Ares
Me encuentro en lo alto de la azotea del edificio que está en frente del casino, apuntando con el lanza misiles la entrada del lugar. Justo en la puerta está aparcada la limusina del turco. Cuando salga del lugar y entre en el coche le haré explotar junto con todos sus hombres.
Estoy inquieto al no tener contacto visual con Isabella, aunque mis infiltrados me están informando de todo. Al parecer está jugando al pócker con el idiota del turco.
«Esta mocosa no deja de sorprenderme...»
Los minutos y las horas pasan y me empiezo a impacientar. Quiero matar a esos hijos de puta y quiero follarme a mi mujer, y necesito hacerlo ya. Afortunadamente, uno de mis hombres habla por el pinganillo.
- Atención objetivo en movimiento, repito, objetivo en movimiento.- indica.
«Por fin...»
Apunto hacia la entrada de la puerta y me quedo esperando.
- Objetivo saliendo, repito, objetivo saliendo.- informa otro.
De pronto las puertas del casino se abren y el cabrón de Yilmaz sale rodeado de sus hombres en dirección a la limusina.
«Eso... ve hacia el coche... que te voy a mandar al infierno en pedacitos...»
Lo sigo apuntándolo con el arma pero, justo antes de entrar en el vehículo, veo como se queda quieto mirando hacia la puerta. Miro hacia allí y, de repente, veo salir a dos de sus hombres junto con Isabella.
- ¡¿Qué carajos?!-
Los guardaespaldas la dirigen hacia el coche.
- Estamos listos para abrir fuego si lo desea señor.- dice uno de los míos.
- A quién se le ocurra apretar el gatillo le hago comerse el arma.- amenazo.- ¡¿Qué mierdas haces Isabella?!- exclamo.- ¡¿Qué no entendiste de no salgas con él y no vayas a su coche?!-
- Lo tengo controlado...- susurra.
- ¡Tú no tienes controlado una puta mierda mocosa!- grito mientras veo como la meten en la limusina.- ¡Traíganme el helicóptero fantasma ya!- ordeno.- ¡Necesitamos realizar una persecución!-
- ¡Sí, señor!-
El vehículo del turco arranca y desaparecen entre los edificios.
- Isabella necesito que los distraigas hasta que podamos alcanzaros.- pido.
- Lo haré cariño.- es lo último que escucho.
***
Isabella
- ¿Qué harás?- pregunta Yilmaz.
Ambos estamos en la parte de atrás de la enorme limusina, separados por un cristal oscuro de sus guardaespaldas.
- Te daré el premio por haberme ganado.- susurro acercándome a él.- Quiero montarte aquí, en el coche, no quiero ir a ningún hotel.- indico desabrochándole los pantalones.- Da órdenes de que den un paseo largo o lo que sea, pero que no nos lleven a ningún sitio.-
- Eres mandona...- sonríe acariciando mi rostro.- Me gusta.-
- Y te gustará más lo que pienso hacerte.- ronroneo sacando su erección y mastubándole.
- Joder...- gime.- Kion que el chófer de un paseo por la carretera de la costa hasta que yo lo ordene.- indica por el móvil.
Intento contener las arcadas que me están entrando, pero necesito seguir con esto, necesito darle tiempo a Ares de alcanzarme y, por lo que escucho a través de los pinganillos, nos alcanzarán una vez que llegemos a la carretera de la costa, es decir, en 10 minutos.

ESTÁS LEYENDO
Entre dioses
ActionIsabella Al-Asad cumple los 20 años sabiendo que su vida cambiará por completo, pues sus padres acordaron que a esa edad se casaría con el primogénito de los Olímpicos, Ares Sideris. Todo se pondrá patas arriba cuando la inocente chica tenga que co...