Luka paró en seco al escuchar al beta, sabía que, si no abandonaba esa habitación en ese instante, y decidía dar la vuelta para tranquilizar a Ezra no había manera en la que pudiera controlarse... aun así no podía abandonarle, no si sabía que el ser que más amaba se estaba derrumbando debido al miedo y las dudas.
—Ezra, escúchame.
—No me odies por favor —la manera en la que aquellas manos temblaban y los luceros esmeraldas le veían dejaban en claro que estaba teniendo una crisis.
—Escúchame, no hay manera en la que yo te pueda odiar —tomaba entre sus manos la cara del beta —Te amo, por esa razón debo de hacer lo que es mejor para ti.
—¿Y lo que yo deseo no importa?
—... —esas palabras tomaron desprevenido al alfa.
—Te deseo Luka, entiendo si quizás tú sientas repulsión de estar conmigo, pero no puedo evitar desear ser uno contigo de nuevo.
—Nunca he sentido repulsión por ti, eres lo más importante para mí y la más mínima interacción tuya desata mis deseos de poseerte, puedes verificarlo por ti mismo —añadía posando la mano del beta sobre su pantalón con la finalidad de que este pudiera notar la erección. El pecho de Ezra comenzaba a agitarse al percatarse de aquel bulto. —Agghhh —gimió al sentir como la mano del beta le acariciaba.
—Tómame, deseo sentirte Luka. Mi interior se encuentra pidiéndote a gritos, por favor —decía buscando besar los labios durazno.
—Maldición —gruñó para después comenzar a devorar la boca rosada. El beta sé aferraba al alfa, quien se hallaba tratando de controlarse para llevarle a la habitación. Se encontraba removiendo el pijama conforme avanzaba, dejando un camino de ropa a su paso.
Ezra cayó en la cama, jadeando debido al placer que experimentaba. Luka fijó su mirada en los erectos pezones del beta.
—Aaaaghhh mmmm —sentía como el alfa los succionaba, para después morderlos. —Lukaaaa
El aroma a fresia le estaba volviendo loco, conforme avanzaba hacia el miembro de Ezra, notaba como la ropa interior se encontraba mojada. Removió despacio incrementando los sentidos del beta, notó como el miembro estaba recto y temblaba empapado en líquido preseminal. Deseaba saborear más de él.
—Uggghhhh aaaaahh. —La boca del alfa se hallaba tragando por completo el miembro viril de Ezra, era demasiado, el calor de aquella lengua enredada en su pene al tiempo en que los dedos del alfa en su cavidad estimulaban su punto sensible. —Espera, me voy a correr, esperagggg.
Había tratado de aguantar, pero fue inútil, había eyaculado dentro de su boca, escuchó como este tragaba hasta el último residuo de su semen.
—Eres simplemente delicioso —decía lamiendo las comisuras de su boca. —Iré por un condón.
—No
—Es mejor así no batallarás, y créeme que abra demasiado que limpiar si no lo usamos.
—No importa, quiero que la sensación de tu pene recorriendo mi interior, y tu semen llenando mi ser, reemplace los recuerdos que guarda mi cuerpo. —el alfa entendió lo que había querido decir con esas palabras.
—De acuerdo, me encargaré de que solo recuerdes la sensación de mi miembro estimulando tu interior y que quedes tan lleno que tu lindo agujero derroche mi semilla sin parar.
—Mmmm —Había preparado como era debido al beta, aun así, su cavidad seguía estando estrecha. La calidez del interior de Ezra se sentía tan bien, intentaba avanzar despacio, para que este pudiera acostumbrarse a su pene. —Está bien aaaaggghhh puedes moverte más —suplicaba entre jadeos.
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Fragancias.
RandomMaika, es uno de los mejores miembros del club de esgrima aun siendo un omega recesivo, quien no puede evitar tener poca tolerancia a los alfas. De repente ve como su vida comienza a verse alterada por la presencia del nuevo alumno, Damián Walker un...