Isabella
Acabamos de pasar la frontera de Rusia. Mi corazón empieza a acelerarse al darse cuenta de que dentro de poco tendré al hijo de puta de Víktor frente a mí.
- ¿Estás segura de esto Isabella?- pregunta Khalid.- Una vez que contacte con los hombres de Víktor para solicitar permiso para atterizar no hay vuelta atrás.-
- Hazlo, estoy lista.-
- ¿Eres cosciente de que tendrás que aguantar a Víktor durante unos días, verdad?-
- Ya cállate y llama de una vez.- replico.
Mentiría si no dijera que estoy asustada, pero sé que esta es la única manera de acabar con Vólkov para siempre.
- Aquí Khalid, pilotando la nave RV-745, solicito permiso para aterrizar en las inmediaciones de la mansión.-
- Recibido RV-745, permiso concedido.- escucho tras unos segundos.
El castaño empieza a descender con el helicóptero hasta un pequeño claro que hay en el bosque. Reconozco este lugar muy bien, se puede ver la enorme mansión de los rusos entre los árboles.
Cuando aterrizamos, ambos bajamos del vehículo y el frío glaciar nos invade por completo. Khalid deja salir a los dos tigres y les ordena que se oculten en el bosque. Estos desaparecen inmediatamente.
- Víktor no sabe que los tengo.- me informa.- Si lo supiera me mataría.-
Asiento y me quedo quieta unos segundos observando la mansión, la cual se encuentra no muy alejada, oculta entre los árboles. Khalid me agarra del brazo con y me apunta con una pistola en la espalda. Es parte del plan para distraer a Víktor, hacerle creer que Khalid me ha capturado como un regalo.
- ¿Preparada?-
- Sí.- respondo.
- Que comience la fiesta.- espeta.
Comenzamos a avanzar hacia la casa, el frío me hace temblar, aunque no es el único causante, realmente se me ponen los pelos de punta al volver aquí. Nada más salir del bosque, unos cuatro guardias se acercan hasta nosotros.
- ¿Qué haces aquí Khalid?-
- He venido a traerle un regalo a Víktor.- sonríe tirando de mí.- Seguro que se alegra de ver a esta zorra.-
Los hombres se ríen con maldad y nos escoltan al interior de la muralla. Atravesamos los jardines hasta llegar a la entrada principal. Una vez dentro de la mansión, nos dirijimos al despacho de Víktor. Mi cuerpo comienza a temblar descontroladamente y me cuesta un mundo intentar relajarme.
Khalid me deja con los guardias y entra en la habitación. Inmediatamente oigo la voz del ruso.
- ¿Por qué carajos estás aquí?- increpa Vólkov.- ¿No se supone que deberías estar destruyendo a los Olímpicos?-
- Y eso es lo que estoy haciendo.- escucho decir al castaño.- Ahora mismo todos deben estar buscando desesperadamente a Isabella.- continúa.- Estarán demasiado ocupados como para preocuparse por nosotros así que deberías planear un ataque esta misma semana.-
- ¿Dónde está la egipcia?-
- Justo aquí.-
Khalid viene hasta la puerta y me mete dentro, apuntándome con la pistola. El miedo me invade cuando veo al ruso observándome con una sonrisa siniestra.
- Vaya... vaya...- murmura el rubio.- La hermosa Isabella...- mira mi abultado vientre.- El embarazo te sienta muy bien.-
- Pensé que querrías recuperar a tu zorra.- añade Khalid.
- Esta puta me importa bien poco.- sentencia Víktor acercándose hasta mí.- Pero esto...- toca mi vientre e, instintivamente, intento apartarme pero Khalid me lo impide.- Esto que llevas aquí dentro es mío.-
- Mi hijo no tiene nada que ver contigo.- digo con rencor.
- Ambos sabemos que sí.- sonríe.- Ese bebé es mi heredero, mi hijo.- recalca.- Y por lo tanto me pertenece.-
- ¡No lo voy a permitir!- exclamo.
- Como si tuvieras alguna opción perra.- ríe.
Acerca su rostro para intentar besarme pero le escupo. Automáticamente sus ojos adoptan un aire siniestro y veo como levanta su mano dispuesto a golpearme. Cuerpo los ojos por instinto, esperando a recibir el puñetazo, sin embargo, este no llega.
Cuando abro los ojos de nuevo, veo a Khalid sujetando el brazo de Viktor.
- ¡Cómo te atreves a interponerte!- grita el rubio.
- Lo hago por tí.- responde el castaño.- Ella está en una fase delicada del embarazo, si le pegas podrías ocasionar algún daño al bebé.-
El ruso se aparta enfadado pero, en un segundo, golpea fuertemente a Khalid en el estómago.
- Que sea la última vez que te metes en medio.- sentencia.- Llevarla al cuarto y encerrarla allí.- ordena a sus hombres.- Tú y yo hablaremos de ese ataque a los Olímpicos.- indica mirando a Khalid.
Automáticamente, dos guardias me agarran y me sacan de la sala llevándome hasta el cuarto de Viktor. Una vez allí, cierran la puerta con llame, dejándome dentro.
«Otra vez de vuelta en esta pesadilla»
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Os amo ❤️
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Entre dioses
ActionIsabella Al-Asad cumple los 20 años sabiendo que su vida cambiará por completo, pues sus padres acordaron que a esa edad se casaría con el primogénito de los Olímpicos, Ares Sideris. Todo se pondrá patas arriba cuando la inocente chica tenga que co...