El beta se encontraba moviendo su rodilla con rapidez debido a la ansiedad, estaba a punto de conocer a los padres de su pareja y no había manera que eso no lo afectara.
—Tranquilízate, todo estará bien —decía Luka poniendo su mano sobre la inquieta pierna.
—¿Se nota demasiado? —preguntaba con una sonrisa nerviosa.
—Solo si te ven.
—Jajajaja rayos, no puedo evitarlo.
—No hay manera en que no te amen, además —tomó la mano temblorosa y depositó un beso en el dorso de esta —estoy a tu lado, así que no tienes de que preocuparte. —Aquellas palabras calmaron la ansiedad que se hallaba en el pecho de Ezra.
—En verdad soy muy afortunado —declaraba con una sonrisa.
—¿Quieres esperar un poco más? —negó con la cabeza.
—Vayamos adentro.
Tanto el pasto como los árboles y flores que adornaban aquel jardín, se veían de un color tan vibrante que no parecían reales. Una mansión blanca, llena de ventanales enormes, se hallaba en el centro del lugar, la manera en la que las luces resplandecían hacía que esta se asemejara una pintura.
—Bienvenidos —el empleado que portaba un uniforme color negro, parecía ser una extensión más de aquel paisaje tan pulcro.
—Muchas gracias, sabes si mi madre
—¡Luka! —aunque el beta no era capaz de sentir las feromonas de la omega dominante, el porte y la presencia de esta intimidaban. A comparación de Luka su madre poseía una cabellera dorada, pero el alfa definitivamente había heredado sus ojos. Esos luceros azul claro como el cristal que hacían recordar al invierno. —¿Tú debes ser Ezra?, mi nombre es Milha—cuestionaba después de abrazar a su hijo. —es un gusto —declaraba depositando un beso en la mejilla del beta.
—Hola, el placer es mío.
—¿Ocurre algo?
—Perdón, es solo que usted es muy hermosa, parece como si estuviera viendo a un ángel.
—Qué lindo, debe de ser este vestido blanco, tendré que usarlo más seguido —decía sonriendo. —Vayamos al comedor, tu padre no tarda en bajar.
—Se supone que despejaría su agenda hoy.
—Lo hizo, es solo una llamada de emergencia. Se nos unirá pronto.
—Bien —respondió tomando la mano del beta con el fin de avanzar. —por cierto, Ezra preparó un postre para la comida de hoy.
—Qué amable de tu parte Ezra, amo las cosas dulces.
Justo al tomar asiento, Zharia entraba al comedor. Les dedicó una mirada de reojo y siguió avanzando hacia su lugar.
—Zharia, parece que no tienes educación. —la voz de la omega era calmada, pero dejaba ver un toque de disciplina en ella.
—Es un gusto verlos, por favor discúlpenme mi cabeza me está matando.
—Tal vez hubiera sido mejor si no asistías —proclamaba el alfa sin apartarle la mirada.
—Yo también te extrañé, hermano.
—Vamos dejen de pelear, es difícil hablar con el invitado de honor si ustedes siguen con eso.
Ezra se sentía feliz, al oír esas palabras, le hacía creer que la madre de Luka estaba alegre de conocerlo y eso lo tranquilizaba.
—Vladímir, que bien que nos acompañarás desde el inicio. —los ojos esmeralda notaron aquella melena blanca entrar al salón.
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Fragancias.
RandomMaika, es uno de los mejores miembros del club de esgrima aun siendo un omega recesivo, quien no puede evitar tener poca tolerancia a los alfas. De repente ve como su vida comienza a verse alterada por la presencia del nuevo alumno, Damián Walker un...