—Ezra, es una sorpresa tenerte aquí —logró verlo, aquel frío y desagrado con el que esos ojos le miraban.
—¿Por qué te asombras? Es mi pareja, creo que es más que lógico, el hecho de que me acompañe en este evento tan importante. —sintió como el alfa le tomaba más fuerte por la cintura, conforme pronunciaba esas palabras, como si tratara de reafirmar lo que había dicho.
—Tienes toda la razón, discúlpame, Ezra. Es solo que mi hijo estuvo bastante tiempo sin pareja, que aún olvido el que ahora tiene a alguien. —la sonrisa que mostraba la boca carmesí, era como si la omega hubiese probado algo nada agradable a su paladar.
—Descuide, la entiendo... lo bueno es que tenemos todo el tiempo del mundo para acostumbrarnos. Estoy seguro de que cuando menos lo piense se familiarizará a mi presencia —declaraba el beta colocando su palma en el pecho del alfa.
—Eso es grandioso, espero que sea pronto —era capaz de notar como la mandíbula de Milha se tensaba con cada sílaba que pronunciaba. Agradecía que los ojos de Luka se centraran en él, y no viera la forma en la que su madre había actuado, pues no deseaba que algo arruinara esa noche.
Sentía como si sus piernas fueran a ceder. Intentaba centrar su atención en respirar tranquilamente, para evitar de esa manera desmayarse.
—En verdad dudé que algún día pudiera ver esto, me siento más tranquilo al ver a mi primogénito como cabeza de nuestra compañía. —la voz ronca de Vladímir hizo que el beta se congelara. Su presencia imponía demasiado sin importar que los demás pudieran o no sentir sus feromonas.
—Padre —a pesar de la situación en la que se encontraba, no podía negar que le alegraba ver como el rostro del padre de Luka se mostraba relajado, y con una sonrisa al abrazar a su hijo y besar la mejilla de su omega. —gracias por confiar en mí.
—Querido, sé que estás emocionado por esto, pero se educado y saluda correctamente —decía Milha tomando su mano. Seguía sorprendiéndole cómo, aunque Luka era básicamente la viva imagen de su padre, este transmitía algo totalmente distinto.
—Tsss —chistó —No creo que fuera necesario que trajeras a un acompañante. Clientes y tu familia es quien debería estar aquí —proclamaba mirándole de reojo para después ver directamente a los ojos al alfa.
—Te agradecería que evitaras ese tipo de comentarios —vio como Luka apretaba su puño —todos nuestros clientes y empleados, traen a sus parejas... incluyéndote.
—¿Cómo te atreves a comparar a tu madre con él?
—¡Vladímir! —la voz de Milha era más alta de lo normal. La cara de desagrado del alfa era demasiado obvia.
—Ezra es mi pareja, así que él estará a mi lado a donde sea que yo este, probablemente crees que nuestra relación solo es una pasión juvenil, pero no es así. Él es el amor de mi vida, y eso no cambiará, ni ahora ni en el futuro. Así que será mejor que lo trates con respeto si es que deseas que yo siga teniendo algún tipo de relación con ustedes.
—Eres demasiado testarudo —proclamaba Vladímir rayando en un gruñido.
—Luka —la voz del beta hizo que el alfa dejara de mostrar el reflejo violeta en sus ojos.
—Basta, es mejor que vayamos a saludar a nuestros clientes, y desistan de esta discusión, o intenten hablar de esto para otra ocasión. —el puño del alfa comenzó a relajarse conforme la silueta de sus padres se perdía entre la gente.
—Diablos —recargó su cabeza en la melena pelirroja.
—No te preocupes.
—No me gusta, odié la manera en la que se expresaba de ti.
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Fragancias.
RandomMaika, es uno de los mejores miembros del club de esgrima aun siendo un omega recesivo, quien no puede evitar tener poca tolerancia a los alfas. De repente ve como su vida comienza a verse alterada por la presencia del nuevo alumno, Damián Walker un...