—Veo que viniste a apoyarnos —decía Luka cerca del oído de Ezra, quien se quedó inmóvil al sentir como un escalofrío recorría su espalda, al percibir el aliento del alfa impactando su piel, después de unos segundos de silencio había sido capaz de responder.
—No me lo hubiera perdido —el alfa no pudo evitar recordar la imagen de aquellos ojos verdes cubiertos de lágrimas.
—En lugar de estar asustando a los espectadores deberías de calentar —espetó Maika, al tiempo que se encontraba sin pensarlo buscando entre la multitud aquellos ojos grises, mientras que apretaba su careta contra su pecho.
Y pudo ver esa figura de piel clara portadora de esos ojos, resaltar a la distancia. Sonrió sin darse cuenta, por lo tanto, decidió desviar la mirada. Aunque este ya no lo veía directamente, podía sentir su presencia acercándose en dirección ahí.
—Buenos días me da gusto ver que estén bien —decía Damián.
—Vaya los demás colegios ya arribaron, al parecer hoy el primer club en tener los encuentros será esgrima, seguido por arquería —añadió Luka.
—Si eso oí —Maika podía sentir la mirada de aquel alfa sobre él.
—Deberíamos de irnos, el torneo no tarda en iniciar —proclamó el beta.
Ezra y Damián tomaron lugar en primera fila, a su vez Luka y Maika, se encontraban recibiendo las últimas instrucciones del entrenador. El primero en competir sería Luka, pues el colegio quería asegurar la victoria. El estilo de esgrima que Luka empleaba además de asertivo se basaba más en el ataque. Era casi imposible ver que este perdiera puntos, pues cada golpe era seguro y los impactos que recibía eran equivalentes a cero.
El contrincante contra el que se enfrentaría era un alfa, que podría decirse tenía un porcentaje de victoria muy parecido al suyo. Esto hacía que Luka en lugar de temer se animara, le gustaba medirse con rivales fuertes.
—Buena suerte —decía Ezra, el alfa pudo oírle y antes de llegar a su lugar para comenzar el encuentro le vio fijamente y a la par que apuntaba su espada hacia Ezra decía.
—Я посвящу победу тебе (Te dedicaré la victoria)
El beta quien no hablaba ruso solo sonrió. Damián por su parte soltó una risa por debajo al oír lo que su amigo acababa de declarar.
—¿Entendiste que fue lo que dijo?
—Sí, él dijo que ganará el encuentro —sabía que no era su lugar el decirle lo que realmente significaba dicha frase.—Claro, es muy bueno, seguro será fácil.
Justo al iniciar el encuentro Luka ya se encontraba lanzando el primer ataque y acertó. Ezra nunca le había visto competir, era todo un espectáculo. No solo era la velocidad con la que se movía, sino la ferocidad con la que atacaba, este mostraba meramente los instintos de un depredador, el cual había decidido acorralar a su presa con el fin de no perder, a la par que conseguía clavar cada golpe.
Aunque el oponente podía seguirle el paso a Luka, y lograba acertar uno o dos ataques, a este le era imposible evitar ser alcanzado. Aquella batalla que había comenzado tan ferozmente ahora confirmaba quien sería el vencedor.
Tal como se predijo el encuentro se inclinó a favor de Luka. Maika se encontraba atando su cabello, y pudo ver que los integrantes del club de arquería eran solicitados por su entrenador. Aun cuando no quería admitirlo, su interior anhelaba que Damián le viera competir. Se movía por instinto hacia la pista y seguía las instrucciones que daba el árbitro principal.
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Fragancias.
RandomMaika, es uno de los mejores miembros del club de esgrima aun siendo un omega recesivo, quien no puede evitar tener poca tolerancia a los alfas. De repente ve como su vida comienza a verse alterada por la presencia del nuevo alumno, Damián Walker un...