Capítulo 50

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Ver aquella melena alborotada durmiendo plácidamente sobre su pecho, resultaba ser para Luka un paisaje que deseaba ver por el resto de su vida. Acarició suavemente con su dedo índice, aquellos labios rosas, los mismos que se aferraban a los suyos la noche anterior. Sentir la tersa piel de Ezra contra la suya era definitivamente la mejor manera de despertar.

—Luka —dijo con una voz suave entreabriendo los ojos.

—¿Te desperté? —el beta negó con la cabeza.

—El sol, los rayos del sol.

—Debo de comprar cortinas más gruesas —declaraba besando el cabello ondulado.

—Está bien, gracias —proclamaba con una sonrisa sincera en su rostro —¿Qué te pareció? — preguntaba con una voz baja tapándose la cara.

—Fue majestuoso, perfecto —decía mientras retiraba las manos delicadas del rostro del beta. Notó como esos ojos esmeralda que le miraban con duda, parecían cobrar confianza tras oír esas palabras —En verdad, lo juro por mi vida —al terminar de decir eso, fue testigo de cómo una leve sonrisa se dibujaba en los labios rosados —debes de estar hambriento, me encargaré de que recuperes las fuerzas —añadía besando los delgados dedos del beta.

—Tomaré una ducha.

—Creo que será necesario que te ayude a llegar al baño —decía poniéndose de pie, fue imposible para Ezra hacer que sus ojos no se quedaran fijos en aquella figura escultural. Los pectorales, junto con la forma en la que los oblicuos marcaban el abdomen del alfa, proveían una escena cautivante. Sin pensarlo, sus ojos comenzaron a desviarse en dirección hacia los bóxers que vestía el alfa —¿Ezra?

—C....claro —respondía tartamudeando.

—Parece que te interrumpí —decía con una sonrisa pícara, tras haber notado como el beta se encontraba admirando su cuerpo momentos atrás. El rubor que se hacía presente en las orejas de Ezra dejaba claro lo avergonzado que se sentía —me encanta —declaraba mientras jalaba el labio inferior del beta

—Luka...

—Que me veas —añadía para después reclinarse y comenzar a besarlo. Extrañaba el sabor de los labios y la lengua del beta, aunque hace pocas horas se había encontrado devorándolos —Vamos, será mejor que me apresure a llevarte, pues de no ser así me temo que no podre contenerme —decía alzándolo, a la par que este enrollaba sus piernas en la cintura de Luka.

—Está bien —respondía aún perdido en la sensación que aquel beso le había dejado.

El alfa tomó una ducha rápida, necesitaba enfriar su cabeza, deseaba haber tomado de nuevo a Ezra, pero entendía que habría sido demasiado para él.

Bzzz bzzz

El celular mostraba varias llamadas perdidas.

—¿Qué sucede?

—Buenos días, es lo mínimo que deberías decir después de no haber contestado las veces que te marqué.

—Hay cosas más importantes que estar pegado a mi celular y contestarte jajaja

—No me causa gracia... en fin será mejor que vaya al grano. Nuestros padres no podrán asistir a sus compromisos aquí, así que necesitaremos ir en su lugar.

—¿Necesitaremos?

—Sí, son dos cenas, ambas el mismo día, sé que odias ir, pero has de saber que me es imposible partirme en dos.

Fragancias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora