Entre dioses

Capítulo 36

Stella

Avanzo como puedo hacia la habitación en donde mi hermano tiene retenida a esa chica. Lo cierto es que me cuesta la vida caminar, la paliza que me dio ayer Víktor mientras abusaba de mí fue brutal. De hecho, tengo marcas por todo mi cuerpo, además de en mi rostro.

Esta mañana me ordenó traerle el desayuno a la chica y asearla un poco. Supongo que el muy hijo de puta se ha cansado de esperar para estar con esa cría.

La verdad es que no me siento bien dejándo a la egipcia aquí sola con él pues, aunque no la soporto, sé que mi hermano le va a hacer mucho daño. Pero necesito escapar de aquí... y la única oportunidad que tendré depende de que mi hermano se entretenga un buen rato con ella.

Continúo y llego hasta la puerta de la habitación, la cual abro. Al instante, veo con la castaña me mira desde la cama. Sigue atada con un animal, me pregunto si no tendrá las manos y piernas adormecidas, pues lleva dos semanas así.

- Tú...- murmura.- ¿Qué haces tú aquí?-

- Vivo aquí.- respondo con desdén.- Soy la hermana de Víktor.- indico acercándome hasta la cama y dejando las cosas en la mesita de noche.- Mi verdadero nombre es Stella Vólkov.-

- Osea que todo este tiempo estuviste trabajando para él...- espeta con odio.- No eras más que una espía.-

- Tú no tienes ni idea.- interrumpo.- Así que cállate y déjame que te limpie un poco.-

- Tampoco es que pueda impedírtelo estando atada.- se queja.

Ruedo los ojos y comienzo a pasar un paño húmedo y perfumado por su piel. Noto que ella me observa detenidamente y eso me pone algo nerviosa.

- ¿Quién te ha hecho eso?- pregunta.

- Eso no es de tu incumbencia.- respondo.

- ¿Ha sido él?-

Decido ignorarla y continuar con mis tareas, pero mi tranquilidad solo dura unos minutos.

- Si tan mal te trata, ¿por qué lo has ayudado?- inquiere.- ¿Por qué lo ayudaste a acabar con Ares?-

Mentiría si dijera que el nombre del pelinegro no causa un escalofrío en mi interior. Durante el tiempo que estuve en Grecia llegué a desarrollar unos profundos sentimientos por Ares. Sin embargo, no le veía con amor, sino con esperanza. Realmente creí que él me salvaría de Víktor.

«Qué estúpida fui...»

- Yo nunca quise que nada le pasara...- murmuro.

- Pero ayudaste a tu hermano a acabar con él.-

- No.- sentencio.- Ayudé a mi hermano a capturarte a tí.-

- ¿Es porque me casé con Ares?- pregunta.- ¿Tanto me odias por eso?-

- Yo no te odio.- respondo con frustración.- No me caes bien pero... tampoco te odio.- suspiro.- Simplemente por tu culpa perdí la oportunidad de que Ares me salvara de mi hermano.-

Por primera vez, la castaña se queda en silencio observándome, puedo ver un poco de lástima en su mirada.

- ¿Crees que los golpes son algo ocasional?- me burlo.- Llevo viviendo en este infierno desde que era una niña.- confieso.- Me he pasado toda la vida intentando tener una vida normal, intentando alejarme de Víktor...- susurro.- Y ahora que te tiene aquí para divertirse contigo, puede que yo tenga mi oportunidad.-

- No te engañes a tí misma Stella.- murmura.- Ya me tiene aquí y mira cómo te ha dejado.-

Mis ojos se llenan de lágrimas.