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Los preparativos para su boda ya estaban listos en el pequeño pueblo, tanto Jimin y Yoongi estaban nerviosos por su boda, la celebración fue pequeña, pero hermosa. Los del pueblo estaban felices que el joven maestro se casará con alguien que se notaba que lo amaba mucho. El rey pudo ver cómo eran las fiestas del pueblo, que a pesar de ser uno de los más pobres, estos buscaban la forma de reunir cosas para una fiesta. Al terminar la celebración y la pequeña fiesta, ambos ya estaban en la habitación, donde Jimin servía cuidadosamente el vino nupcial.

—Nunca pensé que las fiestas del pueblo fueran tan entretenidas. —hablo Yoongi.

—Cuando son momentos especiales como este. —sonrió Jimin mientras le daba la pequeña taza de vino pálido. —buscamos la forma de reunir fondos para la celebración.

—Es lindo saber que a pesar de todo son un pueblo unido. —sonrió Yoongi.

—Lo sé. —suspiro Jimin. —la verdad voy a extrañar este lugar.

Yoongi sonrió y se sentó al lado de su ahora esposo, no necesitaban anillos o joyas para saber que ya eran esposos, al terminar el vino ambos se dirigieron a la cama donde Yoongi fue sentando por el doncel, el cual se fue quitando sus ropas para dejarlas caer al suelo.  El pálido sonrió y con ayuda del doncel se quitó su ropa, Jimin se sentó sobre el pálido para comenzar un beso lento, Yoongi acarició la desnuda cintura de su amado esposo para girarlo y dejarlo debajo de él.

—Yoon~ —gimió el doncel al sentir los besos en su cuello.

—Te haré el amor hasta el amanecer. —susurro Yoongi en la piel del chico, la cual se erizó. —todos sabrán que tú eres mío.

—Tú también eres mío Yoongi. —sonrió Jimin mientras le acariciaba el pecho a su esposo. —no puedes tener a nadie más, que no sea yo.

Yoongi sonrió ante lo posesivo que sonaron las palabras de su lindo esposo, él asintió mientras con sus dedos iba delineando la piel del chico, hasta dirigirse a la entrada del chico, donde introdujo de manera lenta sus dedos para hacer la debida preparación.

Los gemidos del doncel comenzaron a hacerse presente a cada movimiento que el rey hacía en su interior, Jimin cerró los ojos mientras curvaba la espalda ante el cúmulo de placer que estaba sintiendo.

—Te amo Jimin. —dijo Yoongi. —y te amaré cada día de mi vida.

—Yo también te amo Yoongi. —sonrió Jimin. —y te amaré el resto de mi vida.

El rey Min Yoongi [YM][#2][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora