Zeus
Cierro la maleta con todo lo que necesito. La dejo junto a la puerta y miro a Hera dormir relajadamente en la cama.
Tuve que pedirle a las criadas que le prepararan un té con una droga, puesto que no ha podido dormir desde que supimos de la muerte de Ares.
Me acerco hasta ella y acaricio su rostro. Sé que nunca me perdonará que la abandone de este modo. Pero no voy a vivir tranquilo si no intento vengar la muerte de mi hijo.
Esto es algo que tengo que hacer yo, no quiero que nada le pase a Apolo y a Hermes, no puedo perderlos a ellos también, Hera no puede perderlos.
- Eres lo mejor que me ha pasado fiera...- sonrío.- Gracias por todo estos años.- beso delicadamente su frente.- Adiós mi vida... Adiós mi amor.-
Sin pensarlo más, cojo la maleta y salgo de la habitación y de la casa, hasta el muelle. Allí me están esperando los diez hombres que he escogido para esta misión.
- ¿Todo listo?- pregunto.
- Sí señor.- responde uno.- El helicóptero nos está esperando en el aeropuerto de Atenas.-
- Entonces vayámonos de una vez.-
Subimos en el yate y nos marchamos. Durante el trayecto me quedo observando la isla... mi hogar.
Sé que lo más probable es que no vuelva, pero eso no me va a echar para atrás. Si he de morir, lo haré protegiendo a los míos.
Cuando llegamos al aeropuerto, nos dirigimos hasta la pista dónde se encuentra mi helicóptero pero, para mí sorpresa, junto a él hay otro con un símbolo que se me hace muy conocido.
- Mierda...- murmuro.- ¡¿Qué carajos haces aquí?!-
- Ya deja de refunfuñar abuelo.- se burla mi mejor amigo bajando del vehículo y acercándose a mí.- Te van a salir más canas de las que ya tienes.-
- ¿Por qué estás aquí Horus?- repito.
- Apolo me llamó.- responde.- Al parecer mi viejo amigo ha perdido la cordura.-
«Ese maldito traidor...»
- Tengo que vengar a mi hijo.- espeto con seriedad.
- Lo sé.- asegura.- Pero no pensarás que puedes ganar está guerra tu solo, ¿verdad?-
- No necesito ayuda para vengar la muerte de mi hijo.- bufo.- Esta no es tu guerra Horus.-
- ¡No te atrevas a decir eso!- grita sobresaltándome.- Esos cabrones tienen a mi hija, así que no te creas el único con derechos a ir a Rusia a matarlos.-
Ambos nos quedamos en silencio, retándonos con la mirada.
- Supongo que no vas a cambiar de opinión.- murmuro.
- Sabes que soy igual o más cabezota que tú.-
- Y supongo que también sabes que nuestras probabilidades de salir con vida son escasas.-
- Mientras hayan todo es posible, mira a los Vengadores.-
«¿Me está jodiendo?»
- Desde luego eres retrasado.-
- Y tu un viejo cascarrabias, ¿y ves que me queje?-
Ladeo los ojos con frustración.
- Bueno... si no nos matan los rusos nos matarán nuestras esposas.-
- Te confieso que le tengo más miedo a Aisa que a los Vólkov.-
Ambos nos empezamos a reír. Lo cierto es que me alegra tener al pelinegro a mi lado. Me hace recordar viejos tiempos, cuando ambos creíamos que nos podíamos comer el mundo.
- Señor, los dos helicópteros están listos y los hombres preparados.- dice uno de mis hombres.
Junto a él, aparece otro cargando al pequeño lobo de Isabella.
- ¿Por qué has traído al perro?-
- Yo le dije a Apolo que ordenara a uno de tus guardias que lo trajera.- indica mi amigo.- Nos será de gran utilidad para encontrar a mi hija.-
- Solo es un cachorro Horus...-
- Nunca subestimes a los lobos de los Inmortales.-
Ladeo los ojos.
- Está bien...- murmuro.- Que los dioses me den paciencia para aguantarte...-
- Ya deja de quejarte abuelo.-
- Vuelves a llamarme abuelo y te rompo los dientes.-
- Se ve que con la edad has perdido el poco sentido del humor que tenías.-
Suspiro con frustración.
- Déjate de tonterías Horus, no tenemos tiempo que perder.-
- Mira, algo en lo que estamos de acuerdo.- sonríe.- Hagamos esto de una vez.-
- ¿Juntos?- le pregunto al dios ofreciéndole la mano.
- Hasta la muerte.- contesta apretándomela.
Ambos nos subimos en uno de los helicópteros y nos preparamos.
- ¿Cuáles son las órdenes señor?-
Miro a mi amigo y él asiente.
- Vamos a por esos hijos de puta.-
***
***
¿Qué os ha parecido?
Sé que no es muy largo, pero me parecía bonito ver el reencuentro de Horus y Zeus.
Si os ha gustado recomendad la historia y dadle vuestra ⭐!!!
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Os amo ❤️
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Entre dioses
ActionIsabella Al-Asad cumple los 20 años sabiendo que su vida cambiará por completo, pues sus padres acordaron que a esa edad se casaría con el primogénito de los Olímpicos, Ares Sideris. Todo se pondrá patas arriba cuando la inocente chica tenga que co...