía a Ezra, pero prefirió no decir nada y limitarse a comer —Podrían traer 4 tarros de cerveza —pedía a la camarera.

—¿Cuatro? —el alfa no dijo nada solo le dirigió una sonrisa burlona. El omega percibió un olor conocido, sabía con que se encontraría al girar su cabeza, y justo como predijo ahí estaba la figura de Damián al lado de él.

—Pensé que no llegarías, siéntate —exclamó Luka.Maika le dirigió una mirada fulminante al beta.

—Perdón —susurró Ezra, a la par que Maika resoplaba.

Damián saludó y dirigió una mirada sutil para apreciar a Maika, quien por su parte se encontraba evadiendo aquellos ojos grises.

—Es un gusto que me hayan invitado, en verdad lo aprecio.

—Deberíamos hacer un brindis, por ser los mejores en el torneo —decía Luka alzando el tarro de cerveza —Vamos Bennet no seas aguafiestas —Maika alzó su tarro de mala gana.

La plática era bastante amena, todos estaban compartiendo experiencias a excepción de Maika. Quien odiaba que su corazón se hubiera acelerado al ver como Damián se llevaba un bocado a la boca; no había podido evitar recordar como aquellos labios se encontraban explorando los suyos hace no mucho tiempo atrás.

—Aun así, creo que el equipo de esgrima tiene la victoria más fácil —en el poco tiempo que Damián conocía a Maika, sabía que este tenía un orgullo bastante elevado, y que un comentario así harían que se incluyera solo en la plática.

—No es así... el esgrima requiere destreza, rapidez y certeza. Debes dar toque en el lugar adecuado en un blanco en movimiento —bingo, había logrado que salieran palabras de aquellos labios color cereza.

—Tienes razón... quizás por ello soy bastante bueno esperando el momento preciso, con tal de conseguir el objetivo —declaró Damián viéndole a los ojos, aquel omega que se encontraba frente a él, ahora vestía unas mejillas sonrojadas tras aquella declaración.

—Creo que ambos deportes tienen distintos niveles de dificultad, será mejor que no comparemos —añadía el beta.

—Bien dicho Ezra, deberíamos competir para ver qué equipo es mejor —espetó Luka.

Fragancias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora