Khalid
"He hecho cosas horribles... cosas monstruosas... y eso tiene un precio"
Yo nunca quise esto, nunca quise convertirme en un asesino, un ladrón, un monstruo... Pero no me arrepiento de nada. He hecho todo lo necesario para sobrevivir.
No todos nacemos en una cuna de oro. No todos nacemos siendo dioses. Yo pensé que me convertiría en uno, pero la realidad ha sido muy diferente a como la esperaba.
Hubo un tiempo en el que nada de eso me importó, hubo un tiempo en el simplemente fuí un niño más, un niño feliz.
Por aquel entonces tenía lo único que deseba, una familia... amor. Mi padre no era especialmente cariñoso conmigo, se la pasaba trabajando en su oficina. Mi madre solía decirme que trabajaba muy duro para conseguir algo que le habían robado.
Ella, por el contrario, siempre estaba conmigo. Ella me amaba con locura, al igual que yo a ella. Sin embargo, siempre me mantenía encerrado en la habitación, recuerdo que solo me dejó salir una o dos veces de allí. Decía que estábamos en peligro, que había unos hombres malvados que, de saber de mi existencia, vendrían a matarme.
Recuerdo que siempre me cantaba una canción de cuna antes de dormir, y después siempre me daba un beso de buenas noches y me decía que, cuando creciera, yo sería el rey.
Nunca llegué a comprender bien a qué se refería... Pero todo eso dejó de importar cuando, unos meses después, los Inmortales llegaron a nuestro hogar, cuando lo destruyeron todo...
Tengo escasos recuerdos de aquella noche, pues apenas tenía 5 años en aquel entonces. Solo recuerdo las explosiones, a mi madre entregándome a un sirviente y diciéndome que nunca me olvidara de que yo era un rey.
Después de aquello, nunca más volví a verla, nunca más volví a verlos a ambos. Ese hombre me llevó a Rusia. Allí vivía la familia de mi madre, uno de sus primos. Nunca imaginé que mi vida se convertiría en un infierno en aquel lugar.
***
(Flashback: 24 años atrás)
Camino con dificultad por la nieve, agarrado de la mano del hombre que me trajo aquí. Mi cuerpo tiembla de frío y mis ojos se humedecen.
- No quiero estar en este lugar.- sollozo.- Quiero volver a casa.-
- Está será tu nueva casa Khalid.- dice el sirviente.- Ahora calla, que ya vamos a llegar.-
Nos aproximamos a la enorme puerta de la mansión y uno de los guardias la abre y nos deja entrar. Al hacerlo, veo un enorme vestíbulo descorado con tonos azules y plateados. En medio de la sala, hay un hombre de unos 27 años aproximadamente, con el cabello rubio platino. A su lado, hay una mujer más joven, con el cabello negro, que agarra a dos niños de las manos. Uno de ellos tiene que ser más o menos de mi edad, quizás un poco más mayor, el cual me mira con asco. A su lado, hay una pequeña niña que me mira asustada.
- Al fin llegáis.- dice el hombre.
- Ha sido un viaje complicado, pero aquí está el chico.- responde el sirviente.
- Sin duda es hijo de Khalid Al-Asad.- añade la mujer.- Es igualito a él.-
- Esperemos que al menos sea más inteligente.- indica el ruso.
- Yo ya he cumplido con mi parte del trato.- añade el sirviente.- Si no os importa, me marcho.-
- Por supuesto.- sonríe el rubio.- Mis hombres te pagarán y te acompañarán a la salida.-
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Entre dioses
ActionIsabella Al-Asad cumple los 20 años sabiendo que su vida cambiará por completo, pues sus padres acordaron que a esa edad se casaría con el primogénito de los Olímpicos, Ares Sideris. Todo se pondrá patas arriba cuando la inocente chica tenga que co...