Isabella Al-Asad cumple los 20 años sabiendo que su vida cambiará por completo, pues sus padres acordaron que a esa edad se casaría con el primogénito de los Olímpicos, Ares Sideris.
Todo se pondrá patas arriba cuando la inocente chica tenga que co...
Avanzo entre los escombros y los cadáveres que se acumulan en torno a la Mansión Vólkov. La nieve está teñida de rojo. Sin duda este ha sido un ataque muy duro para los rusos. Me entran ganas de reír de pensar en lo cabreado que tiene que estar Víktor en este momento.
- Llegas tarde.- menciona uno de los guardias.
- Lo siento.- respondo con una sonrisa torcida.- Esta muy entretenido viendo cómo os masacraban.-
- No deberías reírte tanto.- amenaza.- Víktor está furioso.- recalca.- No me extrañaría que te matara en cuánto te viera.-
- Yo no le tengo miedo a tu jefe.- aseguro.- Así que mejor dejemos de perder el tiempo y llévame hasta él.-
El idiota me mira con rechazo pero decide guiarme hasta el despacho del ruso. Una vez allí, abre la puerta y me indica que pase. Cuando entro en la habitación, veo al rubio sentado en detrás de su escritorio, jugueteando con una pistola entre sus manos.
- Veo que estáis muy ocupados.- me carcajeo.
Al instante, Víktor me apunta con la pistola.
- Dame una buena razón para no matarte.- sentencia.
- Oh vamos, no mtarías a tu querido primo, ¿verdad?- digo haciendo un puchero.- Somos familia.-
- En cuanto encuentre a mi hermana la pienso matar después de que todos mis hombres se la hayan follado, así que ya ves tú lo que me importa mi jodida familia.-
- Touché.- sonrío.- Una lástima que Stella haya decidido cambiar de bando ahora...- murmuro.- Con lo buena que estaba.-
- ¡Basta de estupideces!- exclama.- Creí haber sido claro cuando te dije que no quería volverte a ver por aquí.-
- Sí...- contesto levantándome mi camiseta y dejándole ver la enorme cicatriz que tengo en mi abdomen.- Tus hombres fueron muy claros cuando me dijeron que no volviera a pisar suelo ruso.-
- Y sin embargo aquí estás...-
- ¿Qué puedo decir?- sonrío.- Uno siempre vuelve a su lugar de origen.-
- Tú nunca has pertenecido aquí.- escupe con rencor.- Solo eres un parásito que mi tío quiso acoger entre nosotros.- indica.- Y todo porque tu madre era su prima favorita.- ríe.- Más bien yo creo que se la follaba.-
- No me extrañaría.- respondo haciéndole ver que no me importan sus palabras.- El incesto siempre ha estado muy de moda en nuestra familia.-
- ¡Se acabó!- grita cargando el arma.- Como verás no estoy de buen humor, así que dime lo que quieres antes de que te pegue un tiro.-
- He venido a ofrecerte mi ayuda.-
Sorprendentemente, el idiota de Víktor empieza a reírse a carcajadas.
- ¿Tú ayuda?- ríe.- Tú no tienes nada, tú no eres nadie.- espeta.- ¿Qué podrías ofrecerme tú?-
- A los Olímpicos.- su rostro se torna completamente serio.- Y también a los Inmortales.-
Los dos nos quedamos en silencio por unos minutos, desafiándonos con la mirada.
- Ohhh, ya veo...- murmura.- Quieres vengarte.-
- Esos falsos dioses... esos impostores.- recalco.- No solo tienen deudas contigo.-
- ¿Y qué tienes en mente?-
- Ellos no saben de mi existencia.- indico.- Y mientras Ares y Zeus estuvieron desaparecidos, conseguí que el mismo Apolo me considerara como su hombre de confianza.-
- ¿Has estado en Grecia?- pregunta sorprendido.
- He estado en su casa, he comido su comida y he hablado con su preciosa esposa.- presumo.- Ahora mismo, ellos confían en mí.-
- Así que vas a intentar hacer lo mismo que tu padre.- señala.- Destruírlos desde dentro.-
- Lo haré mucho mejor que él, ambos lo haremos.- respondo.- Juntos podemos acabar con ellos Víktor.- aseguro.- Porque yo no tengo la suficiente fuerza para derrotarlos solos.-
- ¿Y qué es lo que quieres a cambio de esta ayuda?-
- Lo que me corresponde por derecho.- sentencio.- El trono de los Inmortales.-
- ¿Y los Olímpicos?-
- Haz lo que te plazca con ellos, no me interesan.-
- Bien, acepto tu propuesta.- dice bajando el arma y dejándola en la mesa.
- Sabía que lo harías.- sonrío con superioridad.- Tú y yo somos muy parecidos Víktor.-
- Tal vez...- susurra.- Pero te advierto algo.- añade.- Traicióname y la muerte de tu padre te parecerá apacible comparada con la que yo te daré.-
- No te preocupes, a los únicos que traicionaré serán a esos estúpidos dioses.-
- Más te vale, Khalid.-
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¿Qué os ha parecido?
Esto se está poniendo bueno !!!! Sabéis de quién es hijo Khalid, ¿no?
Os dejo la imagen de Khalid Vólkov en multimedia.
Si os ha gustado recomendad la historia y dadle vuestra ⭐!!!
