Capítulo 27

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—Aah... Esper...a...... —proclamaba Maika poniendo el dorso de su mano sobre su boca, al sentir como el alfa mordía el interior de su muslo.

—No cubras tu boca, deseo oírte... creo que tendré que asegurarme que no seas capas de contenerte.

Damián tomó el miembro del omega, que se encontraba completamente erecto y empapado en fluido. El alfa introdujo el pene de Maika en su boca, comenzó a enrollar su lengua con el fin de saborearlo. El omega al sentir como Damián engullía su parte noble, no podía evitar gemir y su espalda empezaba a arquearse. La lengua no solo recorría la longitud de su pene, sino que envolvía el glande de este.

—Bastaaaa.... Aaah me...ahhg corroo, me —Maika pudo oír como el alfa tragaba sus fluidos —Aah aah —al encontrarse tomando aliento, no era capaz de decir palabra alguna.

—Debo decir que el paisaje es por demás excitante —decía limpiando el semen de la comisura de su boca con la lengua —Exquisito.

Damián procedió a quitarse la camisa, Maika había visto ese torso desnudo varias veces, pero aun así le era imposible evitar asombrarse ante él. Podía sentir como su interior parecía pedir a gritos sentirse uno con el alfa.

—Por favor ... Quiero sentirte —imploraba, estirando su mano para rozar la bragueta del pantalón de Damián.

El alfa comenzó a abrir la cremallera sin despegar los ojos de Maika, este al ver como Damián dejaba expuesto su miembro, comenzó a morder sus labios por el deseo.

—Uugh.

—Estás totalmente lubricado —declaraba después de introducir dos dedos en la parte posterior del omega.

—Vamoooos... por favor —añoraba.

—Si, sigues seduciéndome de esa manera, no creo que sea capaz de dejarte descansar por un buen tiempo —proclamaba, rozando la punta de su pene contra el ano de Maika. Podía sentir las feromonas del omega. Era indiscutible como estas eran mucho más presentes que las veces anteriores. Colocó las piernas de Maika sobre sus hombros y le penetró de golpe.

—Uuuggh aaah siii —la espalda del omega se había arqueado totalmente. Al tiempo que sentía como la boca de Damián devoraba sus labios, silenciando los gemidos que este emitía... No solo la boca del omega parecía incendiarse, sino el interior de su cuerpo también lo hacía. Lograba percibir el frío del mármol contra su piel, y el cuerpo caliente de Damián fundirse con el suyo.

Maika entrelazaba sus brazos alrededor del cuello del alfa, sin dejar de besarle. Damián por su parte sostenía el peso de su cuerpo, colocando su antebrazo en la mesa y con su otra mano masturbaba la parte delantera del omega. El ritmo de las penetraciones se aceleraba, y con ello el alfa podía sentir como el deseo de poseer a Maika aumentaba.

—Haa aaah aaah —el omega no había podido evitar encajar sus uñas en las paletas del alfa, y gemir fuertemente al sentir como Damián mordía su hombro derecho.

—Tu interior es realmente asombroso... es tan caliente, puedo sentir como me aprietas, pareciera que no deseas que salga de ti —declaraba, para después comenzar a morder de nuevo el pezón de Maika, pero sin disminuir el ritmo de las embestidas.

—Espera, si sigues aaaah, me correré, esp aaaggh —Los ojos de Damián mostraban el tono violeta en ellos.

—Por la manera en la que me devoras, parece que no deseas que pare sino todo lo contrario —decía introduciendo completamente su miembro.

Maika sintió el semen del alfa llenando su interior. El estómago del omega no solo tenía los fluidos de sus eyaculaciones previas, sino que mostraba una protuberancia después de que el alfa introdujera su pene profundamente. La excitación del momento era tal, que al percibir como Damián se corría, no había podido evitar eyacular nuevamente. El omega colocó sus manos en las mejillas del alfa, mientras le guiaba a la boca jadeante, con el fin de perderse de nuevo en el sabor de aquella boca.

Fragancias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora