Capítulo 19

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Isabella

Esa noche apenas pude pegar ojo después de todo lo que había visto. Realmente parece que Ares está destruído por dentro, por eso tiene esa fachada tan fría, por eso se cierra tanto ante los demás... Y creo que esos ataques de ira que tiene es por todo lo que vivió cuando era niño.

Quiero ayudarñe, necesito ayudarle... Estoy segura de que Hera tenía razón cuando me dijo que un Ares bondadoso y cariñoso vive dentro del pelinegro, solo que demasiado asustado como para salir.

Necesito ayuda y me parece que la única persona que puede proporcionármela es Atenea, pues es la única con la que Ares se comporta de una forma diferente. 

Miro el reloj y veo que son las siete de la mañana, sin duda muy pronto para que los demás estén despiertos, excepto el pelinegro que seguro que ya está en su oficina trabajando.

Me levanto de la cama y salgo de la habitación dirigiéndome al cuarto de Atenea. Llamo a la puerta y me sorprendo al escucharla dándome permiso para entrar, pues pensaba que estaba dormida.

- Hola Atenea.-

- Bella, ¿por qué te has levantado tan temprano?-

- Porque necesitaba hablar contigo.- respondo.- Yo... necesito tu ayuda.-

- ¿Va todo bien?-

Me indica que me siente en la cama con ella y yo así lo hago.

- Sí, todo bien, es solo que...- suspiro.- Verás yo...- murmuro.- No sé muy bien por donde empezar.-

- Tranquila, sabes que puedes confiar en mí.-

- Sí, lo sé, es por eso que estoy aquí.-

- ¿Entonces?-

Tomo aire y me dispongo a soltarle todo.

- Verás Atenea... yo sé lo que le pasó a tu hermano cuando era adolescente.- ella abre los ojos con sorpresa.- Tu madre me lo contó con la esperanza de que pudiera ayudarle.- añado.- No creía que tú supieras nada hasta que ayer te ví consolándolo por la noche.-

- ¿Cómo que nos viste?-

- Es una larga historia...- susurro.- La cuestión es que yo estaba escondida en el armario.-

Ella suspira entre aliviada y nerviosa.

- Solo quiero ayudar a tu hermano Atenea.- confieso.- Pero necesito que me digas como, porque contigo parece que se siente bien, en cambio conmigo...- murmuro.- Es algo más cerrado.-

- No debes tomártelo como algo personal Bella.- indica.- Ares es cerrado con todo el mundo, pero te aseguro que a tí te considera especial, créeme, sé de lo que hablo.-

Debo confesar que esas palabras me alegran un poco.

- Vosotros tenéis una relación especial, ¿verdad?-

Ella se queda en silencio unos segundos, mirando fijamente la sábana de cama.

- Somos iguales, por eso nos entendemos.-

- ¿Qué quieres decir?-

- Ambos hemos... hemos sufrido las mismas cosas, ambos estamos destruídos por dentro... Y ambos nos intentamos ayudar para sobrellevarlo de la mejor forma posible.-

«Un momento... no estará diciendo que a ella también la violaron, ¿verdad?»

- ¿Quieres decir que...?-

- Que también abusaron de mí cuando era niña.-

- ¡Dios mío lo siento Atenea!- exclamo.- Yo... yo no tendría que haberte sacado el tema yo...-

Entre diosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora