Capítulo 32

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—Jóvenes espero que estos dos días de investigación de campo sean beneficiosos para ustedes, y que esto se vea reflejado en su trabajo final.

Maika sabía que se encontraría en los últimos días de su ciclo de celo, para este viaje, por lo tanto, Damián le obligaría a usar supresores. El omega se hallaba frunciendo las cejas al analizar esto. Aun cuando quería negarlo, deseaba ser uno con el alfa desde el momento en el que lo había visto, y saber que no sería capaz de entregarse a los brazos de este, y por el contrario, debía tomar supresores... No le agradaba en lo absoluto.

—¿Sucede algo? Estás frunciendo el entrecejo.

—No es nada... solo odio tener que empacar.

—Puedo comprarte ropa, así no tendrías que hacerlo.

—No es necesario —declaraba tomando la mano de Damián —Agradezco que no tengamos actividades... deberíamos aprovechar eso —añadía posando su cabeza en el brazo del alfa.

—Tú y yo sabemos que, si "aprovechamos ese tiempo", mañana no podrás asistir a las prácticas —declaraba besando las hebras caramelo, estas al igual que el resto del cuerpo del omega, destilaba ese magnético aroma a lirios de agua —Además Luka y Ezra insistieron en invitarnos a comer.

—Uff —bufó —bien —decía sacando de su bolso el inhibidor, conforme ingería la píldora, Maika sentía como su oportunidad de intimar con Damián se escapaba.

Bzzz bzzz

—Será mejor que esa comida sea perfecta —estipulaba Lilian en un mensaje de texto, seguido por una foto del omega vistiendo el smoking color azul. Se notaba que esta había sido tomada sin la autorización de Maika, pues se veía distraído mirando su reflejo en el espejo, así que tal foto debía ser un secreto entre Lilian y él. 

—Cuenta con ello, gracias.

—¿Todo bien?

—Si, no te preocupes.

—Umm, no lo sé esa sonrisa en tu rostro me dice lo contrario —proclamaba el omega.

—Es la verdad —decía depositando un beso en la mejilla, con el fin de quitar el puchero que habitaba en la cara del omega. Vio como una leve sonrisa aparecía en el rostro de Maika.

—De acuerdo.

Bzzz bzzz

—Dime Ezra.

—Maika, ¿les parece bien comida china?

—¿Comida china? —giró su cabeza con el fin de ver la respuesta de Damián, este asintió —Claro.

—Bien, ¿desean algún platillo en específico?

—Umm si, carne con brócoli, chow mein y dumplings, muchos dumplings —Damián veía como Maika, se veía muy entusiasmado al pedir esos platillos en específico —¿quieres algo en especial?

—No.

—Sería todo.

—Muy bien, estaremos en el apartamento en unos 30 minutos.

—Nos vemos.

—¿Qué?

—Nada, parece que estás hambriento —el omega frunció un poco el ceño al oír esto —me encanta —añadía besando aquellos helados labios cereza —Deberíamos ir a comprar algo para acompañar la comida.

Fragancias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora