Capítulo 74

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—Te despertaste bastante temprano —Zyan veía fijamente al alfa —Ezra se levantará en un rato más.

—...

—¿Quieres acompañarme a correr? —el joven asintió.

El paisaje del recorrido era muy diferente al barrio en donde vivían, aunque él era también un alfa, le costaba seguirle el paso a Luka. Este a comparación suyo, poseía una estatura y estructura mucho más alta y musculosa.

—¿Tú eres la pareja de mi hermano? —preguntó algo dudoso.

—Así es.

—Es claro que eres un alfa, y Ezra ... ¿Si sabes que es beta cierto?

—Estoy al tanto —añadía luego de soltar una leve risa.

—¿Y estás bien con el hecho de no tener hijos?... Se supone que los alfas deberíamos buscar descendencia —habían corrido por un tiempo y podía notar que Zyan se hallaba batallando para hablar y correr al mismo tiempo, así que decidió parar un momento.

—Lamentablemente aún hay personas que tienen esa idea. Que para ellos el mejorar la descendencia es lo más fundamental, si me preguntas a mí, no me importa no tener hijos. Eso es algo que no es esencial, sin embargo, pasar mi vida al lado de la persona que más amo es lo que importa.

—¿Amas a mi hermano?

—Más que nada en este mundo. Ezra es la persona con el corazón más hermoso que he conocido. La manera en la que ilumina mi mundo con su sonrisa, como me ve con esos bellos ojos esmeralda, me pone tan nervioso cada vez. Su voz, su tacto, todo en él emana una calidez que resulta adictiva. Sin olvidar que físicamente todo en él es perfecto.

—Ok ok ya entendí.

—ja jaja perdón, sé que debe ser raro escuchar todo, pero si amo a tu hermano y si me lo permite lo seguiré amando y protegiendo hasta mi último aliento.

—Más te vale que cumplas tu palabra, y cuides de mi hermano... Sé que quizás, él no este enterado de que yo sé que ha sufrido con sus antiguas parejas... y sé que eres millonario, mucho más alto, y fuerte que yo, pero ten por seguro de que si lastimas a mi hermano... Tarde o temprano, te haré pagar por ello. —la resolución en aquellos ojos verdes era real. La similitud que Zyan tenía con Ezra era casi nula, a excepción de la mirada de determinación que tenían ambos.

—Me parece justo, vamos, aún nos queda recorrido.

Ezra se hallaba preparando nervioso el desayuno en ese momento. Tenía bastante de no comer con su hermano, que no estaba seguro de que este siguiera teniendo el mismo gusto. Una pila de panqueques adornaba la mesa, además de fruta picada y omelette.

Beep

Su corazón se inquietó al oír como se abría la puerta principal.

—Llegaron justo a tiempo, estoy terminando de servir la mesa —mordía sus labios al cruzar la vista con el alfa, deseaba arreglar todo, pero no quería incomodar a su hermano, así que se tranquilizó. —Zyan no sabía si aún te gustaban los pancakes así que hice otras opciones.

—Gracias, aún son mis favoritos. —le hacía feliz el oír eso, pero su mirada se desvió rápidamente de vuelta al alfa de cabello blanco.

—¿No desayunarás con nosotros?

—Tengo una junta, tomaré una ducha, para dirigirme a la oficina, lo siento. En verdad espero que tú y tu hermano logren hablar, sabes que si ocupa quedarse más días puede hacerlo.

—Gracias.

—Es mejor que vayas a comer, o se enfriará, sería una pena, todo se ve delicioso.

No le agradaba el hecho de no poder hablar del problema, pero entendía que Luka tenía que atender a esa junta.

—¿Sucede algo entre ustedes?

—No, todo está bien, solo que no sabía que saldría a junta... pero comamos, aprovechemos que está caliente.

—Está rico —declaraba el alfa tomando otro trozo de omelette. El beta decidió comer aquel desayuno en calma, ya habría tiempo para preguntarle a su hermano que era lo que había sucedido en casa.

Fragancias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora