Aisa
Estoy en mi habitación, sentada en la cama, mirando el enorme tapiz con el dibujo de un halcón que hay sobre el cabecero.
Escucho la puerta abrirse pero no me inmuto. Sé que posiblemente será Malek, pero no quiero mirarle, no cuando miles de lágrimas se deslizan por mis mejillas.
Noto como mi hijo se coloca a mi lado y, sin decir nada, me abraza por la espalda.
- Ese maldito idiota...- sollozo.- ¿Por qué siempre tenía que hacerse el héroe?-
- No podemos culpar a papá por haberse marchado madre.- murmura.- Yo habría hecho lo mismo.-
- No puedo creer que ya no esté...-
- Lo sé, yo también le extraño.- confiesa.- Pero ahora tenemos que pensar en Isabella.-
- ¿Crees que sigue viva?-
- No lo sé.- responde.- Pero no voy a descansar hasta averiguarlo.- asegura.- Si hay una mínima posibilidad de traerla de vuelta lo haré.- indica.- Te lo prometo madre.-
- Gracias Malek.- sonrío débilmente.- Tú padre estaría muy orgulloso de tí.-
De pronto, escuchamos el sonido de unos pasos aproximarse y el de unos pequeños gimoteos.
En unos instantes, Emma entra en la habitación cargando al pequeño Alí, el cual nació hace tan solo dos semanas.
- No deja de llorar.- comenta la rubia.- Creo que te hecha de menos Malek.-
Mi hijo se acerca hasta su esposa y coge al bebé en brazos.
- ¿Dónde está lo más bonito de este mundo?- Alí comienza a reír.- Ajá, aquí está.-
De repente, el móvil de Malek comienzo a sonar y Emma vuelve a coger al bebé.
- ¿Qué sucede?- pregunta el dios.
Miro extrañada a mi hijo cuando su rostro se descompone y sus ojos se abren con sorpresa.
«No por favor... no más malas noticias...»
- Sí, ahora mismo vamos.-
- ¿Qué sucede hijo?-
- Padre está aquí.-
No me lo pienso dos veces y salgo corriendo hacia el recibidor. Bajo las escaleras a toda prisa mientras observo cómo la puerta principal se abre y el dios del cielo entra.
Automáticamente ambos corremos y nos abrazamos intensamente.
- Te odio.- sollozo en su pecho.- Te odio... te odio...-
- Yo también te extrañe pelirroja.-
- Escúchame bien maldito idiota.- espeto mirándole a los ojos.- Si se te ocurre volver a desparecer así te juro que te mato.-
Él no dice nada, simplemente me besa con pasión y yo le correspondo. Ambos nos separamos cuando escuchamos un carraspeo. Malek se aproxima hacia nosotros y abraza a su padre.
- Es bueno tenerte aquí padre.-
Un llanto se oye desde la escalera y veo que Emma aparece con el bebé. Horus se queda mirándolos con asombro.
- Te presento a mi hijo Alí.- sonríe Malik.- Tú nieto.-
Horus se aproxima hasta el bebé y lo observa con detenimiento.
- Tiene los ojos de los Inmortales.-
Es cierto, el pequeño Alí tiene los ojos avellana, como los de Malek y Horus.
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Entre dioses
AcciónIsabella Al-Asad cumple los 20 años sabiendo que su vida cambiará por completo, pues sus padres acordaron que a esa edad se casaría con el primogénito de los Olímpicos, Ares Sideris. Todo se pondrá patas arriba cuando la inocente chica tenga que co...